La fuerte producción renovable en Galicia deja una histórica caída del recibo de la luz

Galicia empezó a despedirse el pasado noviembre de la grave sequía que obligó a la Xunta a declarar ya la situación de prealerta a principios de 2022. Casi todas las borrascas que pasaron por el Atlántico norte afectaron a la comunidad. Llovió un 42% más de lo normal. En diciembre y en enero de este año, el porcentaje fue todavía mayor, del 52% y el 72%, respectivamente, según los informes elaborador por Meteogalicia, por el azote de Efraín, Fien, Gérard, Hannelore y el resto de temporales bautizados con nombre propio por los servicios meteorológicos nacionales de España, Portugal, Francia, Bélgica y Luxemburgo para llamar la atención de la población de su posible impacto. Lo hubo. Precipitaciones sin descanso, ríos desbordados y viento, mucho viento. La larga racha de mal tiempo puso al límite la paciencia del ciudadano en la calle, pero alentó un ahorro histórico para el presupuesto doméstico después de los últimos sustos en el recibo de la luz.

La producción de electricidad en Galicia rozó los 3.000 gigavatios hora (GWh) en diciembre, un 17% más que en el mismo mes del ejercicio anterior. Fue la segunda comunidad que más energía aportó al sistema, el 13,4% del total, superada solo por Cataluña, la principal potencia nuclear del país. La generación de los parques eólicos gallegos rondó los 1.114 GWh hora, prácticamente la misma cantidad que en diciembre de 2021, porque también la potencia operativa en nuevas instalaciones apenas varió en ese tiempo. Sí hay una mejora evidente de la hidroeléctrica gracias a la temporada de intensas precipitaciones. Se incrementó un 54%, hasta los 1.100 GWh. Esa cantidad representó el 40% de la generación de los embalses del conjunto del Estado. Los dos ciclos combinados de gas sacaron al mercado unos 381 GWh; el carbón rondó los 154 GWh tras la reapertura parcial de la térmica de As Pontes para ayudar a reducir los precios ante la crisis provocada por la cotización disparada del gas; y la cogeneración sumó 152 GWh. Las tecnologías renovables representaron el 75% de la generación de electricidad en Galicia el último mes de 2022.

Sequía y atasco eólico bajan la producción eléctrica en Galicia al mínimo en 25 años

En el primero del actual 2023, la cuota de las fuentes limpias escaló al 86,3%, según los datos que acaba de actualizar Red Eléctrica de España, el operador del transporte integrado en el grupo Redeia. Hacía tiempo que las renovables no tenían tanto peso en el sistema eléctrico autonómico a causa de la prolongada sequía y el parón de nuevos proyectos. La hidráulica lidera el mix de enero: 1.577 GWh, el triple que en el arranque de 2022 y el 41% de la electricidad que salió de los embalses españoles. La producción de los parques eólicos subió un 43%, con 1.175 GWh. Los ciclos combinados aportaron 300,7 GWh; casi 103 GWh la cogeneración; y el carbón volvió a ser residual en la cesta de electricidad del mes (19,9 GWh), por debajo de la biomasa (22,9 GWh).

Otra vez Galicia se puso a la cabeza de la generación eléctrica del Estado. Fueron 3.231 GWh, muy cerca de los 3.343 GWh de la producción de Cataluña, la mayoría, el 67%, procedente de las nucleares. El tercer lugar lo ocupó Castilla y León (3.030 GWh); el cuarto Castilla-La Mancha (2.332 GWh); seguidas de Extremadura (2.315 GWh); Aragón (2.084 GWh); y Andalucía (1.919). Un tercio de la producción en la Península corrió a cargo de la eólica (7.322);_la nuclear supuso el 22,4% (5.087 GWh);_y la hidráulica el 17% (3.851 GWh). Ante la considerable inyección de las renovables con Galicia a la cabeza, los ciclos combinados pisaron el freno (2.193 GWh).

Sin tanta dependencia del gas, junto al tope puesto a los precios de este combustible en la excepción ibérica de España y Portugal, los precios de la electricidad en el mercado mayorista (pool) se desplomaron. El recibo para los clientes con tarifa regulada se redujo a la mitad, según los cálculos de Facua y la OCU, en comparación con un año atrás, y es también el más bajo para un mes de enero desde 2010. 

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