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El paro pierde fuelle en Galicia y divide a los transportistas que aún lo respaldan

La cadena alimentaria recupera lentamente la normalidad | La industria pesada nota también la mejoría | Las patronales que siguen con la protesta reducen sus apoyos

Un grupo de piquetes ayer en la entrada del puerto de A Coruña. | // VÍCTOR ECHAVE

Un par de días antes del inicio del paro indefinido, la sección de mercancías del Comité Galego de Transportes se partió en dos durante la reunión extraordinaria para analizar la protesta de “una autodenominada plataforma”. En el órgano consultivo de la Xunta con el sector hay tres patronales representadas en función del número de asociados y de vehículos. Fegatramer lideró la oposición a la convocatoria. Con un 62% de los votos, la principal federación de transportistas en la comunidad sacó adelante una clara mayoría contra el paro, “sin perjuicio de instar al Gobierno a adoptar medidas para contener y paliar la subida del precio del gasóleo”.

Solo una hora después de conocerse la decisión del comité, la patronal minoritaria se desligó del acuerdo: “Tras las solicitudes recibidas por la gran mayoría de nuestros de nuestros socios, Apetamcor decide sumarse al paro”. Su apoyo y el de otras agrupaciones de empresarios locales avivaron la movilización en Galicia, la zona del país más afectada y donde se evidencia ahora el freno del paro tras el acuerdo del Gobierno con gran parte de los profesionales.

Pérdida de apoyos

Después de las fuertes críticas a la Plataforma de defensa del transporte de mercancías por la ausencia de órganos internos, Apetamcor quiso dejar claro ayer que en su caso sí se celebró una asamblea el pasado sábado para una “votación democrática de los socios” sobre la continuidad del paro. La organización supera los 1.300 socios, pero únicamente acudieron 188. En la sede de Ourense ganó el no (22 votos a favor de seguir y 29 en contra). En la de O Porriño hubo empate. Solo ganó la propuesta de mantener la movilización en Santiago (39 a favor y 23 en contra) y en Lugo (5 síes y un no).

“De acuerdo con el resultado de las elecciones, Apetamcor continúa secundando el paro, pero respeta la libertad de los socios que quieran trabajar”, asegura la patronal en un comunicado. Otras asociaciones gallegas unidas a la protesta organizaron también sus propias asambleas. A la de la coruñesa Ascentra acudió la mitad de los asociados y “el 80%” de los que fueron, según su presidente, Antonio Señaris, optaron por seguir el paro, al igual que los de Aetram en Lugo.

Quedan menos piquetes en las carreteras gallegas y, según Fegatramer, “la situación se está normalizando”. “El problema viene de la ruptura de las cadena logística durante estos 15 días”, recuerda su secretario general.

Cadena alimentaria

Lo mismo opina el director-gerente de la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca): “Estamos bajo mínimos y tardaremos unos días en volver a la rutina”. Higinio Mougán reconoce que en los polígonos industriales y las conexiones con la Meseta amainó el temporal, aunque el miedo sigue en el cuerpo. “El paro no va a peor, pero lo preocupante siguen siendo los episodios violentos entre los propios transportistas –asegura–. Me gustaría lanzar un llamamiento a todo el sector y a sus organizaciones para que rechacen de una forma clara, categórica y expresa su rechazo a las coacciones”.

Las cadenas de distribución alimentaria que operan en Galicia llevan ya unos cuantos días sin apenas incidencias por la actuación de los piquetes y “bordeando la normalidad” en el reparto por los establecimientos. “Lo veo en nosotros y en la competencia”, apuntan desde una de las firmas. “Puede haber problemas puntuales en algún producto, pero la razón en estos momentos es el acopio desmesurado de los clientes”, dice el portavoz de otra de las empresas de gran consumo, que tampoco notan ya problemas con productores de referencia en la comunidad como Estrella Galicia. “Mañana [por hoy] veremos –coinciden las fuentes consultadas por FARO– si se desinfla en los puertos por las lonjas”.

Los fabricantes de piensos intentaban negociar ayer una tregua de 24 horas con los transportistas que todavía secundan el paro. Esta vez con vehículos convencionales para el traslado del cereal a las plantas de producción y no con los camiones cisterna usados en el reparto de la alimentación animal a las granjas. La industria láctea pudo volver a la recogida en granjas sin demasiados problemas desde el fin de semana. “Hasta este momento, no tenemos ningún tipo de incidencia en el sector primario”, explicaba a última hora de la tarde Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias.

En la industria

El secretario general de Asime confirmó igualmente la mejoría en el transporte para la industria pesada. “Empiezan a moverse tanto en distancias cortas como largas”, indica Enrique Mallón, que pide al Gobierno trabajar ya “en medidas a medio y largo plazo” para paliar las consecuencias de la subida de los combustibles y la energía. El sector está aún muy tocado por la pérdida de actividad derivada de las paradas de Stellantis o los ERTE impulsados en Calvo y Finsa.

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