La administración concursal de Pescanova, Deloitte, ha enviado al juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra el escrito de evaluación sobre la única propuesta de convenio presentada para salvar la compañía, que abanderan la cervecera Damm y el fondo Luxempart. Fuentes próximas a la empresa indicaron por tanto que los administradores -Senén Touza y Santiago Hurtado- optaron por no agotar el plazo que dio el juez y que expiraba, en el llamado día de gracia, el lunes próximo. Las mismas fuentes explicaron que se trata de un "documento técnico", y que en ningún caso tacha de positivo o negativo el plan de Damm.

"La administración concursal dictaminará si el proyecto entregado puede cumplir el plan de pagos y el plan de viabilidad que la acompaña", explica un experto en legislación concursal. La situación, a día de hoy, es extraordinariamente compleja, ya que la banca acreedora ha manifestado ante Deloitte -para que diera traslado al juez- que no suscribirá este plan y que han elaborado uno "de contingencia" para rescatar la empresa a partir de que se dictamine su liquidación. El borrador ya está en manos de Deloitte y desde las entidades consideran "muy improbable" que Damm y Luxempart logren el apoyo de más del 50% de los acreedores ordinarios, aunque sostienen que la cervecera "ha estado comprando mucha deuda en el extranjero" para forzar, según la banca, que su plan salga adelante.

La propuesta de Damm pasa por la inyección de 125 millones de euros, mientras que otros 25 millones se dejarán para una ampliación de capital con derecho preferente para los actuales socios y la banca (que tendría que pagar). El plan de pagos oscila entre los 8,5 y 15 años, aunque la deuda de peor calidad podría convertirse en el 10% del capital de Pescanova si la empresa no tiene dinero para devolver el pasivo. La deuda asumible de Pescanova, de acuerdo a este proyecto, es de 700 millones de euros.

La banca, por contra quiere salvar 1.000 millones de euros, y está dispuesta a inyectar 115 millones en la empresa y salvar el grueso del grupo, siempre con las filiales españolas como prioridad. Además de la negativa de las entidades financieras, el plan de Damm se enfrenta ya a un problema de plazos. "Si para el 10 de abril del 2014 las filiales españolas no cuentan con adhesiones suficientes a sus respectivas propuestas anticipadas de convenio, el convenio resultará de muy difícil cumplimento", reconoce en su propuesta. Damm quiere concursar todas las filiales para unirlas en una nueva compañía, más pequeña, que será además una SL.

Siete días

A día de hoy queda una semana hábil para que los acreedores se adhieran, si lo desean, a la propuesta de convenio. Pescanova, por cierto, ha colgado en su web todos los documentos para los interesados. Mientras tanto continúan los dimes y diretes, ya que fuentes oficiales de Damm explicaron a FARO que siguen "negociando con la banca para buscar un acuerdo para Pescanova". Toda la banca consultada por este diario coincidió en que es "falso". "Ellos intentan ganar adeptos a su plan, que es muy legítimo, pero no existe ningún contacto formal con Grupo Damm. Si lo hubiese habido no habríamos presentado nuestro plan de rescate ante Deloitte", expuso una de las entidades atrapadas en la pesquera.