El bum del autoconsumo multiplicó por siete la fotovoltaica en Galicia desde 2020

En la comunidad hay más de 6.600 instalaciones en hogares e industrias para bajar la factura eléctrica | La Xunta aspira a que su producción se duplique a final de la década

Instalación fotovoltaica en un tejado.

Instalación fotovoltaica en un tejado. / JC BARBER

Julio Pérez

Julio Pérez

La solar fotovoltaica lideró otra vez la expansión de las renovables en el mix de generación de electricidad en España el pasado año. Roza ya los 19.800 megavatios (MW) operativos tras sumar 4.500 nuevos, un incremento del 29,4%. Nunca esta tecnología creció tanto en tan poco tiempo, superando incluso la potencia instalada en las hidroeléctricas. Actualmente es la tercera fuente del parque de producción del país (16% del total), por detrás de los ciclos combinados de gas (21,5%) y la eólica (25,8%). “Este impulso ha permitido que su producción eléctrica durante 2022 experimente un aumento del 32,8%, alcanzando los 27.864 gigavatios hora (GWh), lo que supone un nuevo récord de generación anual y un máximo de participación en el mix nacional con un 10,1%”, destaca Red Eléctrica, el operador y transportista del grupo Redeia, en su nuevo informe sobre las fuentes verdes en el sistema eléctrico nacional. En Galicia hay varios proyectos en marcha –destaca el huerto solar de 55,7 MW impulsado por Soltec en el concello de A Gudiña (Ourense)–, pero de momento se mantiene a la cola del auge de las grandes plantas fotovoltaicas que vuelcan su generación a la red general. De esos casi 20.00 MW del conjunto del Estado, la comunidad solo 18,1 MW. Otra cosa es lo que está sucediendo con el autoconsumo entre los particulares. Los paneles se han multiplicado por siete en Galicia desde 2020.

El fin del “impuesto al sol” marcó un punto de inflexión en el desarrollo del autoconsumo fotovoltaico en Galicia. Bajo el pretexto de garantizar la sostenibilidad de la red eléctrica, José Manuel Soria, ministro de Industria con Mariano Rajoy, impuso en octubre de 2015 un gravamen de obligado pago para los usuarios con placas solares por el enganche. Su eliminación fue una de las primeras medidas ejecutadas por Pedro Sánchez tras asumir la presidencia del Gobierno en junio de 2018. Después, la Unión Europea lo llegó a declarar ilegal y sus cambios legales para dinamizar el autoconsumo y agilizar la tramitación burocrática contempla un mes de plazo entre la solicitud de los permisos y el beneplácito de la administración, como recuerda el Consello Económico e Social (CES) de Galicia en su análisis sobre el presente y el futuro del sector energético regional.

Hasta la supresión del “impuesto al sol” en la comunidad existían unas 400 instalaciones de autoconsumo con 19,6 MW de potencia, como recogen los datos recopilados por el Instituto Enerxético de Galicia (Inega) a partir de los registros oficiales de plantas de producción de electricidad. En 2019 aumentaron hasta las 983; superaron las 2.000 en 2020; y llegaron a casi 3.800 en 2021. Según los datos a los que ha tenido acceso FARO, en estos momentos son ya 6.626 instalaciones de autoconsumo en baja tensión y una potencia inferior a los 100 kilovatios (kW) en funcionamiento en Galicia.

La inversión media por instalación ronda los 7.800 euros en el sector residencial

Revolución energética. No hay otra forma de describirlo. Es una de las acepciones, revolución es un cambio rápido y profundo; en otra, un cambio profundo en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad local. ¿Y no es eso exactamente lo que estamos viviendo con el autoconsumo?”, defiende Jon Macías, presidente de la Sección de Autoconsumo de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), en la carta de presentación del primer informe anual del sector. Con los datos de las propias empresas de y de los equipos comercializados, APP estima que la potencia instalada en España ascendió a 2.649 MW el pasado ejercicio. En autoconsumo fotovoltaico para industria son unos 1.600 MW y el resto, algo más de 1.000, están ubicados en hogares. La subida en el último año fue del 130% y se multiplicó también por 6,5 desde 2020.

El perfil mayoritario en el sector residencial es un sistema de unos 4,6 kW, sin almacenamiento, con una inversión media de 7.855 euros. En las instalaciones destinadas a fábricas y centros de manufacturas, el presupuesto sube hasta los 58.800 euros con un potencia de 70 kW. “Es importante resaltar que, si bien el dato de potencia media puede ser ilustrativo de la realidad nacional en el caso del autoconsumo residencial, en las instalaciones industriales existe mucha dispersión”, explica APPA Renovables, con dispositivos que van desde los 15 kW hasta “varios megavatios”.

Aunque a otro nivel muy distinto que la eólica terrestre y marina y el hidrógeno verde, la fotovoltaica tiene su propia cuota en los objetivos de renovables fijados por la Xunta en la Axenda Enerxética de Galicia para que las fuentes limpias cubran el 85% de la producción eléctrica en 2030. La administración autonómica prevé “un continuo crecimiento” en la tecnología, pasando de una producción de 18 kilotoneladas equivalentes de petróleo en 2020 a 36,5, el doble, a final de la década. La potencia instalada en autoconsumo aumentará un 250%, hasta los 210 MW

EXPANSIÓN SOLAR

  • 1. El fin del “impuesto al sol”

    Lo impuso el exministro José Manuel Soria en 2015 bajo el argumento de la “sostenibilidad” de la red eléctrica. Tres años después, el Gobierno lo eliminó.

  • 2. Aumento sin parar del autoconsumo

    Las instalaciones en hogares e industrias de Galicia pasaron de 983 en 2019 a más de 6.600 en 2022. En tres años se multiplicaron por siete. La potencia en toda España alcanza los 2.600 MW tras un incremento anual del 130%.

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