Pacientes del CHUS piden amparo a la Valedora do Pobo ante esperas de meses para revisión oncológica

El Sergas atribuye la demora a un reajuste de personal y resalta que se prioriza el inicio de tratamiento y a quienes lo tienen activo

Koro Martínez

Con demoras “de entre un e oito meses” en las revisiones a pacientes oncológicos del Área Sanitaria de Santiago e Barbanza, según denuncia la Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS, una quincena de enfermos con el presidente de la entidad al frente, Fernando Abraldes, se reunieron este lunes con la valedora do Pobo, María Dolores Fernández Galiño, para solicitarle su amparo ante una situación que consideran insostenible y que desde el Servizo Galego de Saúde se atribuye a un “reajuste de personal derivado del proceso de estabilización laboral de los profesionales y debido a las diversas circunstancias de su plantel”.

Algo en lo que incidía ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, quien subrayaba que “se está haciendo un esfuerzo muy grande en que todas las primeras consultas estén al día, en la atención en tiempo y forma a los primeros diagnósticos y en tratamiento activo”. Tras admitir alguna demora para cubrir la marcha de algún oncólogo de Santiago, recalcó que las pruebas de los que han acabado su fase activa y están con revisiones a medio y largo plazo se están viendo internamente.

Una justificación que Abraldes dijo no entender porque “o que hai é un problema de naturaleza estrutural, están priorizando pacientes que non son priorizables, entre os que teñen tratamento, os que o remataron e os que están na fase de control”. Incidió en que el cáncer es una de las patologías con más casos de repetición, apuntó que entre los firmantes de la queja “hai pacientes que tiveron un cancro en 2015 e volveron telo a finais de 2020”, por lo que se mostró “absolutamente en desacordo con este tipo de criterios, non estamos dispostos a que se antepoñan as necesidades administrativas frente as clínicas e de atención”.

Interrogado sobre lo que esperaban de su encuentro con la Valedora do Pobo, justificó su iniciativa ante la falta de respuesta por parte de la Gerencia del CHUS a los retrasos en la atención a pacientes oncológicos buscando “o amparo dun órgano independiente, que non dependa do Sergas ante a absoluta incapacidade deste para resolver a situación”. Confía en que se pueda iniciar un proceso de investigación sobre lo que está pasando y se emita un dictamen para que no se vulneren los derechos de los pacientes oncológicos y la atención prevista en los protocolos de tratamiento.

Desde la asociación se recuerda que, una vez superado el tratamiento, los enfermos deben realizarse pruebas y consultas de control cada tres o cuatro meses durante los primeros cinco años.

El Servicio de Oncología del CHUS detaca que pese a ese ajuste de personal temporal, “segue a manter unha excelente calidade asistencial e mesmo uns tempos de diagnóstico e tratamento á altura dos servizos máis prestixiosos de España”.

“Síntome indefensa, a revisión debía ser en decembro”

Indefensa aseguraba sentirse Aida Castro Caramés, paciente de Oncología del CHUS, que debía haber acudido a revisión con su oncóloga en diciembre pasado y a la que, el martes, todavía no le habían citado a consulta. Con un TAC realizado en enero y sin que por el momento le hayan dado los resultados del mismo, destacó la incertidumbre en la que se encuentra porque “por agora nin estou citada nin en vistas de estalo”, y explicó que a las reclamaciones ante Atención al Paciente y ante la propia Gerencia del CHUS, la única respuesta que ha obtenido por el momento es la de que se trata de “un problema puntual de reaxuste de persoal e que se están atendendo os os casos máis urxentes”. Convencida de que la única vía que les queda es hacer público el problema al que se enfrentan para ver si así se soluciona, mostró también su preocupación por no haber podido plantear a su oncóloga “as múltiples dúbidas sobre como me atopo tras o tratamento”. Rosana Fernández fue diagnosticada de cáncer de mama en en 2015 y en 2020. Tuvo su última revisión en abril de 2023, hace casi un año, y la siguiente le tocaba en octubre, a los seis meses, pero tampoco le han llamado por ahora. Aseguró a Europa Press que “es la primera vez” que le pasa desde 2015, puesto que sus revisiones no se demoraron ni en lo peor de la pandemia. Con consultas previstas cada seis meses, ése es el tiempo que lleva de retraso. Le contestaron que había problemas de personal y sigue con la incertidumbre.