La administración concursal de Barreras exime a Prothero: “No hubo culpa grave en la quiebra”

Propone declarar la insolvencia como “fortuita” pese a la retirada del buque “Evrima” de Vigo o a la imputación de sobrecostes al astillero

Segmento de la popa del crucero “Evrima”, en las gradas de Barreras.

Segmento de la popa del crucero “Evrima”, en las gradas de Barreras. / MARTA G. BREA

Lara Graña

Lara Graña

El secretísimo vergel de documentos que permitió rescatar Hijos de J. Barreras de la disolución en febrero de 2020 tenía sorpresa. El único contrato en ejecución –era el pedido 1705, el crucero Evrima para The Ritz-Carlton Yacht Collection– dejaría de ser un activo del astillero para traspasarse a una tercera sociedad vinculada a una entidad financiera y denominada Aris Rosen SA. No es en absoluto un procedimiento habitual: los barcos dejan de pertenecer a la empresa que los construye cuando se entregan, no antes. Pero aquí se hizo. Así que, de repente, la armadora tomó el pleno control no solo del mayor astillero privado de España, sino que cambió de manos el crucero para no quedar sin él en caso de que –como aconteció poco después– Barreras entrara de nuevo en insolvencia.

Un movimiento que, a juicio de la administración concursal, no corresponde a una “ocultación o desaparición de bienes y derechos” que haya podido “retrasar, dificultar o impedir la eficacia de un embargo”. Aunque dos fueron las veces que Ritz-Carlton, ya como dueña y señora del astillero, tuvo que tirar de abogados para evitar la inmovilización de su crucero –una de ellas en Vigo, justo antes de llevárselo con engaños a Santander– por impago de deudas. Con todo, la quiebra no tendrá culpables: el informe de los gestores concursales apunta a que el colapso de Hijos de J. Barreras fue “fortuito”.

El informe tacha las alegaciones de “meras alusiones a una supuesta mala gestión empresarial”

“Debemos señalar que no se han apreciado signos de evidencia de dolo o culpa grave en su proceder que haya podido provocar o agravar el estado de insolvencia”, apunta la administración concursal, ejercida por Tahice Legal, en un informe remitido al juzgado y al que ha tenido acceso FARO. De nada han servido las alegaciones (únicas formuladas) por la representación legal de una treintena de trabajadores de UGT, que señalan la “prioridad” que, bajo la presidencia de Douglas A. Prothero –el CEO de la naviera Ritz-Carlton y protegido del fondo Oaktree–, se le dio al crucero Evrima. “En el mismo escenario –defiende la plantilla, sometida a un ERE extintivo– se decide que el buque se envía a un astillero a Santander. La salida del barco lo es con el pretexto de proceder a su pintado, pero el hecho es que no regresa nunca a los talleres” de Barreras. Es más, “las existencias del almacén se envían a Santander”, sin ningún pago a cambio. Con todo, para los gestores judiciales no ha existido ninguna “ocultación de bienes”.

La escapada de Vigo

Más aun, en su informe señala que las alegaciones formuladas por esta parte son “meras alusiones genéricas a una supuesta mala gestión empresarial, tendentes a sacar adelante el buque Evrima, con perjuicio económico para la concursada, carentes de soporte documental y/o contable alguno”. Durante la negociación con las auxiliares –que se prestaron a ajustes en los pagos–, Prothero ya estaba encargando presupuestos para rematar el barco en Santander y privar así al astillero de su único contrato en ejecución, como demostró este periódico.

Las propias cuentas mercantiles de la todavía dueña del astillero, que utiliza Ritz-Carlton Yacht como marca comercial, prueban cómo la armadora destinó el doble de inversión al buque en Cantabria, pese a que el Evrima era un contrato en vigor en Barreras. Como también avanzó FARO, en las instalaciones de Astander (Santander) se formalizaron pagos por importe de 245 millones de euros en el año 2021, frente a los 135 millones que la compañía abonó en Vigo. Son los datos auditados de la mercantil de la que depende, OCM Luxemburg EPF IV Cruise Yacht Master Holdco, con sede en el Gran Ducado. Con el Evrima lejos de Beiramar, y pese a que Prothero había confirmado la construcción de dos pedidos casi idénticos a este crucero, el canadiense contrató a una empresa especializada en reestructuraciones para proceder a una quiebra ordenada de Barreras.

Desvío de fondos

Incluso en otro juzgado de Vigo –Social número 1– se instruye la causa por el despido del exdirector general del astillero William Campbell, que presentó una demanda contra la cúpula de Ritz-Carlton por desvío de fondos en favor del barco de lujo. “Desde el inicio de la relación laboral , el actor venía identificando prácticas financieras irregulares que descapitalizaban a la mercantil Hijos de J. Barreras a favor de la armadora Cruise Yacht 1”, expone la demanda. La cúpula de Oaktree está citada para el juicio, a celebrarse el 10 de junio.

“La administración concursal propone la calificación de concurso fortuito por cuanto que, examinada la documentación [...] considera que la concursada no ha incurrido en ninguno de los supuestos”. No existe un informe de auditoría definitivo de la sociedad, toda vez que KPMG emitió un informe de denegación de opinión al carecer de la documentación que exigen las normas de auditoría.

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