El escenario de concentración en el sector pesquero de Vigo continúa con tres factores como telón de fondo: la falta de relevo generacional, la irrupción de inversores foráneos y la elevada competencia. A esto hay que añadir el elevado apalancamiento de algunas empresas, que emprendieron ambiciosos proyectos durante la época de vacas gordas y ahora son incapaces de hacer frente a los gastos financieros con un negocio que ofrece márgenes muy bajos. Esta realidad de fusiones se constata con la operación de Pescados y Mariscos Peixemar SA, que acaba de integrar dos empresas en las que ya participaba: Armadora Vibo y Mercamarinus. Según el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), la fusión por absorción se ejecutó el pasado 15 de enero.
Según el registro, el administrador único de Peixemar es Juan Carlos Brunet, que ostenta el mismo cargo en Casa Botas, donde cogió el relevo de Ángel Martínez, presidente de Fandicosta. Este empresario, uno de los grandes referentes en el sector en Galicia y, como publicó FARO, acaba de constituir una sociedad para la compra de participaciones empresariales a la que ha dotado de un capital social de 17.405.350 euros.
La suma de los ingresos de Peixemar, Armadora Vibo y Mercamarinus supera los 70 millones de euros y, según fuentes del sector, sitúan a la empresa absorbente en objetivo de fondos de capital riesgo, que quieren constituir en Galicia un gran actor pesquero capaz de competir con el gigante Pescanova.
