Casi un tercio de la población activa en Galicia superará los 55 años en 2036

Aunque la transición demográfica en Galicia guarda muchas semejanzas con la del resto de sociedades avanzadas, en particular los territorios del sur de Europa, aquí hay ciertas singularidades que explican por qué el envejecimiento es especialmente intenso. “Las dinámicas de mortalidad y natalidad no guardan la separación característica de otras poblaciones, lo que dio lugar a una contención del crecimiento vegetativo, explicable en gran medida por el peso en la estructura de edad de los flujos migratorios, a lo que hay que sumar que el baby boom fue más modesto en Galicia”, resume la Xunta en la radiografía que acompaña al Plan Estratéxico 2022-2030.

Hasta bien entrado el último cuarto del siglo pasado, “Galicia podía considerarse un paradigma de país de emigración, exterior e interior”. Después, a lo largo de las dos últimas décadas “y de manera más acentuada desde 1999”, pasó “en un lapso muy breve de tiempo, a recibir aportes de población procedente del extranjero, especialmente población retornada e inmigrante, si bien esta última con aportes porcentuales más reducidos que los relativos a la media española”. “Pero a pesar de que la inmigración en Galicia es inferior a la de otras autonomías españolas, es evidente que en el espacio gallego se trató también de un hecho de naturaleza creciente e irreversible”, añaden los técnicos, con el pulso de las llegadas desde Latinoamérica “por la existencia de sólidas redes migratorias tejidas por familiares de anteriores emigrantes a aquel continente” y de otros países con menos lazos como Ecuador, Perú o Colombia.

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Sin los extranjeros, la población gallega sería todavía más menguante y al mercado laboral le costaría mantener el tirón. De los 12.200 nuevos activos –personas en edad de trabajar y en disposición de hacerlo– que sumó Galicia a lo largo del pasado 2022, cerca del 80% son foráneos. La comunidad lidera, además, el incremento de afiliación de migrantes a la Seguridad Social este año: un 15,% más. El colectivo representa la mitad de todo el empleo creado. Es una de las razones de la ligera la ligera mejoría en las dramáticas proyecciones de la tasa de actividad que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE).

El anterior pronóstico divulgado en abril de 2020, en plena pandemia, dibujaba una caída de casi el 8% en el total de activos en Galicia hasta 2032. Habría 1,145 millones de personas disponibles en el mercado de trabajo, unos 95.200 menos. Solo aumentarían los de 16 a 24 años (2.800) y los de 55 años en adelante (92.600 más). Entre los 25 y los 54 años, el epicentro de la ocupación, los activos se desplomarían por encima de los 190.000.

Implicaciones macroeconómicas

“Las implicaciones macroeconómicas del envejecimiento que se espera que experimente la población en las próximas décadas dependerá en buena medida de los recursos de fuerza de trabajo de los que disponga la economía en el futuro”, destaca el IGE, recordando el “interés cada vez mayor” de los responsables de las políticas públicas “por disponer de una simulación estadística del comportamiento futuro de la población en relación con el mercado laboral, ya que es determinante en el crecimiento potencial de la economía, la sostenibilidad de los sistemas públicos, etc.”.

Su nueva proyección suaviza la caída. Prevé que en Galicia existan 1,228 activos en 2032 –es decir, 82.800 más que de los recogidos en el análisis anterior–, pero la tendencia de fondo a la baja se mantiene y la comunidad llegaría a 2036 con 1,198 millones de activos tras una reducción del 3,4%  (41.800 personas de 16 años o más empleados o en busca de un puesto) respecto a los niveles actuales. También sigue el progresivo envejecimiento. Cerca de un tercio de la población activa superará los 55 años (355.700 personas), frente al 20% que suponen en este momento (264.300). Sube el número de activos entre los 16 y los 24 años (2.600 más); en los mayores de 55 (91.300), pero, a diferencia del estudio publicado en 2020, también en los de 25 a 34 años (24.600). La merma se concentra entre los activos de 35 a 54 años: 160.500 menos que en la actualidad.

La tasa de actividad, indicador de la propensión de las personas en edad de trabajar a participar en el mercado laboral, retrocederá del 52,9% al 50,4%. El descenso será mucho más acusado entre los hombres (57% en 2022 y 52,9% en 2036) que en las mujeres (del 49,2% al 48,2%) porque por primera vez en Galicia se conseguirá la equidad. “El proceso de convergencia de las tasas de actividad femeninas con las masculinas que está teniendo lugar en el mercado laboral continuará en los próximos años”, subraya el IGE. Habrá prácticamente tantos activos (599.400) como activas (599.100).

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