Un caballero de 5 años

El lalinense Manuel Adán Seijo monta desde los 2 y sus primeros pasos los dio tras soltarse del ramal de una yegua en la cuadra familiar de Botos

Manu y su poni “Narcea”, ayer, en la finca familiar de A Ribeira.

Manu y su poni “Narcea”, ayer, en la finca familiar de A Ribeira. / // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Mira, profe, ¡gané dos medallas el domingo en Padrón! Así se presentó ayer por la mañana Manuel con su madre a las puertas de la escuela de Donramiro en la que estudia su último curso de educación infantil. Manu es uno de los niños más queridos del cole por su carácter afable y por la inmensa felicidad que transmite con su permanente sonrisa. Su padre, Jaime Adán, es natural de Botos y su madre, Lucía Seijo, una viguesa de Coruxo, y por eso Manu nació en la capital olívica. Días después se trasladó a la casa familiar de A Ribeira (Botos), cerca de donde se había criado su padre, en el lugar de Sestelo.

Manu, ayer, con su poni en
 la finca familiar de A
 Ribeira.

Manu presenta a su poni en el concurso de Padrón. / Cedida

Su vida transcurre entre el colegio y los caballos, su gran pasión, una afición que le transmitieron sus progenitores, hasta el punto que la cuadra en la que tienen una quincena de ejemplares se denomina Yeguada Adán Seijo. A sus cinco años [cumplirá seis en agosto] Manu participa a diario en las faenas cotidianas de la ganadería. La primera vez que se subió a los lomos de un caballo tenía 14 meses y ya nunca se bajó. “Yo estaba convaleciente todavía y lo subió su padre”, comenta su orgullosa madre. El vínculo de Manu con los equinos llega hasta límites sorprendentes pues, como explica Lucía, sus primeros pasos no los dio en el salón de su casa sino después de soltarse del ramal de la yegua Bienvenida, una Pura Raza Española de la cuadra familiar que ahora tiene 28 años. Es uno de los ejemplares de la yeguada a los que este joven jinete profesa más cariño, pero, como indica su madre, es capaz de reconocer a todos y solo mirándolos, como si de un facultativo se tratase con su ojo clínico, advertir a sus padres de si algún caballo “está pachucho o le pasa algo”.

El niño presenta a la yegua “Nica”.

El niño presenta a la yegua “Nica”. / Cedida

Manu, que monta solo desde los dos años y medio de edad, acompaña a los veterinarios o al herrador cuando su presencia es requerida y también se encarga de dar de comer a los caballos, pasearlos o montarlos. Los fines de semana es fácil verlo subido a un enganche llevando la riendas de dos animales por la zona de Botos e incluso más lejos si la familia decide que a la comida del domingo se va a caballo. En invierno aprovecha cualquier momento en el que la lluvia o el intenso frío dan una tregua para pedirle a sus padres que le ensillen un caballo y sacarlo a trotar por cerca de su casa.

Manu fue una de las estrellas de la Feira Cabalar da Pascua de Padrón que se celebró el domingo en esta localidad coruñesa, donde logró dos medallas. La primera, un tercer puesto en la categoría de yeguas cruzadas, la colgó tras presentar en pista en pleno aguacero a Nica, una Pura Raza Española de capa torda. “Debía sacarla su padre, pero se envalentonó y dijo que quería llevarla él”, indica su madre. El otro metal llegó en la sección de ponis, reservado a niños, donde todos los participantes lograron una presea. Ramal en mano, puso a trotar a Narcea, una poni de raza Welsh de 12 años, que monta a menudo y que con toda seguridad se dejará ver en la Feira do Cabalo de Lalín los próximos días 27 y 28. “No le da llegado la feria”, bromea su madre. Como el año pasado, con toda seguridad saldrá a pista guiando las riendas de un enganche.

Su comunión con los caballos es tal que en ocasiones, seguramente debido a su edad, no es plenamente consciente de los riesgos que puede entrañar el manejo de un animal de varios cientos de kilos. “Tenemos que tirar para atrás de él, aunque cada vez ya se da más cuenta de que debe tener cuidado”, manifiesta su madre. Mientras, sus amigos, su familia y sus animales son para este caballero de cinco años sus pasiones.

Suscríbete para seguir leyendo