Cada vez menos parados en Galicia buscan un puesto cualificado en industria y construcción

Las demandas de empleo no paran de crecer en restauración y comercio, que concentran el 20% del total, y sube también el peso de las ocupaciones elementales | Los sectores de alto valor tirarán del mercado también este año

Un soldador trabajando en uno de los astilleros de Vigo.

Un soldador trabajando en uno de los astilleros de Vigo. / MARTA G. BREA

Julio Pérez

Julio Pérez

En el portal de empleo de la Xunta hay 392 ofertas disponibles en estos momentos después de incorporar o actualizar a lo largo del día de ayer algo más de medio centenar. Aunque el papel de las oficinas públicas en la colocación es casi anecdótico –solo el 2% de los asalariados en Galicia consiguieron trabajo así–, el listado ayuda a ilustrar los movimientos del mercado laboral autonómico, especialmente entre los perfiles que más dificultades tienen para fichar personal.

Se necesitan enfermeros, panaderos, cocineros y camareros, mecánicos, albañiles y peones, pintores, administrativos, ingenieros de telecomunicaciones, informáticos y muchos conductores de camiones y furgonetas. Tanto el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) como la Consellería para a Promoción do Emprego admiten la existencia de un desajuste entre las necesidades de algunos sectores fundamentales para la economía y los demandantes de un puesto porque carecen de la formación y las habilidades requeridas o, directamente, porque los parados prefieren otras ocupaciones. De hecho, el Sepe identifica en la comunidad un exceso de mano de obra con escasa preparación y, en cambio, faltan titulados de FP con cualificación media, como publicaba hace unos días FARO. El metal, una de esas actividades que más se queja de los problemas para cubrir vacantes, estima que el déficit de trabajadores resta hasta un 30% del potencial de crecimiento del negocio, según detalló el secretario general de Asime, Enrique Mallón, en la presentación esta misma semana de su balance anual. Ni la industria, ni la construcción son ya destinos prioritarios para los gallegos en paro.

La comunidad concluyó el pasado año con 142.222 desempleados, la cifra más baja en un mes de diciembre de toda la serie histórica que arranca en 1996. Dejando a un lado la irregular evolución de 2020 por culpa de la pandemia, el paro muestra una tendencia clara a la baja desde el fin de la crisis financiera global en 2013. En todo este tiempo, se redujo prácticamente a la mitad, en 129.441 personas.

El salto cuantitativo va acompañado de una transformación paulatina en los intereses laborales de los demandantes. “En los últimos diez años se observa que la distribución de las demandas de empleo entre los grandes grupos ocupacionales experimentó ligeras variaciones, concretamente se incrementa el peso de las ocupaciones elementales y de los trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores, mientras desciende el peso de los artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción y, en menor medida, los operarios de instalaciones y maquinaria, y montadores”, señala el Sepe en sus informes del mercado de trabajo de 2022 en las cuatro provincias.

En el momento de inscribirse en los servicios públicos de empleo, un parado puede solicitar trabajo en un máximo de seis ocupaciones. Dos de cada diez en Galicia durante el pasado año fueron para labores de hostelería y establecimientos comerciales, que una década atrás representaban el 16%. Las peticiones para empleos cualificados en la construcción, en cambio, pasaron del 11% al 5,7%; y del 8% al 5,9% en las manufacturas. Pierden fuelle también las demandas de empleo para conductores y operadores de maquinaria móvil (del 4,5% en 2013 descienden al 3,3% en 2022) y los puestos de operadores de instalaciones y montadores (del 3,2% al 2,6%). Con la tendencia contraria aparecen los técnicos y profesionales científicos e intelectuales de la salud y la enseñanza (3%, siete décimas más); y los trabajadores no cualificados del sector servicios (del 9,6% crecen al 11,5%). El resto de ocupaciones elementales –peón de agricultura, pesca, construcción e industria– se mantiene estable y con fuerza en la selección de los parados: 11,1%.

