15 años no son nada... o sí

Un vecino de Eirexe pide desde 2009 a Silleda que intervenga en una vivienda abandonada

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Luis Álvarez vive en Eirexe, en la parroquia de Parada. Allí tiene además un garaje en el que guarda maquinaria y su coche. Bueno, el coche ya no, porque teme que la vivienda cercana, ruinosa desde hace años, se desplome tras un temporal. Entre la casa y el galpón hay un camino tan estrecho que no amortiguaría la caída de las piedras. El techo hace décadas que se desprendió y el muro está siendo devorado por la maleza. Y es que el tiempo, como dice el refrán, lo mismo cura heridas que pudre los árboles.

Tiempo, precisamente, es el que le ha dado Luis Álvarez a su familia para que interviniese, más allá de los tres meses que marca la normativa para dar una respuesta a sus escritos. El primero fue presentado ya en mayo de 2009 e indicaba que la vivienda, situada frente a la Casa do Partidor, ya se encontraba en estado ruinoso. Fue imposible saber a través de Catastro el nombre de los propietarios y, en vista de que la Lei do Solo conmina a los concellos a actuar de oficio dictando órdenes de ejecución para la mejora de inmuebles, el vecino instaba al gobierno local a reparar o a demoler esta construcción, ya por parte del dueño o a instancias de la propia administración. En ese escrito de 2009 se facilitaba tanto un plano de situación como detalles de grietas y de desplomes.

La vivienda y el garaje están separador por un camino estrecho.

La vivienda y el garaje están separador por un camino estrecho. / Cedida

Su nieto, Uxío Silva, explica que desde 2009 el Concello no dio una respuesta contundente, y mientras tanto la casa fue empeorando su estado. Así que en noviembre del año pasado hubo que remitir un nuevo escrito. En él se recordaba que la fachada noreste está en una situación ruinosa y cubierta de abundante maleza. “Amenaza con caer poniendo en peligro las infraestructuras y los caminos de acceso próximos a esta”, añade, y recuerda además que en esos 15 años de espera, a pesar de las reclamaciones, “el Concello no hizo nada al respecto, por más que el interesado pasara en numerosas ocasiones a preguntar por el tema, y solo le recogían una copia de la reclamación presentada”.

Riesgo de incendio

Ahora, dentro de las paredes de la vivienda ruinosa crecen hasta árboles, lo que conlleva un riesgo de incendio y el consiguiente peligro tanto para el garaje de Luis Álvarez como para el resto de las viviendas más cercanas de esta aldea. Y sobra decir que este hogar dejó de serlo para personas hace décadas, pero ahora viven en él ratas y culebras. A la familia de Luis Álvarez no le queda otra que desratizar de vez en cuando para evitar que estas alimañas entren en su garaje o en la propia casa en que reside. Y ahora, que nos encaminamos hacia el verano, urge todavía más una limpieza de esta vivienda, aunque lo ideal sería su derribo para evitar cualquier disgusto.

La familia afectada insiste, en su escrito más reciente, que los dueños de inmuebles tienen la obligación de conservarlos en condiciones de salubridad y seguridad, mientas que los terrenos han de estar con una masa vegetal en condiciones que eviten la erosión y la propagación de incendios. Ninguna de estas condiciones se da en esta vivienda ruinosa de Eirexe.