La industria gallega de construcción naval recibió dos severos correctivos en los últimos tres años, con la liquidación de Factorías Vulcano, primero, y de Hijos de J. Barreras, después. Con la reactivación de la primera todavía en fase de espera –San Enrique acaba de despachar un túnel de viento para una empresa sueca de automoción, pero todavía no ha puesto en vigor ningún buque–, la adjudicación a Armón de las instalaciones de Barreras ha insuflado al sector de capacidad para dejar atrás números rojos y aspirar a segmentos de negocio que había apartado hace tiempo.
Con actores que han mantenido en todo momento la carga de trabajo, ya sea con nuevas construcciones, reparaciones o proyectos integrales de refit (reforma). Según los datos facilitados a FARO por la sociedad Pymar, que agrupa al grueso de los astilleros privados españoles, Galicia sumó hasta septiembre seis nuevos contratos. En suma, la cartera actual asciende a una docena de pedidos –a falta de disponer de las cifras oficiales del Ministerio de Industria–, por un importe aproximado de 570 millones de euros.
Reforma integral
El Polar Queen era un buque multipropósito offshore construido por Freire Shipyard para la noruega Rieber Shipping. Ha sido sometido a un complejo refit para el Schmidt Ocean Institute norteamericano; ahora se llama Falkor Too.
La diversificación es la característica principal de esta fotografía instantánea, con buques de todo tipo: pesqueros de última generación, oceanográficos, superyates, catamaranes o ferris. En los próximos días se firmará otro arrastrero congelador, también de capital vigués –el último encargo de este tipo fue el Prion, de la joint venture de Pescapuerta en las Falkland (Malvinas)–, y la ría volverá a alumbrar un atunero a comienzos del año próximo, según pudo constatar este periódico; el último, Monteraiola, fue contratado por Grupo Calvo. Están pendientes además un arrastrero congelador para Copemar –en reemplazo del malogrado Baffin Bay– y que Cardama pueda poner en vigor tanto una draga de 73 metros como un remolcador de gran potencia de tiro para el Canal de Suez. Encargos que han de reforzar una cartera que supone, por el momento y de acuerdo a los mismos datos de Pymar, cerca de cuatro millones de horas de carga de trabajo.
Un estirón
Esta reforma será también de gran calado: Nodosa ya alarga el New Polar, que ganará 14 metros de eslora, en un proyecto que costará 5 millones. Es un encargo de Lafonia
Armón ha sido el grupo más activo en nuevas contrataciones en lo que va de año, con cinco efectivos y antes incluso de integrar la unidad productiva de Barreras, por la que pagó 14,7 millones de euros. Puso en vigor el ferri eléctrico Cap de Barbaria, con diseño double ended y que operará para Baleària y que ya cumplió el hito de la botadura. El equipo de Santiago Martín hizo lo propio con tres oceanográficos: para el Instituto Español de Oceanografía (IEO, bautizado ya como Odón de Buen), para Niwa Vessel Management (Nueva Zelanda, en reemplazo del Kaharoa) y un tercero para el Marine and Freshwater Research Institute islandés (sustituirá al Bjarni Sæmundsson).
Un pesquero para Wanchese Argentina, con capital canadiense y dedicado a la pesca de vieira, completan la cartera de nuevos pedidos de Armón Vigo. El sexto buque firmado hasta el 30 de septiembre fue el Prion, un supercongelador de 85 metros y que ocupará el puesto del Capricorn en la pesquería de calamar loligo. Lo asumirá Nodosa, que ya ejecutó buena parte de la renovación parcial de la flota de Malvinas o NAFO.
Construcciones Navales Paulino Freire (Freire Shipyard) tiene gran ocupación en sus gradas de Bouzas y San Gregorio, con cuatro buques. El oceanográfico para Abu Dhabi, Jaywun, ya ha realizado pruebas de mar. Cuenta con otro buque de investigación, encargado por la institución californiana MBARI y que llevará el nombre David Packard en el casco.
Con el astillero en venta, el futuro de la construcción naval en el área de Teis dependerá del nuevo inquilino de Metalships & Docks, de Grupo Rodman. Astilleros Gondán –pujó con Armón por los terrenos de Barreras– está dispuesto a desembolsar unos 20 millones de euros por la compañía, según pudo saber FARO en fuentes próximas a las negociaciones. El trato puede dejar fuera el dique de 5.000 toneladas, con una valoración de entre cinco y siete millones de euros. En caso de que cristalice esta transacción, el naval de la ría podría recuperar un segmento como el de los buques offshore, que precisamente perdió tras la entrega del Lay Vessel 108, de la propia Metalships, y el flotel Reforma Pemex, despachado por Barreras para la petrolera mexicana.
