Negociaciones

El interés de 8 inversores en Ganomagoga paralizará el despido de toda su plantilla

Cinco han mostrado sus intenciones por escrito y tres verbalmente | Los administradores concursales ven “viable” aceptar la propuesta sindical de transformar los ERE en ERTE

Trabajadores de Ganomagoga en una de sus protestas en las instalaciones de Ponteareas.

Trabajadores de Ganomagoga en una de sus protestas en las instalaciones de Ponteareas. / RICARDO GROBAS

La representación legal de los trabajadores del Grupo Ganomagoga celebraba el pasado 10 de abril una reunión en el Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra con los administradores concursales del bufete coruñés FCH Social y Mercantil SLP, asignados a las cuatro empresas declaradas en concurso de acreedores voluntario (Talleres, Cedval, Aplimega y Logistics). Tras un encuentro que sirvió para interrumpir durante nueve días los trámites de los ERE, planteados para los cerca de 200 empleados de dichas compañías, su siguiente reunión iba a ser precisamente hoy, con el objetivo de poner sobre la mesa las “opciones de futuro, posibles interesados en la compra de las mismas y las opciones reales de cambiar los ERE (despido colectivo) por ERTE (extinción temporal) para intentar posibles subrogaciones de las plantillas”. Un día antes de lo previsto, ayer, fue cuando finalmente se celebró dicho encuentro –el segundo que mantienen trabajadores y administrador concursal desde que la firma ponteareana se precipitó al vacío– y las sensaciones fueron más que positivas. FCH Social y Mercantil SLP comunicó que hay ocho inversores interesados: cinco lo han trasladado por escrito y otros tres verbalmente.

Según indicó Comisiones Obreras en un comunicado, “ante este escenario los administradores concursales ven viable aceptar la propuesta sindical”, por lo que todo apunta a que los ERE se transformarán en ERTE a lo largo de los próximos días. Serán de al menos cuatro meses, tiempo suficiente para que la administración haga su trabajo y se cumplan los plazos concursales, si bien “las prestaciones por desempleo no llegarán hasta principios de junio”, aseguró a FARO el mencionado sindicato.

Para consumarse la paralización de los despidos colectivos, algo que ya dan por hecho gran parte de los empleados, primero deberá someterse a un acto protocolario en el que la propia plantilla votará sobre ello. Se da por supuesto que lo hará favorablemente y tras su visto bueno deberá validar dicho acuerdo el administrador concursal, que ayer ya se mostró partidario. Finalmente llegará el turno del Juzgado Mercantil número 2 de Pontevedra.

Desde Comisiones Obreras solicitaron este martes a los administradores concursales (hay dos del mismo bufete, uno para Talleres y otro para Cedval, Aplimega y Logistics) que valoren “aquellas ofertas por las unidades productivas que supongan la mayor subrogación de las personas trabajadoras”. Fuentes implicadas en el proceso confirman que hay “jugadores serios” pero también simples curiosos, destacando el caso de un posible inversor que mostró su interés a la Xunta pese a necesitar financiación asociada a la operación.

Según pudo saber FARO, dentro de los ocho inversores interesados “la mayoría están vinculados de una u otra manera al sector eólico” y sus intenciones varían: van desde la adquisición de maquinaria, en exclusiva, hasta la compra de naves o el compromiso de quedarse con parte del personal afectado.

Las ofertas no se conocerán “formalmente” hasta dentro de cuatro meses, abundan los referidos testimonios en relación al proceso que mantiene en vilo al Grupo Ganomagoga, con más de 20 millones de deuda vencida según las cuentas presentadas a los trabajadores y la responsabilidad de seguir generando huella industrial en Galicia.

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Si hay unas instalaciones del Grupo Ganomagoga que despiertan el apetito de los inversores, estas sin duda son las que posee Aplimega. Dedicada a ofrecer soluciones para la conservación y el mantenimiento de todo tipo de elementos metálicos, cuenta con un moderno espacio de 6.000 metros cuadrados situado en O Porriño (Pontevedra). Allí, tres cabinas de granallado, otras tantas de pintado y varios puentes grúa conforman sus principales activos, que en estos momentos está analizando la viguesa Chorro Naval. La empresa, experta en el tratamiento de superficies, es una de las ocho interesadas en parte de las instalaciones de la firma de Cándido González.

Así lo ha podido saber FARO de mano de fuentes implicadas en el concurso de acreedores, algo que la propia compañía ha confirmado posteriormente a este periódico. Hay “posibilidades”, comentan desde la misma, apuntando que por el momento no existe ninguna oferta presentada pero que el “interés” está ahí. “Tenemos la necesidad de ampliar nuestras instalaciones y la inversión sería perfectamente asumible”, agregan en este sentido, evidenciando que están en proceso de obtener más información.

Sus intenciones pasarían por conservar la mayoría de los puestos de trabajo, fundamentalmente pintores, salvo aquellos en los que se puedan producir duplicidades. El hecho sin duda supone una buena noticia para la Aplimega, por la que están interesados más inversores que aún no han salido a la luz.

No en vano, sus instalaciones parten como favoritas por ser de las pocas en su especialidad asentadas en Galicia. En ellas se pintaban las torres eólicas con las que trabajaba Talleres Ganomagoga, la principal filial del grupo, y en el futuro quizá acaben siendo destinadas a pintar barcos... Ese es solo uno de los múltiples trabajos que realiza Chorro Naval, con tres décadas de experiencia en el sector.

La aplicación de pinturas en la compañía viguesa se realiza “con una gran variedad de pinturas para la preservación de estructuras metálicas, fachadas, pavimentos, buques, etcétera”, figura en su web, donde destaca que emplea diversos métodos para conseguir “el máximo rendimiento para cada tipo de superficie”. Su modelo de negocio, que comparte con Aplimega, la hace una candidata a valorar.

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