Restauración y comercio son la ocupación más solicitada en la provincia de Pontevedra. Concentran el 19,8%. Les siguen los peones de sector primario, industria y ladrillo (11,7%); y los trabajadores no cualificados en los servicios (11%). Destacan igualmente los puestos de técnicos y profesionales de apoyo (11,7%). ¿Cómo evolucionaron durante el pasado ejercicio? Al hilo de la bajada del paro, las solicitudes de empleo descendieron en la provincia en todas las profesiones (9,3%), aunque el recorte más intenso se registró, como subraya el Sepe, en los trabajadores cualificados en el sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero (14,4% menos), que es, por cierto, el grupo de ocupaciones más demandado entre los mayores de 45 años. Justo por detrás, las anotaciones para artesanos y puestos con formación en industria manufacturera y la construcción en Pontevedra siguieron menguando: un retroceso del 12,3%.

El sector primario lideró la caída de las demandas de empleo el pasado año

La distribución de solicitudes en función de los grandes grupos de ocupación elegidos en la inscripción de los servicios públicos de empleo es idéntica en el resto de Galicia. Apenas varían los porcentajes, salvo en Ourense, donde hay más parados en busca de vacantes de peón en agricultura, pesca, construcción e industria que un puesto elemental en el sector servicios. ¿Qué puestos lideran el retroceso de demandas en cada una de las tres provincias a lo largo de 2022? Los de trabajadores cualificados en construcción e industria en A Coruña, con una bajada del 10,6%, ligeramente por encima de los operadores de instalaciones y maquinaria y montadores (10,1%). En Ourense sobresale el sector primario (9,1% menos) y también los operadores de instalaciones y maquinaria (8,9%). Lugo es un caso aparte. A la cabeza aparecen los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (15,6% de descenso) y los técnicos y profesionales de apoyo (11,6%).

Artesanos y trabajadores cualificados de industria y construcción, especialistas en sector primario y operadores de instalaciones y maquinaria repiten los primeros puestos entre grupos ocupacionales con mayor merma de solicitudes de demandas de empleo en el conjunto del país, todos por encima del 11%. Un tercio de las peticiones en las mujeres se dirige a hostelería, ventas y servicios personales, frente a las ocupaciones elementales, la opción más elegida entre los hombres (34,8%). Del total de solicitudes, alrededor del 43% son de parados de larga duración y una de cada tres demandas del colectivo se registran en ocupaciones elementales. Ahí también va buena parte del interés de los extranjeros (46,2%).

A partir de la revisión histórica de la contratación y de la estabilidad laboral de las principales actividades económicas, el Sepe hace sus pronósticos para este año provincia a provincia. “Se han analizado las actividades económicas en función de los trabajadores afiliados y los centros de cotización, tanto en el largo plazo (10 años) como en el corto plazo (5 años) –detalla el organismo dependiente del Ministerio de Trabajo–. Se trata de identificar aquellas que presentan un comportamiento más lineal y por tanto más predecible y cuya línea sea positiva, es decir, que presente un comportamiento ascendente tanto en el número de afiliados como en el de centros de cotización en estos años”.

En Pontevedra son los servicios técnicos de arquitectura e ingeniería, ensayos y análisis técnicos; los servicios a edificios y actividades de jardinería; los servicios sociales sin alojamiento; programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática; otras actividades profesionales, científicas y técnicas; construcción especializada; sanidad; actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento;reparación de instalación y maquinaria y equipo; y silvicultura y explotación forestal. En cuanto a las ocupaciones, destacan los profesionales de apoyo al trabajo y la educación social; los operadores de carretillas elevadoras; teleoperadores; operadores en plantas industriales químicas; profesores de formación profesional; auxiliares de enfermería hospitalaria; trabajadores de los cuidados a las personas en servicios de salud; entrenadores y árbitros de actividades deportivas; operadores en instalaciones para la obtención y transformación de metales; expendedores de gasolineras; conductores de motocicletas y ciclomotores; médicos especialistas; técnicos superiores en higiene bucodental; y, en general, técnicos, operarios y artesanos de oficios varios.

