Industria conservera

África Subsahariana y Oriente Medio contarán con fábricas de atún y sardina “made in” Vigo

Hermasa prevé aumentar un 25% su facturación, hasta alcanzar los 15 millones, y exportar más de una veintena de empacadoras

Pablo Rodríguez, director general de Hermasa, con su nuevo modelo “FlashPack” (Vigo).

Pablo Rodríguez, director general de Hermasa, con su nuevo modelo “FlashPack” (Vigo). / RICARDO GROBAS

El ‘Silicon Valley’ de la conserva no está en Estados Unidos. Tampoco en Rusia o China. Esa meca que conjuga innovación y proximidad se localiza en el Parque Tecnolóxico e Loxístico de Valladares (Vigo), donde Hermasa ha sabido mantener sus raíces sin renunciar a expandirse por todo el planeta. Ya son más de 70 las naciones que ha conquistado la compañía –especializada en diseñar y construir diferente maquinaria para la industria transformadora del mar– y este 2023 lo afronta con las mismas ganas de seguir creciendo. En un año que no podía comenzar mejor, tras hacerse con un Premio Ardán a la excelencia empresarial, se lanza a crear fábricas de atún y sardina en África Subsahariana y Oriente Medio.

“Se están haciendo inversiones fuertes”, cuenta su director general, Pablo Rodríguez, señalando que las previsiones “son buenas” con independencia a los problemas en las cadenas de suministro global que hoy en día afectan a productos tan codiciados como los microchips pero que no dejan indiferente a ningún sector. Como explica, las plantas que confeccionarán –estima entre cuatro o cinco, valoradas en dos millones cada una– serán entregadas a sus clientes, quienes posteriormente procederán a explotarlas.

A estos encargos, alguno aún a punto de cerrarse, se suman 25 empacadoras de pescado que exportarán a distintos países durante los próximos meses, contemplando pedidos “importantes” en Angola, Vietnam, Túnez, Portugal o Corea. Por si fuera poco, se expandirán a nuevos destinos, estando Sierra Leona o Senegal entre sus objetivos.

En su conjunto, Hermasa prevé facturar 15 millones, una cifra significativamente superior a los ingresos que obtuvieron el pasado año: serían tres millones más y un “récord” para la compañía. Todo ello con la mirada dirigida a la industria 4.0, poniendo el foco en aspectos cruciales que desarrollan en su tecnología para hacer que la productividad sea más “inteligente”.

África Subsahariana y Oriente Medio contarán con fábricas de atún y sardina “made in” Vigo

África Subsahariana y Oriente Medio contarán con fábricas de atún y sardina “made in” Vigo / Jorge Garnelo

“Este 2023 será el primer año en el que empezamos a implantar en todas nuestras máquinas analítica de datos descriptiva, para ofrecer más información, y prescriptiva, para mejorar la toma de decisiones”, comenta Pablo Rodríguez en este contexto, haciendo hincapié en su “gran apuesta” por la I+D+i, campo en el que anualmente invierten un 10% del dinero que generan.

Esta apuesta se materializa, por un lado, en la Smart Tunipack, última versión de una máquina “clave en el proceso productivo del atún” que se comenzará a comercializar en el primer trimestre de este año. La misma, a través de un software propio, permite captar todos los datos del proceso del empaque de este pescado azul, como humedad, temperatura o grasa –entre otros–, para mejorar su rendimiento.

Por el otro, la compañía trabaja en automatizar al 100% su modelo FlashPack, en este caso vinculado al empaque de sardina. Si una línea manual necesita a unas 80 personas para funcionar, una semiautomática sobre 30, y la línea automática que actualmente comercializan necesita unas 14 personas, el nuevo prototipo que están diseñando –y que estiman que este 2023 este operativo en algunas fábricas– reduciría el equipo humano preciso al mínimo: tres o cuatro personas cuyos puestos serán de supervisión.

“La visión que tenemos en Hermasa es que una fábrica inteligente es una fábrica en la que podremos conseguir una serie de datos y tener una herramienta sencilla, intuitiva, visual y práctica que permita tomar decisiones basadas en ciencia, siempre apoyada por la experiencia de las personas. Creemos mucho en la dualidad de ambas”, sentencia Pablo Rodríguez.

Suscríbete para seguir leyendo