El precio de los coches en Galicia marca un récord tras dispararse el 10% en 2022

La industria del motor se queja reiteradamente del impacto del acelerón de la transición energética en el comportamiento de los clientes. Dice que cuesta decidir cuál comprar con el “desordenado” calendario marcado por la UE para vetar las ventas de vehículos de diésel y gasolina a partir de 2035. Hasta el comisario de Mercado Interior puso encima de la mesa el pasado mes de noviembre la posibilidad de darle una vuelta al plazo, refrendado ayer mismo por el Parlamento Europeo, aprovechando la cláusula que obliga a revisar el objetivo de descarbonización en la movilidad unos años antes, en 2026. “Debemos aproximarnos a esta fecha de revisión sin tabús”, reclamó Thierry Breton en una entrevista al periódico digital estadounidense Politico, ante la “gigantesca perturbación” que podría desencadenarse con la destrucción de “unos 600.000” empleos en grandes fabricantes y “en todo el ecosistema”. Realmente, la automoción lleva agitada bastante tiempo ya. La pandemia puso contra las cuerdas los ritmos de producción y las cadenas globales de suministro, con graves cuellos de botella que, en su caso, afectaron de lleno a los chips por la fuerte demanda para la electrónica de consumo. Luego estalló la guerra, que disparó los costes de un sector muy intensivo en energía; y la falta de camiones transportadores dejó la puntilla, provocando, como sucedió en Vigo, el bloqueo de las exportaciones y el consiguiente retraso en las entregas. Al mercado salieron menos coches y mucho más caros en 2022.

El precio medio de los coches comercializados en Galicia durante el pasado año ascendió a 20.400 euros y superó por primera vez los 21.000 –21.149 euros, concretamente– con el impuesto de matriculación incluido, según los datos detallados del gravamen publicados ayer por la Agencia Tributaria. El coste de los vehículos bate récord tras un incremento del 10% (casi 1.900 euros) en comparación con el ejercicio anterior, cuando el importe rondó los 19.200 euros.

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La subida en Galicia supera el encarecimiento registrado en el conjunto del país: un 8,3%, hasta los 22.176 euros. Destacan también los incrementos de Aragón (14,8%), Comunidad Valenciana (12,5%), Ceuta (12,3%) y Asturias (12%). El único territorio donde bajaron los precios es Melilla, un 0,5% de descenso; y entre las autonomías con menores avances sobresalen Murcia (1,7%) y Baleares (2,1%). El balance deja fuera a País Vasco y Navarra por su sistema fiscal diferenciado.

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Los coches se convierten así en uno de los productos más inflacionistas de 2022 en Galicia. Detrás están todas esas razones que condicionaron la actividad reciente de la industria del motor, particularmente la subida de los costes energéticos y la presión en los componentes. Además de la falta de semiconductores, el sector arrastra un importante incremento de la cotización del paladio, el litio o el níquel. Para compensar el desequilibrio, la mayoría de los fabricantes optó por priorizar la producción de los modelos de alta gama y, por tanto, más caros.

En Galicia salieron a las carreteras 29.010 coches en 2022, un 13% menos que el año anterior (33.361). El montante de las ventas, en cambio, bajó mucho menos –el 5%, hasta cerca de 592 millones de euros– por el alza de los precios. Las matriculaciones de vehículos de gasolina mermaron un 9% (16.715); y un 20% los de gasóleo (10.783). El resto, los híbridos y los eléctricos, repuntaron un 36%, con 1.512 unidades. La emisión media de los coches comercializados fue de 125 gramos de dióxido de carbono por cada kilómetro, ligeramente por encima del dato estatal (123). Tres de cada cuatro (21.200) fueron coches nuevos adquiridos en España y los usados superaron la cifra de los 7.700.

Las caídas más acusadas de las matriculaciones se dieron en Aragón (17,6% menos), Asturias (16,6%) y Baleares (13,8%). A continuación figura Galicia. El retroceso en todo el país fue del 2,9%. En la otra cara de la moneda están Madrid, primera comunidad en ventas, con un aumento del 2,9%; y Canarias, donde crecieron el 10%.

“El año pasado, el mercado no ha podido cambiar su tendencia negativa debido sobre todo a los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios. Además, la subida en el precio de los combustibles y de los propios vehículos han sido circunstancias que han influido negativamente”, admitía Raúl Morales, director de comunicación de la patronal, Faconauto, en su reciente balance del mercado en 2022. Parte de los problemas se mantienen este nuevo año, con la duda de cómo afectará al mercado automovilístico la intensa escalada de los tipos de interés.

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