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Escrivá propone rebajar las ayudas por COVID a los autónomos

Los autoempleados que hayan agotado sus cotizaciones no podrán cobrar la prestación por cese compatible con la actividad

Clientas en un comercio de ropa de Pontevedra. Gustavo Santos

El Gobierno plantea renovar a la baja las ayudas COVID para los autónomos y hacerlo hasta el 30 de septiembre; la misma fecha planteada para los ERTE. Los trabajadores por cuenta propia que estén cobrando un cese de actividad extraordinario y que lo compatibilicen con un cierto nivel de actividad se quedarán sin ayudas. Es decir, podrán seguir facturando y cobrando su prestación, pero siempre que tengan suficientes cotizaciones acumuladas para ello. Actualmente hay un mínimo de 80.000 personas en este caso. Como compensación, la Seguridad Social ha planteado mantener una bonificación de parte de la cuota mensual que pagan los autónomos, que menguará con el paso del tiempo. El Estado compensará el 90% en junio y acabará en el 25% en septiembre.

El ministro de Seguridad Social, José Luís Escrivá, trasladó ayer a las organizaciones más representativas de los autónomos su propuesta. Esta es una prórroga a la baja, pues reduce las condiciones existentes. La principal modificación es que aquellos autónomos que no acumulen cotizaciones suficientes, ya sea porque están en tarifa plana o porque ya han agotado su reserva, se quedarán fuera de esta ayuda. Según la Seguridad Social, ese colectivo suma 79.056 personas.

Y para los que sí acumulan aún cotizaciones, tras 14 meses de pandemia, Escrivá endurece las condiciones de acceso. Si antes podían compatibilizar la prestación y los ingresos si venían de una caída de facturación del 50%, ahora deberá ser a partir del 75%. Actualmente, con el tope del 50%, hay 361.346 beneficiarios con esta prestación por cese. El planteamiento del Ejecutivo es retirar las ayudas para incentivar la reactivación. Las organizaciones de autónomos han salido rápidamente a manifestar su rechazo.

El Ejecutivo sí mantiene una prestación extraordinaria para aquellos autónomos obligados a cerrar por una decisión administrativa, ya sea por un brote puntual de COVID o por una limitación más sostenida en el tiempo para determinados sectores, como el caso del ocio nocturno. Para estos se mantiene una prestación extraordinaria cuya cuantía será del 50% o del 70% de la base mínima de cotización, en función si el beneficiario es familia numerosa o no. Es decir, entre 472 euros y 660 euros al mes; en la mayoría de los supuestos. Esta ayuda durará lo que dure la suspensión total de la actividad por motivos de fuerza mayor. El cobro de la misma, no obstante, será incompatible si el ciudadano tiene otro trabajo como asalariado y de ahí cobre más de 1,25 veces el importe del salario mínimo interprofesional (SMI).

Para compensar la rebaja en las prestaciones, Escrivá ha planteado a los agentes sociales bonificar la cuota para los autónomos que actualmente perciben alguna ayuda. Es decir, esos 361.346 beneficiarios que compatibilizan actividad y prestación, más los 79.056 que hacen lo propio pero no tienen cotizaciones acumuladas y los autónomos de temporada y suspendidos. En total serán 451.786. Y la bonificación será menguante. En junio, del 90%, en julio del 75%, en agosto del 50% y en septiembre del 25%.

La pasada semana, el Gobierno presentó su propuesta para reformar el sistema de tributación de autónomos.La reforma contempla 13 tramos entre los que podrán escoger en función de la previsión de sus ingresos, con cuotas de hasta 400 euros el primer año y nueve años de transición con pagos de entre 90 y 1.220 euros.

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