Hay tendencias comunes y particularidades en cada una. Entre las actividades económicas pujantes en A Coruña, donde la informática ocupa el primer puesto, figuran las inmobiliarias y las actividades postales. Sus 15 ocupaciones con mejores perspectivas para el empleo son: profesores de primaria, ingenieros, profesionales de apoyo al trabajo y la educación social; barrenderos; operadores de carretillas elevadoras; trabajadores de la elaboración de bebidas alcohólicas distintas del vino; recogedores de residuos; empleados de logística y transporte de viajeros y mercancías; auxiliares de enfermería hospitalaria; técnicos en prevención de riesgos laborales y salud ambiental; entrenadores y árbitros; técnicos de grabación audiovisual; vigilantes de seguridad; y empleados de información al usuario.

  • Pontevedra

    Profesionales de apoyo al trabajo y a la educación social; operadores de carretillas elevadoras; teleoperadores; operadores en plantas químicas; profesores de FP; auxiliares de enfermería; trabajadores de los cuidados a las personas en servicios de salud; entrenadores; operadores de transformación de metales; expendedores de gasolineras; conductores de motos; médicos especialistas; y técnicos de higiene bucodental.

    A Coruña

    Profesores de primaria; ingenieros; educación social; barrenderos; operadores de carretillas elevadoras; trabajadores de elaboración de bebidas alcohólicas distintas al vino; recogedores de residuos; empleados de logística y transporte; auxiliares de enfermería; técnicos de prevención de riesgos laborales; entrenadores; técnicos de grabación audiovisual; vigilantes de seguridad; empleados de información al usuario.

La provincia de Ourense tiene en común varias ocupaciones en buena racha con Pontevedra y A Coruña –principalmente en el área de profesionales del trabajo, enfermería y cuidados–, en paralelo a sus propias fortalezas laborales: peones de industrias manufactureras, cuidadores de guardería; matarifes; soldadores y oxicortadores; reponedores; supervisores de la construcción; y conductores de autobús. Lo mismo ocurre en Lugo, donde entre las ocupaciones más optimistas aparecen los ordenanzas; técnicos de farmacia y de emergencias sanitarias; azafatos de tierra; técnicos de ciencias físicas, químicas y medioambientales; y trabajadores cualificados en hueras, invernaderos y viveros.  

  • Ourense

    Profesores de primaria y secundaria; peones de manufacturas; cuidadores en guardería; oficiales y operarios de oficios; educación social; auxiliares de enfermería; matarifes; soldadores y oxicortadores; reponedores; enfermeros; supervisores de construcción; expendedores de gasolineras; trabajadores de cuidados en servicios de salud; y conductores de autobuses.

    Lugo

    Educación social; cuidadores de guardería; peones de manufacturas; profesores de primaria y secundaria; ordenanzas; trabajadores de cuidados en servicios de salud; auxiliares de enfermería; técnicos de farmacia y de emergencias sanitarias; conductores de autobuses; azafatos de tierra; técnicos de ciencias físicas, químicas y medioambientales; oficiales y operarios de oficios; trabajadores cualificados en huertas e invernaderos.

Solo el 18% de las solicitudes de empleo son de cualificación alta

La inmensa mayoría de las solicitudes de empleo por parte de parados a 31 de diciembre de 2022 en Galicia son para puestos de cualificación media. En concreto, el 53% del total. El 29% son de cualificación baja y únicamente el 18% para trabajos de formación elevada.

Entre las ocupaciones más solicitadas en el rango de cualificación figuran el personal de limpieza y oficinas, los peones de industria manufacturera y los de obras públicas. En media destacan los vendedores y los administrativos; y en cualificación alta los técnicos de control de procesos y asistentes de dirección.

Las ocupaciones elementales para fábricas son también las que más contratos formalizan dentro del rango bajo de cualificación en Galicia. En formación media destacan los camareros; y en alta están los compositores, músicos y cantantes en la provincia de Pontevedra; los actores en el caso de A Coruña; y los monitores recreativos en Ourense y Lugo

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