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El cuello de botella que tensa al vidrio

Raúl Méndez, CEO de cervexas Nós, en la planta de embotellado de la cervecera. Marta G. Brea

La falta de suministro de este material pone en jaque al sector del vino y la cerveza; ante la recuperación de la demanda de la hostelería hacen acopio para continuar produciendo

El desabastecimiento se ha convertido en invitado ya habitual de las cadenas de suministro de diferentes sectores, especialmente los de producción deslocalizada. Lo que parecía un problema puntual se traslada a la realidad de las empresas, que deambulan entre la previsión y acopio, al menos mientras dure la distopía. Porque se trata de salvar los muebles, de garantizar que la rueda continúe girando. Hace escasas semanas que los sectores vinícolas y cerveceros gallegos se han unido a la lista de perjudicados. Su particular cruzada llegó con la falta de vidrio para envasar sus productos. Y si hasta hace quince días los distribuidores trabajaban sobre pedido, ahora disponer de stock se ha tornado imprescindible: “Al realizar pedidos te plantean plazos de entrega de un mes y medio cuando antes eran de una semana. Tenemos que hacer un pedido más grande para estar abastecidos”, comenta Lois Alafaya, uno de los fundadores de cervezas Nasa.

“Las entregas tardan mes y medio cuando antes eran de una semana”

Lois Alafaya

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No se trata, en este caso, de roturas en la cadena de suministro, de falta de materias primas, pues el 92% de ellas se obtiene en territorio nacional, detalla la secretaria general de los fabricantes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Envases de Vidrio, Karen Davies. El sector del vidrio se enfrenta a su propio cuello de botella: una demanda más elevada que la oferta. Ha sido el causante la reapertura del canal horeca, tras la parálisis de la pandemia. “El sector del vino y los espirituosos dejaron de pedir vidrio mientras había restricciones en la hostelería. Ahora que se han reabierto bares y restaurantes, las empresas se están abasteciendo de una sentada, cuando la demanda solía ser más ordenada”, expone Davies. El repunte adquiere tal dimensión que poco importa que los hornos de los fabricantes de vidrio trabajen 24 horas, 365 días al año. Es su dinámica habitual: producen “19.000 millones de botellas y tarros al día en España”, detalla la experta. Tampoco sirve de mucho que no hayan parado en el confinamiento. “No ha habido detenciones de fabricación durante la pandemia, ni falta de envases tampoco. La producción, al ser continua, se desvió a mercados que sí querían más vidrio”, añade Davies. Todo ello teniendo en cuenta que el 80% del vidrio se vende en el mercado nacional.

“No es por falta de materias primas, es por el desajuste de oferta y demanda”

Karen Davies

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Es cuestión de reajustar la oferta, considera la portavoz de los fabricantes de este material. Ese delicado y difícil equilibrio ha alentado el miedo entre las empresas productoras de vino y cerveza. Y ante plazos de entrega más dilatados que ponen en jaque las ventas, el acopio (o intento de) se ha convertido en la solución más socorrida. Lo que no hace si no tensar más ese cuello de botella. Los más perjudicados, como es lógico, son los pequeños productores. Sus pedidos, de menor tamaño, minan su fuerza negociadora y les obliga a ceder terreno frente a los grandes, que se ven en disposición de almacenar mayor cantidad de botellas. “El gran problema es el acopio que las empresas tratan de hacer, desbarajustan el mercado”, Jorge Peláez, presidente de Marqués de Vizhoja. Su bodega, a diferencia de otras empresas del sector, hace una planificación anual de la compra de unas botellas que son personalizadas, tanto por el cristal como por el gravado que incluyen.

“El precio del vidrio se ha disparado hasta un 10% en lo que va de año”

Emilio Rodríguez

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Todo esto ha derivado en preocupación en el sector, reconoce Juan Manuel Casares, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Orixe Ribeiro. Y no es menor el problema pues para los productores de cerveza artesanal, por ejemplo, la botella supone un 15% de los costes de producción. El precio del vidrio, sometido a esta tensa dinámica de mercado, ha aumentado un 10% en lo que va de año, estima Emilio Rodríguez, director enológico de Terras Gauda. “Los fabricantes de vidrio son intensivos en electricidad”, razona Rodríguez. En enero, adelanta Alafaya, subirá un 30%, según refieren los propios distribuidores.

Botellín de la cervexa Nós, en la planta de embotellado de la cervecera Marta G. Brea

Las bodegas encabezan la lista de consumidores de vidrio. “Por eso nos preocupa tanto la situación. Desde el inicio de la pandemia no dejó de crecer el consumo de vino”, recuerda Davies. Cierran el podio el sector de la cerveza y la alimentación. Pero tensa la demanda el hecho de que cada vez más marcas opten por este material para su envasado por cuestiones de sostenibilidad, recuerda la portavoz de los fabricantes. Será en los próximos meses que se solucionará la situación, avanza Davies, “es transitorio. Se irá solventando en el menor tiempo posible”.

Si bien en lo que respecta al suministro de botellas de vidrio, el CEO de Cervexa Nós, Raúl Méndez, se reconoce previsor; por otro lado, acusa la falta de otros materiales claves en su proceso productivo. “Estamos teniendo muchos problemas con las latas”, asegura. Suma a esta lista de desabastecimiento tanto las etiquetas de los productos como el cartón. “Tenemos tres referencias elaboradas y sin vender porque nos dicen que no disponen de los rulos de cartón que necesita el proveedor para elaborar las etiquetas”, expone el directivo.

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