Stellantis Vigo retomará en sus instalaciones parte de los trabajos de estampación que en su momento fueron externalizados y ampliará la fabricación de las baterías de cara al aumento de la cadencia que se espera para los próximos años. El plan industrial para el corto-medio plazo ideado por la dirección de la planta de Balaídos incluye esta internalización de partes estructurales de los vehículos y también un aumento en la fabricación de los vehículos comerciales ligeros a raíz de la llegada de la quinta silueta, la Fiat Doblò, y del fin del ciclo de vida del Grand C4 Spacetourer en julio.
Según explicó la dirección de Stellantis Vigo al comité de empresa, la intención de la firma es la de mantener el ritmo de producción de 2.300 vehículos al día si el suministro de componentes lo permite, si bien reconocieron que no se prevé una mejora en los problemas de abastecimiento que sufre la factoría, sobre todo por la escasez de semiconductores.
Ya en el plano industrial, la intención de Stellantis es la de poner en marcha la línea 4 del taller de embutición –actualmente sin actividad– para estampación de ciertas piezas. La chapa llega en forma de bobinas que se cortan y luego son estampadas en las prensas para lograr las piezas que finalmente son ensambladas para conformar la estructura de un vehículo. Parte de estos trabajos fueron externalizados en su día a proveedoras de Vigo y su área como Snop, Benteler o Gestamp.
De igual forma, en el taller de ferraje, en el que se incorporaran trabajos de soldadura, se potenciará la cadencia para hacer tres furgonetas k9 por hora.
En lo que respecta a las baterías, la intención de la dirección es la de instalar un taller para el montaje de los sistemas que se instalan en las furgonetas en el lugar en el que ahora se montan los amortiguadores. Con este movimiento se persigue aumentar la producción de baterías por hora para adaptarse al incremento previsto en la fabricación de vehículos eléctricos.
