González Casares se ocupará de que Bruselas mire el proyecto de Altri “escrupulosamente”

La encargada de los fondos Recover, María Teresa Fábregas, estima que la planta tendría que estar ejecutada en agosto de 2026

Nicolás González Casares, con Mónica Cea. |

Nicolás González Casares, con Mónica Cea. | / POR UNHA ULLOA VIVA

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

La plataforma Por unha Ulloa Viva remató ayer su programa de encuentros en Bruselas con varios eurodiputados para entregarles un informe de expertos independientes en el que analizan el impacto de la planta de celulosa para fibras textiles que plantea Altri a través de Greenfiber en Palas de Rei.

Uno de los parlamentarios al que trasladaron este informe es Nicolás González Casares, miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía. El político lalinense adelantó que apoyará esta denuncia y que desde el Parlamento Europeo va a encargarse “de que se mire todo escrupulosamente”. Recordó que ahora mismo el proyecto está en manos de la Xunta, que cierra hoy el plazo de alegaciones. “Solo si el proyecto presentado supera la evaluación ambiental estará en condiciones de avanzar a la siguiente fase de estudio de posibles ayudas públicas”, recalcó. Para obtener financiación comunitaria, el proyecto de Altri tiene que demostrar “su compatibilidad con las normas de la taxonomía el principio de no tener un impacto ambiental significativo”. González Casares también recalca que Galicia “está en condiciones de liderar la nueva ola de desarrollo industrial sostenible”, por lo que insta a la Xunta a examinar la propuesta “con los principios del desarrollo sostenible y con el respecto al territorio, con rigor y sin dejar lugar a duda ninguna”.

Por su parte la encargada de los fondos Recover y además directora del grupo operativo del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Comisión Europea, María Teresa Fábregas, explicó a la comitiva que por el momento no había una solicitud oficial por parte del Estado español para este proyecto y que, en caso de presentarse, tiene que cumplir con todos los requisito y exigencias medioambientales y de conflicto de intereses. Añadió que, a más tardar, la planta de Altri tendría que estar ejecutada en agosto de 2026, y quizá no de tiempo. En el Estudio de Impacto Ambiental Altri calcula 33 meses para la implementación de la línea de celulosa para fibras textiles, y 3 más para la de lyocell, es decir, un tope de tres años.

La comitiva desplazada a Bruselas incide, una vez más, en la falta de concreción del Estudio de Impacto Ambiental de la planta de Palas de Rei, pues echa en falta el análisis de componentes cancerígenos en las emisiones, y que la zona sobre la que pretende asentarse forma parte (por tercera vez) de un proyecto de ampliación de la Rede Natura, ya que está inmediata a la Serra do Careón, declarada Zona de Especial Conservación (ZEC).

Diferencias con el estudio de Ence

Altri sale al paso de las declaraciones de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa según las que la misma consultora descartó el traslado de Ence a otra ubicación por falta de cauce para diluir las aguas tratadas, pero aconseja la ubicación de la planta de Altri en el Ulla. Altri recuerda que entre esos dos informes median seis años de diferencia, “y fueron diseñados para dos proyectos completamente diferentes”: Ence fabrica pasta de papel, y en Palas se producirá celulosa para fibras textiles y lyocell. Es más, Ence encargó ese estudio en 2017-2018, y fue en 2018 cuando una de las plantas de celulosa para papel de Altri, Biotek (en Vila Velha do Ródão) comenzó a funcionar con tecnología que permite, entre otras cuestiones, recircular su efluente, que es el liquido residual del proceso industrial. Gracias a esta reutilización, el consumo de agua ronda los 15 metros cúbicos por tonelada de producto, justo la mitad de otras industrias gallegas que captan 30 metros cúbicos por tonelada en el río y no lo devuelven al mar.

Altri emplea en Biotek, una de sus plantas de Portugal, la mitad de agua que otras empresas del sector

Esta recirculación del efluente se aplicará en la planta de Palas, conocida también como Proyecto GAMA. La inversión de 80 millones , “permitirá obtener un efluente con una calidad no comparable a la que se obtiene con tecnologías anteriores”, remarca Altri, y que además permitirá que el uso específico del agua en Palas sea aún inferior al 15% que se maneja en Biotek. La merma más alta de agua será del 2% en los meses más secos del año, agosto y septiembre.