El ministerio dedica 8,7 millones a la mejora de carreteras que atraviesan las comarcas

Intervendrá en la N-525, entre los límites de las provincias de Ourense y A Coruña, y en la N-640, desde Vilagarcía hasta Agolada | El contrato es por tres años prorrogables

Socavones y firme deteriorado en la N-640 a su paso por Moimenta, en Lalín. |   // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Socavones y firme deteriorado en la N-640 a su paso por Moimenta, en Lalín. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / alfonso loño

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible aprobó una partida de 8,73 millones de euros con destino a trabajos de conservación de carreteras de la provincia, entre ellas las dos principales que atraviesan las comarcas, y que muestran un importante estado de abandono. La intervención, en la zona norte de la provincia, incluye los 167,4 kilómetros de estos viales a su paso por Deza y Tabeirós-Montes, pero también se extienden a las comarcas de Arousa-Ullán.

El subdelegado del Gobierno, Abel Losada, valora positivamente la liberación de unos fondos que permitirán adecuar unas vías “que precisan un arreglo lo antes posible después de los adversos efectos de los últimos temporales. Los trabajos se van a realizar en las carreteras N-525 (límite con la provincia de Ourense hasta Lalín y desde este Concello hasta el límite con la provincia de A Coruña) y el tramo antiguo en travesía de la N-525, la N-550 (desde Caldas de Reis hasta el límite con la provincia de A Coruña), el tramo del trazado antiguo de la N-550 en Caldas, en la N-640 (desde Vilagarcía hasta Agolada) y también en las travesías N-640, y, finalmente, en el acceso al Hospital do Salnés. Todas las actuaciones se corresponden, por tanto, con el sector 1 de la provincia, encuadrado alrededor del centro de conservación de A Estrada.

El contrato tiene una duración de tres años con posible prórroga de dos y otros nueve meses e incluye como novedad que las empresas licitadoras deberán incluir en sus ofertas el cálculo de la huella de carbono que generarán durante la ejecución de las actuaciones en cada tramo de carretera. Las empresas deben comprometerse a presentar un plan de descarbonización en los seis primeros meses de contrato.

El subdelegado anunció también que el ministerio está trabajando conjuntamente con la Demarcación de Carreteras y la Subdelegación del Gobierno para lanzar un contrato de emergencia que permitirá mejorar el estado del firme en las autovías A-52, A-55 y VG-20 en el entorno de Vigo, al objeto de corregir las deficiencias existentes. Confía en que este expediente salga adelante lo antes posible para dar solución “a un problema evidente y que está provocando quejas de las personas usuarias de estas vías muy justificadas”. Indicó que el Ministerio también valora la posibilidad de lanzar, en paralelo a los contratos plurianuales de conservación, de otro tipo de actuaciones a partir de contratos-marco centrados exclusivamente en la renovación de firmes.

Losada: “El PP tiene un pasado muy oscuro”

El subdelegado animó al Partido Popular a hacer “política constructiva” sobre el mantenimiento de las carreteras nacionales “porque el PP tiene un pasado muy oscuro en este ámbito, dado que entre 2012 y 2018 recortó hasta un 25% los fondos estatales destinados a la conservación de la red y, como todos los datos técnicos indican, la vida útil de un pavimento es de unos 15 años, por lo que buena parte de los baches de hoy son fruto de aquellos recortes”. Considera que hacerse fotos con cargos públicos, entre ellos la exministra de Fomento responsable de aquellos recortes, “no da una buena imagen”. “Otra cosa son los regates cortos de algún responsable político local, pero no es edificante que participe en esas campañas alguien que tuvo responsabilidades en un campo tan sensible y tan relacionado con la seguridad vial”, alega. Losada recuerda que los Presupuestos Generales del Estado de 2023 destinan 1.548 millones de euros a la conservación de las carreteras, mientras que las inversiones en este capítulo de los gobiernos en los que participó Ana Pastor oscilan entre los 873 millones de 2012 y los 755 millones de 2018, año en el que los recortes en la conservación tocaron fondo. Desde entonces, dijo, las partidas no hicieron más que subir, “pero revertir esos años de desatención llevará su tiempo”.