"Somos la segunda empresa privada gallega por beneficios, después de Inditex, y la primera entidad por beneficios recurrentes", así resume el presidente del Banco Pastor, José María Arias, la importancia de la compañía que preside desde hace siete años en la economía de la comunidad. "Somos también la firma gallega que paga más impuestos de sociedades y el cuarto banco en España que más ha aumentado su beneficio, con un 10%", añade convencido de que el Pastor saldrá fortalecido de esta crisis. José María Arias analiza la actual situación mundial y sus efectos sobre las entidades financieras.

-¿Cómo se enfrenta el Banco Pastor a este momento de crisis?

-Llevo treinta años en esta entidad y esta es mi cuarta crisis. Mi experiencia me dice que jamás nos hemos enfrentado a los problemas desde una situación tan sólida como la que tenemos en estos momentos. Porque ante el monstruo de tres cabezas al que se refiere "The Economist" -solvencia, liquidez y refinanciación-, el Banco Pastor se encuentra en una situación extraordinaria. En cuanto a la liquidez, el 70% de nuestros créditos están cubiertos por los depósitos de los clientes y nos sitúa en la tercera posición con este margen en España. En cuanto a la solvencia, en el ratio BIS, tenemos un 11%. Y en refinanciación, somos la excepción del sistema financiero español porque no tenemos ningún vencimiento ni en este trimestre ni en todo el ejercicio de 2009. Hay que esperar al primer trimestre de 2010 para que hagamos frente al primer pago de 750 millones. Y si todo eso fuera poco, tenemos unas plusvalías latentes y no tan latentes, algunas de ellas están a punto de materializarse, que rondan los 700 millones de euros. Esto nos da un magnífico colchón para afrontar cualquier imprevisto.

-¿Cree usted que lo peor de la crisis está todavía por llegar?

-Me gustaría que no fuera así, pero por desgracia si atendemos a las previsiones que nos están poniendo encima de la mesa el Fondo Monetario Internacional y la propia UE, creo que nadie duda que España entrará en recesión de una manera muy clara en los próximos trimestres con crecimientos negativos del PIB. El año 2009 va a ser complicado y difícil, porque la crisis de liquidez ya está contagiando de una manera sincronizada, y a una enorme velocidad, a la economía real. Tanto en cuanto seamos capaces de salir de la primera, la crisis financiera, podremos enfocar el futuro más rápidamente. Calculo que las medidas financieras empezarán a surtir efecto en el primer trimestre de 2009 y que a partir de ahí viviremos un periodo de estancamiento y un poco más adelante entraremos en la senda de la recuperación.

-Las previsiones de la Unión Europea para España no son nada halagüeñas?

-Lo único que han hecho es poner de manifiesto las previsiones del Fondo Monetario Internacional de hace unos meses. La crisis real se traducirá en menos producción, menos consumo y más paro.

-¿Volveremos a vivir crecimientos como los registrados en la última década?

-Va a ser muy difícil, tardaremos bastante ver que se vuelvan a repetir. Esto no significa que poco a poco la economía se vaya recuperando, aunque todo dependerá de la velocidad de salida de la crisis financiera.

-¿Época de crisis igual a concentraciones bancarias?

-No necesariamente. Los procesos de concentración no sólo se han dado en el sector financiero, sino en todos los sectores desde el sector del transporte, ya sea terrestre o aéreo, el sector de la distribución. Las concentraciones son un proceso continuo, permanente e inevitable. Están más justificados los procesos de concentración en momentos de bonanza económica que en momentos de recesión. En algunos casos tendrán como coartada la recesión, pero son un proceso imparable, absolutamente imparable.

-¿Ha mantenido el Pastor contactos con el Popular y el Sabadell de cara a establecer alianzas?

-Nos reunimos periódicamente todos los meses e intercambiamos impresiones. Las relaciones con la banca mediana como con el resto de las entidades financieras son excelente. Si es a esto a lo que usted se refiere...

-No, la pregunta va más allá. ¿Se han planteado alguna fusión con estos u otros bancos?

-Le tengo que dar la misma respuesta que he dado a lo largo de estos años y que mis antecesores expusieron en las últimas tres décadas. El Banco Pastor hará y está haciendo su camino en solitario porque así le ha ido muy bien como independiente durante los 230 años de su historia. La prueba de ello es que hemos presentado con unos beneficios superiores al 10%, que no se ven hoy en día por ahí. Estamos demostrando que estamos en el buen camino.

-Pero la Bolsa ha castigado duramente los títulos del Pastor en lo que va de año.

-Como al resto de las instituciones financieras. Hemos sido muy perjudicados por operaciones de ventas a corto y desde que la CNMV prohibió este tipo de actuaciones, como han hecho otros países, hemos sido el banco que mejor se ha comportado en bolsa. Hay que recordar el sector ha sufrido en todo el mundo unas fuertes caídas mientras que el Pastor ha tenido un magnífico comportamiento. Somos la segunda mejor institución financiera por sus resultados en bolsa.

