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Toque a rebato contra el concurso de Barreras

Todos los actores, alineados para corregir el desequilibrio patrimonial de la firma antes del día 26

Toque a rebato contra el concurso de Barreras

Por más que una empresa habite en ecosistemas de excelencia y disciplina, en las situaciones complejas . La crisis de Hijos de J. Barreras afloró en los últimos meses un buen manojo de ellos: desconfianza, cainismo, miedo, ira. A espasmos o todos al mismo tiempo. Hasta que el escenario ha desembocado en la amenaza de un concurso de acreedores que llama a la puerta con el riesgo de volverse incontrolable, y hasta poder acarrear la liquidación del mayor astillero privado de España. Nadie quiere llegar a este punto y, quizás por primera vez, todos los actores que participan de las negociaciones se han alineado en torno a una única premisa: hay que evitar como sea el terreno concursal. "Se están dando pasos, buenos pasos, en esa dirección", confían fuentes conocedoras del proceso. ¿El plazo? Como anticipó ayer FARO, dado que los fondos propios de Barreras se han reducido por debajo de los cinco millones de euros, el astillero debe corregir su despatrimonialización antes del 26 de noviembre. "El concurso no le interesa a nadie" por razones diversas, pero existe al fin un objetivo común. Las reuniones, consejos y conferencias telefónicas son "constantes" e "intensas".

En la última junta de accionistas, la que supuso el cese como presidente de José García Costas, el consejo sometió a votación una ampliación de capital, que no contó con el respaldo del máximo accionista, Petróleos Mexicanos (Pemex). Ese era el remedio contra el desequilibrio patrimonial; la ley establece que los fondos propios siempre han de superar la mitad del capital, que en Barreras es de diez millones (suscrito por Pemex, García Costas y Albacora). Cuando esto sucede existe causa legal de disolución, "a no ser que éste [patrimonio neto] se aumente o se reduzca en la medida suficiente, y siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso". Hay dos meses para corregirlo, y esos dos meses expiran en este caso el día 26. Accionistas, Ritz-Carlton, Oaktree, Xunta, Pymar, Cesce, banca e industria auxiliar coinciden en sellar una solución antes de esa fecha. "Pasa por un acuerdo con los accionistas y con el propio astillero para que se pueda reactivar la actividad", apuntó el conselleiro de Economía, Francisco Conde, en una entrevista con Radio Galega.

Hay más de una vía para conseguirlo, aunque necesariamente se deba corregir el desequilibrio contable con un refuerzo de fondos propios, incluso con capitalización de pasivo. Y, en función de la opción elegida, los actores de este proceso jugarán un papel más o menos determinante. Por ejemplo, Barreras podrá evitar el concurso con un pacto accionarial -sobre el que no ha habido avances hasta la fecha-, que implique la entrada de un socio nuevo en el capital que garantice la toma de control y articule un sistema de gestión ( management). También con un acuerdo que priorice la reactivación de los trabajos de construcción, incluso manteniendo de forma temporal a los mismos accionistas sobre el tablero. Requeriría de garantías. "No hay ninguna alternativa descartada".

Las piezas

Las piezas

Eso sí, todas las opciones necesitan del visto bueno de Pemex y Ritz-Carlton. Y, si se opta por una ampliación de capital, también de García Costas o Albacora, ya que esta operación requeriría del plácet del 55% de capital social (la petrolera tiene el 51%). Por eso, y aunque Pemex se hubiese abstenido en la votación de septiembre para el aumento de capital, éste tampoco habría prosperado con los únicos votos del empresario vigués y la pesquera vasca. En todo caso, el gigante azteca debe vehicular cualquiera de las alternativas. El rol de la naviera que dirige Douglas Prothero -siempre escoltado por JP Salazar y Andreas Krämer- es igualmente fundamental, y tampoco Ritz puede permitirse un concurso de acreedores. El crucero de ultralujo Evrima está en fase avanzada de construcción pero pertenece al astillero, al igual que el proyecto técnico, y ha reconocido a las entidades financieras que parte del sobrecoste es imputable a los reiterados cambios que quiso introducir el equipo americano en el barco durante su ejecución. Que los otros dos buques paralizados en las gradas, de Havila Kystruten, se hagan o no en Vigo también depende de Ritz. Lo dijo esta semana su presidente, Per Sævik: "Estamos esperando que Oaktree/Ritz decidan qué hacer con su barco, ya que nos están guiando en el camino".

De momento se ha constituido ya una primera sociedad que aspira a entrar en el accionariado (de nuevo, previo ok de los socios actuales), capitaneada en este caso por la patronal Asime y configurada en torno a auxiliares afectadas por el colapso de Barreras. De las 32 firmas que crearon la plataforma, "la mayoría han firmado su entrada en esta sociedad", explicó ayer la asociación. La empresa, una sociedad limitada, ha sido bautizada como Unión de Industrias Navales Ría de Vigo, con un consejo integrado por IMSA, Pipeworks, Cedval, la lusa Irontec, Nauteka, Montajes Cancelas y Montajes Hermanos Ramallo, con el letrado Alberto Rocha como secretario. "Lo que queremos es una solución, y esta que ofrecemos permitiría por un lado tener unos accionistas con conocimiento total de la construcción que se está llevando a cabo, y por otro capitalizar deuda", resumió el secretario general de Asime, Enrique Mallón. Es previsible que no sea la única alianza empresarial que siga sus pasos y con el mismo objetivo, ofrecer "una solución viguesa para el futuro de Barreras".

No se esperan movimientos significativos este fin de semana; Hijos de J. Barreras se juega su futuro en escasos once días.

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