Prothero rechazó retomar los dos buques de Havila cuando asumió el control de Barreras

La naviera envió hasta dos cartas para convencer al equipo de Ritz-Carlton: “Tenemos la financiación” | El astillero negoció cambios en el contrato cuando ya estaba en quiebra

Vista aérea de los cascos de
Havila, en Barreras, antes de
su retirada.  | // GOOGLE EARTH

Vista aérea de los cascos de Havila, en Barreras, antes de su retirada. | // GOOGLE EARTH / Lara Graña

Lara Graña

Lara Graña

El naval vigués tuvo opciones de asumir la construcción, por primera vez en su trayectoria, de dos cruceros con propulsión híbrida (gas natural licuado y baterías) por importe de más de 270 millones de euros. Y las tuvo al alcance de la mano en dos ocasiones, con lo que habría consumado un nuevo hito industrial y habría aportado 1,8 millones de horas de trabajo al conjunto del sector. No aprovechó ninguna. El contrato, firmado entre la naviera noruega Havila Kystruten y el astillero Hijos de J. Barreras, entró en vigor en abril de 2018. Una extensa letanía de problemas de carácter financiero y técnico paralizaron su ejecución en julio de 2019, cuando la compañía controlada entonces por la petrolera Pemex, Emenasa, Baliño y Albacora ya tenía graves problemas de solvencia. Pero hubo opciones de retomar el proyecto y de dotar de carga de trabajo al astillero. El empresario que se hizo cargo después de Barreras, Douglas A. Prothero, lo rechazó. Así consta en la sentencia dictada el pasado viernes en la High Court of Justice of England and Wales (Londres), y avanzada ayer en primicia por FARO. La única responsabilidad por la pérdida de aquel doble encargo, como ha zanjado el magistrado Andrew Henshaw, corresponde a los otrora gestores en Beiramar número 2. Prothero –que continúa siendo consejero delegado de la naviera Ritz-Carlton Yacht– fue a continuación el encargado, como presidente ejecutivo del astillero, de encargar su liquidación.

De hecho, fue la negativa del canadiense lo que finalmente permitió a Havila ejecutar la cancelación conforme a derecho del contrato, y poder reclamar ahora una indemnización de 42,8 millones de euros. “Concluyo que Havila tiene derecho a recuperar todos los pagos realizados al astillero, con intereses”, zanja el fallo. “Todos los esfuerzos realizados para persuadir [a Barreras] de retirar la anulación del pedido [y de retomarlo] fueron infructuosos”. La sucesión de acontecimientos, desgranada en una complejísima sentencia de 156 páginas, vuelve a señalar al directivo que prometió convertir al naval vigués en una referencia mundial en el segmento de buques de pasaje. Aunque, eso sí, las negociaciones que frenaron las construcciones no fueron lideradas por el equipo de Ritz, sino por la guardia pretoriana de García Costas.

De China a Rusia

De inicio, Havila había firmado un esquema de financiación con la china BoComm Financial Leasing, pero éste se vino abajo a causa del tax lease. El juez, en media docena de ocasiones, insiste en que este hecho “no es culpa de ninguna de las partes”. A continuación –no sin contratiempos–, la naviera amarró el compromiso de otra entidad, la irlandesa de capital ruso GLTK. Pero Barreras ya había decidido que no confiaba en Havila, pese a que habían decidido repartir el sobrecoste de los barcos tras haber detectado que tenían sobrepeso y que debían ser alargados en 12 metros. La prioridad, en otoño de 2019, ya era otra: con Ritz-Carlton como única opción sobre la mesa para evitar la quiebra del astillero, el único interés del equipo de Prothero era el de terminar su pedido, el crucero de lujo Evrima.

“La falta de respuestas a la carta del 15 de enero, tratando de persuadir a Barreras que no tenía derecho a cancelar el contrato y que debía reanudar el proyecto”, ha sido determinante para la victoria de Havila. “El comprador expresa la sincera esperanza de que el constructor retome el sentido común. Confirma los cruceros y tiene la financiación”. La sentencia no es jurídicamente vinculante de momento, pero en todo caso obligará a la aseguradora Abarca –con el mismo abogado en este procedimiento que Hijos de J. Barreras– a abonar la indemnización a la naviera presidida por Per Sævik, que tuvo que recurrir al naval turco para poder prestar los servicios de rutas costeras entre los puertos de Bergen y Kirkenes. Este empresario, que fue testigo durante el pleito, llegó a escribir a Ritz-Carlton, preocupado por las noticias que llegaban de Vigo acerca del sobrecoste del crucero Evrima y del agujero patrimonial de Barreras. En efecto, el fallo también considera probado que el astillero negoció todas las modificaciones en el contrato de los barcos –construcciones 1710 y 1711– cuando ya estaba en situación de quiebra técnica y obligado, por tanto, a instar un procedimiento de disolución.

Claves

  • ¿Quién deberá pagar a Havila?

    Es un procedimiento de recuperación. Será la aseguradora Abarca la que deberá indemnizar a Havila, y a continuación exigir el importe a Hijos de J. Barreras. Como está en liquidación y no tiene activos, su única opción será pleitear contra los dueños del astillero, Cruise Yacht.

  • Un fallo que no afecta a Armón

    Astilleros Ría de Vigo (Grupo Armón) asumió la unidad productiva de Barreras en un procedimiento de prepack concursal. Esta sentencia no tiene impacto para él.

LA JUEZA DE LO MERCANTIL LIBERA A LAS AUXILIARES DEL REVÉS DE LONDRES: "HEMOS RECUPERADO CASI TODO"

La información avanzada este martes por FARO cogió a todo el sector por sorpresa. Nadie sabía que la sala de lo Mercantil (Commercial) de la High Court of Justice of England and Wales había dado la razón a Havila Kystruten frente a Hijos de J. Barreras. Tampoco la industria auxiliar, que encaró la liquidación del astillero con deudas por importe de casi 10 millones de euros de este proyecto de cruceros para Noruega y del ferri de Armas. Pero, más allá del sobresalto, hubo tranquilidad. La jueza de lo Mercantil número 3 de Pontevedra (con sede en Vigo), Amelia Pérez, ya había autorizado el desembolso de casi todas las facturas pendientes a estas empresas, como confirmó a este periódico el abogado Alberto Rocha. “Han recuperado casi todo”. El pasado verano, y a instancias de este letrado, la magistrada permitió abonar la mitad de los trabajos que habían quedado sin pagar. Entonces, las auxiliares ingresaron en torno a 4,8 millones de euros. “Expusimos que concurrían causas de carácter extraordinario” para allanar un segundo pago, que fue aceptado por Pérez. De este modo, los 14,8 millones que Armón pagó por la unidad productiva de Barreras se han agotado, prácticamente, entre las indemnizaciones al centenar de despedidos de la compañía y a empresas proveedoras. JJ Naval, Montajes Cancelas, Norinver, Maessa, Talleres Dizmar o Tuycalde son algunas de las firmas que se vieron atrapadas en el colapso final del, hasta la pasada primavera, mayor astillero privado de España.

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