Hijos de J. Barreras exprimió al máximo los plazos legales que le confería la ley concursal para plantear una propuesta de convenio con los acreedores durante su penúltimo proceso de insolvencia. Cuatro meses. Evitó la quiebra sobre la bocina. En esta ocasión tendría más margen si, como en octubre de 2019, informa al juzgado de lo Mercantil que no puede atender a pagos corrientes, que necesita tiempo para renegociar sus deudas. ¿La razón? El COVID. El Consejo de Ministros, para blindar la continuidad de empresas solventes, otorgó una especie de coraza al sector privado desde la declaración del Estado de alarma: nadie podría forzar el concurso de otra mercantil. Y nadie podrá hacerlo hasta el próximo 14 de marzo. Pero esta normativa, extraordinaria, también refuerza los preconcursos. Si Barreras opta por esta vía, tendría seis meses, y no cuatro, para abordar con auxiliares, proveedores, inversores y administración una propuesta de convenio. Eso sí, tendría que pedir el preconcurso antes del 31 de diciembre. A partir del 1 de enero el blindaje preconcursal volverá a ser de cuatro meses, como antes del COVID. Dado que su intención es obtener una inyección de fondos públicos de más de 30 millones de euros –a cargo del fondo de solvencia, gestionado por la SEPI–, fuentes consultadas por FARO indican que esa oferta a los acreedores habría de incluirse en un plan de viabilidad. Porque es un condicionante capital en el devenir de la compañía, que tendrá que devolver el préstamo al Estado. Con intereses (crecientes) y, de optar por instrumentos híbridos de capital –como el astillero alemán MV Werften, auxiliado por Berlín–, en siete años.
Pese al blindaje que otorga la legislación actual, por el contexto de la pandemia, el astillero propiedad de Cruise Yacht Upper Holdco no estaría plenamente seguro. A día de hoy está expuesto a una orden de ejecución de demandas pendientes, motivo por el cual está sopesando la solicitud de concurso, como ayer publicó este periódico en primicia.
Por el momento, y según ha podido saber este periódico, la dirección de la atarazana ya presentó el plan de viabilidad al Gobierno de cara a acceder a los apoyos. Una ayuda a la que también se podría sumar la Xunta. Fuentes de la Administración gallega confirmaron su predisposición a formar parte de la financiación si entra la SEPI a través de organismos como el Igape o Xesgalicia. Falta por saber los detalles del plan, sobre todo una vez que el Evrima, el crucero de ultralujo, salga del astillero.
Auxiliares
La industria auxiliar, por su parte, no se mostró ayer muy sorprendida ante el posible movimiento de Barreras, algo que dicen “ya se notaba en el ambiente”. Fuentes del sector explicaron que desde la dirección anunciaron la presentación “en breve” de una propuesta de plan de pagos y que algunas empresas “con deudas pequeñas” que avanzaron la intención de presentar demandas habían podido llegar a acuerdos “por importes mucho más bajos”. Por el momento no ha trascendido qué empresas son o a qué proyecto pertenecía la deuda: a la del Evrima, a las modificaciones para este buque o a los dos cruceros de la noruega Havila.
Las empresas integradas en Uninaval enviaron ayer por su parte un comunicado en el que evitaron mencionar el preconcurso y en el que condicionaron su apoyo a la dirección de Barreras y sus planes al cobro de los más de 20 millones de euros que les adeudan. Las firmas coordinadas por Asime “confían en que se haga un esfuerzo común por parte de las administraciones públicas y el propio astillero para inyectar capital”, poniendo algo de solución a la “situación agónica” que vive el sector.
“Siempre hemos intentado evitar que llegue a un preconcurso; no se puede descartar”
“Nosotros siempre hemos intentado evitar que llegue el concurso”, explicó el asesor letrado de Uninaval, Alberto Rocha, que cree que “no se puede descartar”. A su juicio, “parece que todo descansa en este momento en conseguir financiación pública, lo cual tampoco tranquiliza mucho, como tampoco que no se sea más transparente”.
“Es una posibilidad, pero espero que no se llegue a ello”
La reacción fue similar desde Aclunaga. Su gerente, Óscar Gómez, opinó que el preconcurso es “posible”, aunque espera “que no se llegue a eso”. “Nosotros estamos pidiendo que se mojen y entreguen un plan de viabilidad serio. Siempre se ha dicho que se va a intentar ayudar, pero para eso tiene que haber compromisos y de momento no ha habido nada”, concluyó.
