Tras cerrar la venta de sus establecimientos en Alemania, Austria y Suiza, Toys 'R' Us redobla sus contactos para buscar comprador a sus tiendas de España -de las cuales tres están en Galicia- y Portugal. La compañía prevé que el proceso se demore algo más para su negocio en la Península Ibérica, y no ve probable recibir alguna oferta formal antes del mes de junio. Mientras tanto, y con el grifo de financiación cortado, la firma mantiene su "actividad normal" en sus establecimientos y se encomienda a una campaña de descuentos de hasta el 50% para una gama de productos de precio más reducido para impulsar sus ventas y mantener al día el pago de las nóminas.

Tras la declaración de concurso de acreedores por parte de su matriz en Estados Unidos, que abastecía de financiación a sus filiales a través de lo que captaba en el mercado mediante emisiones de bonos, la empresa se ha impuesto un plan de ajuste de gasto para que esta situación no afecte en el calendario de pago de nóminas de los cerca de 80 trabajadores con los que cuenta entre sus centros de Vigo, A Coruña y Lugo.

La principal medida es el recorte en la compra de nuevas mercancías, con el objetivo de aliviar la situación de su tesorería y poder dedicar las cantidades inicialmente previstas para esta partida al pago de salarios. La medida ha tambaleado a los fabricantes de juguetes hasta el punto de que Hasbro -fabricante de Monopoly- responsabiliza de su recorte de 16% en sus ingresos del primer trimestre. La onda expansiva que provoca en la industria juguetera contrasta con la normalidad de los establecimientos de Toys 'R' Us, que mantienen su actividad "como siempre" y cuyas estanterías siguen copadas por hileras de juguetes que esperan comprador, ajenas a la incertidumbre que rodea al futuro de su negocio en España.

La campaña de Navidades, en la que la distribuidora de juguetes logra casi los mismos ingresos que en el resto de meses del año, ha dejado un stock de juguetes sin vender que permite reponer los estantes con normalidad, sin necesidad de que se lleven a cabo nuevas compras a proveedores.

Este es el plan de choque activado por la empresa para mantener la normalidad en sus centros y, de paso, preservar su atractivo para posibles compradores. A diferencia de sus filiales en otros mercados, como Norteamérica o Alemania, Austria y Suiza, que ya han recibido sendas ofertas con distinto resultado, la firma todavía no vislumbra ofertas por su filial ibérica en el horizonte más cercano. Y es que la cúpula de Toys 'R' Us trasladó en su última reunión con el comité intercentros -que se produce cada quince días-, que no espera recibir una oferta en firme hasta dentro de "dos o tres meses", lo que prácticamente descarta cualquier posibilidad de que la red comercial de Toys 'R' Us en España, formada por 53 establecimientos, cambie de manos antes del mes de junio.

Según los últimos datos publicados, la filial de Toys 'R' Us en la Península Ibérica sufrió un recorte de ingresos del 12,8% entre 2013 y 2017, lastrada por el desembarco de gigantes del ecommerce y el cambio de preferencias entre uns consumidores cada vez más atraídos por lo digital que por lo analógico. Este descenso en la facturación ha provocado que la compañía encadene cuatro años consecutivo en números rojos, con unas pérdidas acumuladas de 10 millones de euros que quedan, en parte, compensadas con los 29,87 millones de euros de beneficio que alcanzó en el año 2013.