El 13 de mayo Fandicosta empezó a sacar mercancía de la planta de Domaio para lanzar un mensaje a clientes, proveedores y empleados: la actividad iba a continuar pese al incendio que había calcinado buena parte de las instalaciones cuatro días antes. A punto de concluir el año, la multinacional prevé alcanzar unas ventas de entre 89 y 90 millones de euros, ligeramente por debajo de los 104 facturados en 2015 y sobre las previsiones que su presidente, Ángel Martínez, había ofrecido a FARO hace dos meses. El grupo aspira a concluir las obras de reconstrucción en verano -empezarán a finales de enero-, a las que destinarán unos 25 millones de euros. La burocracia administrativa ha demorado durante varios meses el arranque del proyecto, que estaba listo ya durante la feria de Conxemar (4-6 de octubre).
Las actividades de procesado se mantendrán en la nave actual, la que se salvó del siniestro y ha mantenido los niveles de producción capaces de cumplir con clientes y proveedores con la aportación adicional de la planta de Vilagarcía (30.000 metros cúbicos de capacidad) y la de Grupo Botas (en Vigo, matriz del grupo). El nuevo frigorífico tendrá espacio para almacenar 90.000 metros cúbicos (8.000 toneladas) e incorporará equipamiento de última generación y mejoras en materia logística. Especializada en cefalópodos (calamar y pota representan un 27% de las ventas), langostino y pez espada, las instalaciones incluirán un espacio para el almacenaje a granel de túnidos. Es, de largo, la especie más consumida del mundo, que Fandicosta vende en variedades de congelado y refrigerado.
Las nuevas instalaciones dispondrán asimismo de servicio de picking para la preparación de pedidos, depósito aduanero y almacén de depósito temporal (ADT). Se trata de un recinto autorizado para recibir mercancías de importación directamente desde el extranjero sin previa presentación en la Aduana. Estos servicios, con el almacén de inmovilización (se preservan mercancías con garantía sanitaria a la espera de dictamen de Sanidad Exterior), facilitan el trabajo logístico y ahorro de costes del grupo, que faena sus propios productos pero los importa también con actividades de trading.
En 2015 Fandicosta comercializó 29.000 toneladas de producto, volúmenes que tendrá que recuperar en el futuro. "Este año hemos trabajado con menos volumen pero, como los precios han estado altos, no hemos padecido una caída tan alta de los ingresos", destacó Martínez, uno de los directivos del sector de mayor trayectoria. La sociedad matriz, Casa Botas, cerró 2015 con unas ventas de casi 50 millones de euros, por los 86,3 de Peixemar (que absorbió Mercamarinus y Armadora Vibo). El empresario controla Fandicosta desde la salida de la empresa de Frigoríficos del Morrazo, centrada en su propia expansión. Como coinciden en el sector, la empresa de Moaña ha ofrecido una demostración parecida a una fuerza histérica, una potencia -no demostrada por la ciencia- por encima de lo que se considera normal, propiciada por situaciones extremas. Para 2017 la firma augura un ejercicio "muy bueno" con la apertura a nuevos mercados.
