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Ritz-Carlton se indemnizó a sí misma por el fiasco "Evrima" con dinero de Barreras

El crucero “Evrima”, el día de su salida de Vigo, remolcado rumbo a Santander. | // RICARDO GROBAS

Cuando la armadora Cruise Yacht Opco (es una de las sociedades que utilizan The Ritz-Carlton Yacht Collection como marca comercial) se hizo cargo de Hijos de J. Barreras, en febrero de 2020, lo hizo con múltiples contrapartidas a su favor. A saber, logró poner a su nombre la propiedad del crucero Evrima, aún en fase de construcción y de forma completamente inusual en el sector; hipotecó los terrenos privados del astillero, entre Tomás Alonso y Beiramar, en favor de otra de las sociedades de su entramado; e incrementó el coste del barco en 80 millones de euros, blindados por la entidad semipública Cesce, para hacer frente a la desviación sobre el presupuesto original.

Cruise Yacht 1: El astillero asume su obligación de pagar a la compañía la cantidad de 16.525.000 euros

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En aquel momento, dentro de esos 80 millones –cubiertos por el Estado– se incluyó la posibilidad de incluir “el importe máximo de penalizaciones” para indemnizar a la naviera, ya que el crucero iba a entregarse con retraso. Y así se hizo: Ritz-Carlton se indemnizó a sí misma con 16,525 millones de euros por no recibir a tiempo un buque que ella misma estaba gestionando. Barreras era, y todavía es, 100% de su propiedad.

Así consta en el balance de cuentas de Cruise Yacht 1, una de las empresas dirigidas por Douglas Prothero, que se hizo con la propiedad del Evrima meses antes de que el canadiense asumiera la presidencia de Barreras. “El astillero asume su obligación de pagar a la compañía la cantidad de 16.525.000 euros, que representa el importe máximo de las penalizaciones”, reza el documento, depositado en el registro mercantil de Malta. Esta compensación por el sobrecoste del crucero se ejecutó pese a que la dirección del proyecto estaba en sus manos, y obedeció a los múltiples cambios requeridos en la construcción por parte del equipo de Prothero.

De hecho, con Ritz-Carlton ya como propietaria de Barreras, detectó una segunda desviación presupuestaria, por idénticas razones que causaron la primera. El nuevo sobrecoste, de 49 millones de euros –según las cuentas de Barreras de 2020–, también recibió el respaldo de Cesce. FARO ha intentado repetidamente obtener la versión de este organismo, cuya propiedad es mayoritariamente pública, sin éxito.

Armón y Gondán podrán incluir nuevos contratos en su propuesta

El Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ha autorizado la venta de la unidad productiva de Hijos de J. Barreras. La magistrada Amelia Pérez Mosteiro ha dado diez días de plazo a las tres empresas postoras para que mejoren sus ofertas, si lo consideran oportuno. Dos de ellas podrán hacerlo con nuevos contratos, firmados después de que hubiesen remitido sus ofertas a la gestora Kroll. Armón, por ejemplo, puso en vigor desde entonces el contrato para el nuevo oceanográfico del IEO, que construirá en Vigo. Gondán, por su parte, firmó un nuevo buque de apoyo a polígonos eólicos offshore (un Commissioning Service Operation Vessel, CSOV), el segundo que pretende ensamblar en Beiramar. Las direcciones de Armón y Gondán ya han acordado reunirse con representantes de los trabajadores de Barreras, informaron ayer fuentes de CC OO.

Asimismo, y a petición del administrador concursal, José Ramón Cerezales (Tahice Legal), la jueza ha autorizado el desguace de los cascos y aceros del proyecto Havila. Como avanzó FARO, se venderá la chatarra al peso, y el dinero que se obtenga de la misma quedará consignado en una cuenta bancaria “a resultas de la calificación que haya de darse al crédito que pueda ostentar” la naviera noruega. Havila reclama 37 millones a Barreras por este contrato fallido, así como 20 millones de indemnización por los dos barcos que no recibió; el astillero le pide, por contra, una compensación de 17 millones.

Gondán deberá volver a remitir su propuesta íntegra en castellano, ya que la primera la envió en inglés, y Armón tendrá que concretar los detalles de su oferta en materia laboral, que pasa por mantener a “al menos 20 trabajadores” de la estructura actual de Hijos de J. Barreras. La hoja de ruta de este último postor, por tanto, deberá incluir un ERE parcial de extinción. Marina Meridional, tercera aspirante a la compra de la unidad productiva, también podrá mejorar el contenido de su propuesta.

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