Uno de los deberes pendientes en el rural: completar las traídas municipales de agua

Lalín, el concello con mejores datos de la zona, llega al 61% de su población | Dozón ostenta los peores datos, con el 10% | Las comarcas se quedan fuera de las ayudas de la Xunta para realizar auditorías de sus redes

Reparación de una avería en la red de agua de Memorias dun Neno Labrego, en Lalín .

Reparación de una avería en la red de agua de Memorias dun Neno Labrego, en Lalín . / BERNABE/JAVIER LALIN

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Servicios educativos y médicos en la aldea o como mucho en la parroquias, acceso a internet, buena cobertura de teléfono y también una red de abastecimiento de agua. Para quien quiera trasladarse a vivir a una aldea con la idea de construirse su casa, a veces la carencia de esta traída de agua municipal y red de saneamiento obliga a buscarse otro hogar.

Y esta dotación aún está lejos de ser una realidad completa tanto en las comarcas como en la provincia. El Observatorio de Saúde Pública de Galicia, dependiente de la Consellería de Sanidade, permite consultar el porcentaje de población que está abastecida con redes de consumo, y que en el caso de Pontevedra alcanza al 70,24% de sus residentes. El resto cuenta con agua potable a través de pozos propios, por lo que tienen que asumir su tratamiento para evitar contaminaciones fecales, por ejemplo.

Por debajo de este 70% se encuentran los porcentajes de todos los municipios de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes. Lalín es el que ofrece mejores resultados, con el 61,64% de su población “enganchada” a una red municipal o vecinal de traída de agua. Son datos de 2022, el mismo año en que se recabó información de los demás municipios. Por detrás de Lalín se coloca el ayuntamiento vecino de Silleda, con el 54,71%, y A Estrada, con el 49,54, una cifra bastante modesta para el segundo concello con mayor cifra de habitantes de la zona.

Como veremos a partir de ahora, la extensión de las redes municipales de abastecimiento de agua dependen del volumen de población. Vila de Cruces ya ha materializado redes de abastecimiento para llegar al 41,42% de sus habitantes,a una distancia considerable de Forcarei, con el 31,9. Las cifras de los tres municipios más pequeños de Deza son todavía más modestas: e Agolada, solo el 18,3% de su población tiene servicio de traída de aguas municipal, mientras que Rodeiro muestra un 14,9% y Dozón cierra la lista, con el 9,53%. Es fácil pensar que estos porcentajes pertenecen a sus cascos urbanos, que no soportan grandes cantidades de población en comparación con las zonas rurales.

Hasta 10.000 euros de ayudas

En un contexto de sequías prolongadas como la que vivimos el año pasado, las administraciones tienen que velar además por un servicio eficiente en el abastecimiento del agua, controlando cualquier avería y renovando materiales que, como el plomo, antaño sí estaban normalizados pero ahora deben evitarse porque no son salubres. Para ello, la Xunta convocó por segunda vez una línea de ayudas para que los municipios pudiesen realizar auditorías en sus redes municipales de abastecimiento de agua. La lista con los 27 municipios beneficiados se difundió a mediados de abril, y en ella no aparece ningún concello de la zona. De la provincia, reciben un aporte Fornelos de Montes, Pontecesures y Campo Lameiro.

Estas subvenciones están orientadas a los concellos con menos población, y pueden ser de hasta 6.000 euros para aquellos con hasta 2.000 habitantes, o de 10.000 para los que tengan entre 10.000 y 50.000 residentes. Desde la web de Augas de Galicia se indica que esta lista de 27 beneficiarios puede ampliarse, ya que algunos concellos aún estaban completando el traslado de documentación. Uno de esos municipios que aspira a una ayuda para la auditoría de su red es Rodeiro. El ejecutivo de coalición acordó tramitar una solicitud de 6.582 euros para una evaluación que costará 8.200.

Valedora do Pobo y Agolada

Por otra parte, Agolada en agosto del año pasado recibió una recomendación de la Valedora do Pobo para que Ecologistas en Acción y la Asociación de Ingenieros sin Fronteras Galicia pudiesen consultar datos de la traída municipal como su volumen de suministro, el número de consumidores o el coste medio de la dotación. La sugerencia fue admitida por el gobierno local.

El aire cumple con la norma, pero no con la OMS

El Observatorio de Saúde Pública analiza también la calidad ambiental del aire, mediante la medición de las partículas en suspensión de polvo, hollín, cenizas, polen o partículas metálicas. Estas partículas se dividen en dos grupos principales: las de un diámetro igual o inferior a los 10 micrómetros (un micrómetro es la milésima parte de un milímetro), conocidas como PM 10, o las más pequeñas, las PM 2,5, que tienen un diámetro de 2,5 micrómetros. Para darnos una idea, estas partículas de 2,5 micrómetros con 100 veces más delgadas que un cabello, y por eso son muy peligrosas: son 100% respirables, pueden depositarse en los alveolos pulmonares e incluso llegar al torrente sanguíneo. Suelen estar muy vinculadas, por ejemplo, a las emisiones de los vehículos diesel.

Meteogalicia contempla una única estación de medición de calidad del aire en la zona, en Lalín. Esto explica que tanto la cabecera dezana como el resto de municipios presenten 9,90 microgramos por metro cúbico de aire, muy por debajo de los 25 que permite la normativa actual. Si hablamos de las partículas de mayor tamaño, las PM 10, su valor está en los 18 microgramos por metro cúbico, también menos de la mitad de los 40 que marca la norma. Además, ayer la estación lalinense marcaba un nivel de ozono (O3) de 100 microgramos por metro cúbico, mientras que el tope permitido está en los 120. Eso sí, la Organización Mundial de la Salud recomienda unos máximos de 5 microgramos para las partículas PM 2,5m de 15 para las PM 10 y de 100 para ozono.

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