Ritz-Carlton dejó un agujero contable en Hijos de J. Barreras de 40 millones

Se triplicó por los sobrecostes del buque “Evrima” y el fiasco de los pedidos de Armas y Havila | Apartó apenas 1,1 millones para “responsabilidades futuras”

El “Evrima”, durante una travesía.

El “Evrima”, durante una travesía. / RCYC

Lara Graña

Lara Graña

La lectura de las cuentas anuales de Hijos de J. Barreras del año 2021, para cualquiera que no haya seguido con mínima atención lo sucedido en el astillero, genera hasta compasión. Como si el hundimiento del mayor astillero privado de España hubiese sido provocado por una serie de fortuitas –pero catastróficas– desdichas. Según su relato, la construcción 1705 (el crucero de ultralujo para The Ritz-Carlton, el Evrima) todavía es un contrato en vigor, enumera los pedidos de Havila Kystruten como “paralizados” y se refiere al ferri de Armas como un encargo con “retrasos en el inicio de la construcción”. Pero la realidad se parece más a las historias de Dickens que a los plácidos cuentos de Hans Christian Andersen: el Evrima escapó a hurtadillas de Vigo rumbo a Santander, los barcos de Havila fueron cancelados ya en 2020 y el de Armas nunca se empezó. Con el añadido de que el presidente ejecutivo entonces de Barreras, Douglas Prothero –CEO de la naviera de Ritz–, se llevó a otro país los pedidos que había prometido para Beiramar y que habrían redundado en 500 millones de euros de facturación para el naval gallego. Una gestión que ya puede medirse en cifras totales y que resultó en un agujero patrimonial superior a los 40 millones de euros.

Lo certifican las cuentas entregadas al Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, y a las que ha tenido acceso FARO. “La sociedad incurrió en pérdidas significativas en ejercicios anteriores, que provoca que el patrimonio neto sea negativo en 40.153.608 euros”. La memoria económica de Barreras atribuye este escenario a esos factores mencionados, como el sobrecoste del crucero Evrima –fue presupuestado en 250 millones y terminó costando el doble–, el impacto del COVID y los contratos fallidos de Armas y Havila. En este caso, eso sí, sin reconocer que ya no eran contratos viables. El ferri para la naviera canaria, por ejemplo, está en proceso de arbitraje, con un perjuicio más que probable para el astillero superior a los 30 millones de euros, sumando los intereses. El juicio contra Havila ya se perdió en Londres, con una derrama a la vista de otros 43 millones de euros.

Entre las omisiones de este informe está la situación real del crucero de Ritz; estas cuentas son del año 2021, y el buque abandonó Vigo el 15 de marzo de ese año con la falsa promesa de regresar tras someterlo en Santander a los trabajos de pintura en la obra viva, obra muerta y superestructura. Prothero siempre negó que pensara traicionar al astillero que él mismo presidía, incluso cuando había solicitado presupuesto a las auxiliares para rematar el barco en Cantabria. En las cuentas enviadas al juzgado hace referencia al Evrima en estos términos: “la sociedad no tiene construcción directa, a excepción de las labores de finalización del buque 1705, que se encuentra en otras instalaciones diferentes a las de la sociedad”. Más aún, en junio de ese año, la propiedad de Barreras negoció con la armadora –son parte del mismo grupo– una entrega anticipada del crucero para que no tuviera que volver, así que en este reporte contable debería constar como un contrato ya entregado.

Prothero oculta en las cuentas anuales la estampida de Vigo con su crucero

“Aunque existía una cartera de pedidos formada por dos cruceros de lujo, al final no se han materializado”, añade el documento, en relación a los barcos hermanos del Evrima que Prothero había prometido a Vigo. Sí recuerda el texto el contrato negociado en Italia, por el cual Barreras se adjudicó un ferri de 74 millones de euros para la Rete Ferroviaria Italiana (RFI, del Gruppo FD Italiane). El astillero se presentó a este concurso público sin apenas personal técnico en plantilla, en situación de ERTE, y ni completó la documentación requerida ni habría podido lograr financiación bancaria. Fuentes del sector atribuyeron aquella negociación a un intento, fallido, para maximizar el precio de la unidad productiva de Barreras dentro del proceso de liquidación. De hecho fueron los gestores contratados por Prothero para diseñar la quiebra controlada del astillero, de la compañía Kroll, los que gestionaron aquella operación.

Pese a tener un almacén tan monumental de contingencias pendientes, y como consta en el informe de auditoría –con denegación de opinión por parte de KPMG, como ya avanzó este periódico–, Hijos de J. Barreras reconoció “una provisión para otras responsabilidades a largo plazo por importe de 1,1 millones de euros”, de los que 770.000 ya estaban comprometidos con el personal por obligaciones a corto plazo. Está en marcha la fase de calificación del concurso de acreedores, en la que figuran personadas empresas afectadas como Havila, Armas, CaixaBank, Abanca, Maessa, Barents Re o Abarca.

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El Evrima va a tener dos barcos hermanos: Ilma y Luminara. El primero ya se había firmado con Hijos de J. Barreras, con el número de pedido C-1706. Pero está tomando forma en Chantiers de l’Atlantique, astillero de Saint-Nazaire participado por el Estado francés, y en base al diseño que se trabajó en las oficinas de Beiramar. The Ritz-Carlton Yacht Collection ha iniciado ya la preventa de los billetes para este buque, con la apertura del periodo de reservas para los socios del club Marriott Bonvoy Elite, creado por la cadena hotelera propietaria de Ritz. El Ilma contará con 228 suites, todas ellas exteriores, con capacidad total para 456 personas. “La incorporación de Ilma y Luminara representa un crecimiento significativo para Ritz-Carlton Yacht Collection, y esperamos trabajar con la gerencia y Chantiers de l’Atlantique para crear estos barcos de clase mundial”, resumió el directivo de Marriott Tim Grisius, a medios especializados en turismo marítimo. Grisius fue uno de los aliados de Douglas Prothero en su calamitosa trayectoria en Barreras.

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