La recaudación de abril es una de las más relevantes del año para la Agencia Tributaria. Entran a caja las partidas habituales del devengo del mes anterior –a excepción del IVA, en su mayor parte correspondiente a la actividad de febrero, y en alcohol, que recoge la aportación de enero–, las declaraciones del primer trimestre de las pymes y el pago a cuenta inicial del Impuesto sobre Sociedades. En ninguna se ve por el momento señales de desaceleración a pesar de la difícil coyuntura que atraviesa la economía por la elevada inflación.
Los ingresos fiscales aumentaron un 14,4% en abril y acumulan un alza del 18,1% desde el arranque del año. Destaca el comportamiento de las retenciones del trabajo, el IVA “y, en menor medida”, del gravamen que descansa sobre el beneficio empresarial, según explica el organismo en el nuevo balance de recaudación publicado ayer, el enésimo ejemplo de la buena racha del mercado laboral. Crece el empleo y aumentan los salarios. De ahí que el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) siga fuerte, con un incremento en Galicia del 14,9%, claramente por encima del 10% que aumenta el total de ingresos fiscales.
Las retenciones
El IRPF deja casi 1.381 millones de euros en la comunidad, su mayor aportación entre enero y abril en la serie estadística que se remonta hasta 2007. Los ingresos homogéneos del impuesto en el conjunto del país avanzaron cerca del 13%. Las retenciones del trabajo y actividades económicas crecieron un 16% en abril y un 13,1% en el primer cuatrimestre tras “una intensa aceleración” de la creación de empleo en las grandes empresas, las subidas salariales “en el entorno del 3%” y el aumento del tipo medio efectivo por la mejora de las retribuciones. También medra la ocupación en las pymes (12,4%), mientras que la revisión de sueldos y de tipo efectivo, “que también existen, quedan algo difuminadas” en su caso “por la presión a la baja que supone la recuperación del empleo hasta niveles históricamente más normales en sectores de actividad con niveles retributivos bajos”, como ocurre, por ejemplo, en la hostelería.
Las retenciones en las administraciones aumentaron un 11%, fruto de la subida de la pensión media y de las nóminas del personal público, donde se moderan los incrementos en comparación con las primeras olas de la pandemia. “Lo que se aprecia ahora es otra dinámica que se distingue por un incremento pequeño y estable del empleo”, señala la Agencia Tributaria, acompañado de un alza del salario medio inferior al 2%.
Beneficio empresarial
El desembolso del Impuesto sobre Sociedades es similar al primer pago de 2021, aunque en aquel momento hubo 1.100 millones de ingresos extraordinarios por la integración de Bankia en Caixabank. Sin ellos, la recaudación se elevaría un 18,4%, “una cifra coherente con las que se observan en el resto de figuras”. La contribución de las empresas con sede en Galicia a cargo de sus ganancias ascendió a 121,2 millones de euros, un 6,9% más que el pasado ejercicio.
Los ingresos del IVA aumentaron en la comunidad cerca del 6%, hasta los 1.339 millones de euros, y avanzaron por encima del 22% en todo el país. Aún así, la Agencia Tributaria nota “cierta moderación en el ritmo de crecimiento, tanto en las declaraciones mensuales como trimestrales”.
Entre los Impuestos Especiales, su evolución continúa “limitada” por la rebaja del tipo en el Impuesto sobre la Electricidad para frenar el golpe en la factura doméstica de la cotización disparada en el mercado mayorista. La medida se comió 681 millones de euros hasta abril. La recaudación cae el 11% en Galicia, arrastrada por el impacto de la huelga de transportistas en la segunda quincena de marzo y de la subida de los combustibles sobre los ingresos del Impuesto sobre Hidrocarburos.
Galicia cierra marzo con superávit
Galicia cerró el primer trimestre del año con un superávit del 215 millones de euros, el 0,31% del Producto Interior Bruto (PIB). La remesa de transferencias del Estado permitió a la mayoría de las autonomías alcanzar en marzo equilibrio presupuestario, con las únicas excepciojnes de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Murcia. El déficit en el conjunto de las administraciones públicas, excluida la ayuda a los bancos, se situó en 4.412 millones de euros hasta marzo, lo que supone una reducción del 78,4% (16.048 millones de euros). De las cuentas del Estado hay ya dato de abril, cuando el déficit se situó 0,5% del PIB, frente al 1,68% del mismo mes de 2021. Una caída del 67,6% que el Ministerio de Hacienda achaca a un “sólido” incremento de los ingresos no financieros del 16,7%, frente al comportamiento de los gastos, que decrecen a un ritmo del 4% “como consecuencia de la reactivación económica y la creación de empleo impulsadas por el avance del proceso de vacunación”.