-¿Se han planteado reestructurar la cartera de participaciones empresariales?

-En todos estos años, al contrario de lo que algunos piensan, hemos mantenido nuestra cartera y eso hace que nuestras plusvalías estén sin tocar. Las participaciones del Pastor tienen que estar en correlación con la estrategia del Banco y, como consecuencia, tienen que justificarse desde el punto de vista estratégico. Todo aquello que aporte valor a la entidad y forme parte de nuestro posicionamiento continuará y todo aquello que pase a segundo plano se pondrá en venta.

-¿Van a acudir a la OPA de Gas Natural sobre Fenosa?

-Como todo el mundo sabe nosotros fuimos en el año 48 los fundadores de Fenosa. Hemos estado apoyándola en el capital y en la financiación en estos últimos 60 años, en los que la empresa ha vivido muchas vicisitudes. Primero en solitario y después, en los años 80, con la fusión con Unión Eléctrica Madrileña. Hoy es una compañía fuerte, pujante y con una gran proyección internacional a la que le ha aparecido un comprador -Gas Natural- para constituir un gran grupo energético nacional. La OPA la está planteando por el 100% de la eléctrica y nuestra vinculación estratégica ya ha dejado de tener razón de ser. Tenemos en Unión Fenosa, de forma directa e indirecta, el 2,80%.

-¿Cómo valora las medidas del Gobierno para facilitar liquidez a las entidades financieras y para garantizar los depósitos de los clientes?

-Sobre este punto se está confundiendo a la opinión pública. El Plan del Gobierno no tiene nada que ver con un plan de rescate de instituciones financieras como la compra de "activos tóxicos", como ocurre en Estados Unidos y en algunos países de Europa, ni siquiera con las inyecciones de capital o la nacionalizaciones. No lo contempla porque el sistema bancario español no lo necesita. Lo que se busca es que las entidades españolas puedan competir en igualdad de condiciones a nivel mundial. Si el resto de los países de Europa o EE UU prestan esos apoyos económicos, esos avales, al Gobierno español no le queda más remedio que hacerlo. Con este aporte de liquidez se pretende que se inyecte lo más pronto posible en las empresas y en las familias.

-¿Se acogerán ustedes a estas medidas que les ofrece el Gobierno?

-No necesitamos liquidez porque estamos en un momento excelente porque no tenemos vencimientos de deudas y no tenemos necesidad de acudir. Sin embargo, no descarto ningún tipo de medida que nos ayude a competir en condiciones de igualdad. Si las demás instituciones acuden sería ilógico que el Pastor no lo hiciera.

-¿Las garantías sobre los depósitos han tranquilizado a los clientes?

-Se ha producido un nerviosismo a nivel generalizado entre los impositores, pero no en España. La prueba está en que en los gobiernos de muchos países europeos han tenido que salir garantizando la totalidad de los depósitos, como en los casos de Irlanda o Alemania. En tres días varios días bancos fueron rescatados en Europa y que en un período tan corto ocurra esto causa alarma en los mercados. El gran mensaje es que ningún gobierno de la UE va a tolerar que caiga ningún banco.

-¿Considera alarmante las tasas de morosidad que se están dando en estos momentos?

-No. En la anterior crisis la tasa de morosidad llegó al 8%. Las tasas que se están manejando hoy en día en España son las normales en momentos de bonanza económica que hemos vivido en Europa o Estados Unidos. Lo que ocurre es que venimos de algo que no se había visto en la historia: tasas de morosidad del cero coma. Una tasa de morosidad del cero coma es que no hay morosidad. Es normal que la morosidad tenderá a subir de acuerdo con el ciclo económico en el que nos encontramos pero son tasas perfectamente manejables.

-Patronal y sindicatos achacaban a las entidades financieras esta semana de ser las culpables del incremento del paro registrado en octubre por el cierre del crédito a las pequeñas y medianas empresas y a las familias.

-Estoy absolutamente en contra de esa opinión porque si eso fuera así también tendrían que decir que éramos los responsables de la bonanza económica que ha vivido este país durante diez años. Los buenos tiempos que ha vivido España se deben a muchos factores como la conexión entre patronal y sindicatos y estos con el Gobierno, lo que permitió que muchos proyectos saliesen adelante. La realidad en estos momentos es que no hay demanda de concesión de créditos y la falta de liquidez global. El consumo ha caído porque la gente ante una situación de ciclo económico tiende a ahorrar y prepararse de cara al futuro. Con absoluta claridad tengo que decir la demanda real de crédito se ha desplomado.

-¿El primer ministro Gordon Brown proponía la posibilidad de que los altos ejecutivos de las entidades financieras en quiebra tuvieran que responder por su actuación?

-A mis las generalidades no me gustan. Estamos hablando de una crisis sistémica a nivel internacional. Lo que hay que saber si la responsabilidad de los ejecutivos está en función de sí tienen problemas serios por su gestión individual en la sociedad o si los tienen porque están sometidos a un entorno que les viene dado.