El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha descartado "cualquier riesgo de contagio" a la entidad financiera con sede en Galicia por la situación política que afronta Venezuela, acerca de la que ha evitado pronunciarse, aunque ha aprovechado para resaltar el "profundo amor" que siente por el país.

"La verdad es que sobre la situación en Venezuela creo que todos sabéis el profundo amor que siento por mi país, pero prefiero no mezclar los temas políticos y una situación tan particular como la que se vive en nuestro país con esta presentación de resultados", ha afirmado, a preguntas de los periodistas.

Durante la presentación del balance de Abanca en 2018, Escotet ha destacado que "no hay ninguna motivación" o "razón" para que el banco pueda estar "preocupado" porque, según ha subrayado, "existe una clara separación de la estructura de propiedad de cada uno de los países" en los que opera su grupo, no solo en Venezuela, sino en todos en los que tiene presencia.

Son "independientes y autónomos", ha resaltado el presidente de Abanca, en referencia al accionariado y a la existencia de "los debidos cortafuegos para evitar cualquier riesgo de contagio".

En este sentido, ha apuntado a que esta separación "se comprobó a raíz del último evento en Venezuela", cuando el régimen de Nicolás Maduro intervino Banesco.