El primer temporal del otoño duplica en cuestión de horas el caudal de los ríos

En Forcarei caen por la mañana 98,7 litros por m2 | Un gran desplazamiento de tierra en Taboada lleva al Concello de Silleda a levantar acta tras una limpieza que continúa hoy

Un vehículo tiene que dar la vuelta en Vilatuxe porque el río inunda el vial.
  // Bernabé/Javier Lalín | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Un vehículo tiene que dar la vuelta en Vilatuxe porque el río inunda el vial. // Bernabé/Javier Lalín | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Se acabaron las medias tintas. La llegada de la borrasca Aline a la comunidad autónoma ha sido, durante las últimas horas, como dar un fuerte portazo al verano o –mejor dicho– al famoso “veroño” que mantenía las temperaturas mucho más altas de lo habitual para esta época del año. Si el puente del 12 de octubre comenzó a esbozar un cambio meteorológico y a prepararnos para dar –definitivamente– la bienvenida al otoño, las intensas precipitaciones del miércoles y las que se registraron a lo largo de la jornada de ayer no dejaron margen a la interpretación ni dudas sobre la urgencia del cambio de armario. Las fuertes lluvias se combinaron con rachas de viento que dejaron tras de sí un reguero de árboles y pequeñas inundaciones en distintos puntos de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. El fenómeno quedó también gráfica y estadísticamente recogido en el comportamiento de los principales ríos de la zona. Aunque no se puede hablar todavía de grandes desbordamientos, sí puede asegurarse que en pocas horas el caudal de cursos tan importantes como el Deza y el Ulla prácticamente se vio duplicado.

Los servicios de emergencia que operan en los municipios de estas dos marcas vivieron turnos intensos durante la tarde y noche del viernes, que se prolongaron en la jornada de ayer para atender a las distintas llamadas ciudadanas dando parte de diferentes incidencias atribuidas al temporal. Es especialmente significativo el número de árboles caídos sobre las vías públicas y también lo son las pistas que resultaron afectadas por la formación de pequeñas balsas de agua, que terminaron dificultando la circulación. Entre ellas se encuentra el vial que va a Castro de Arriba, en Lalín, la pista de Cercio a Cello; la que comunica Sestelo y Baxán o la de Barcia, entre otras.

Las escaleras para la piscina
fluvial de Pozo do Boi, entre las
aguas crecidas.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Las escaleras para la piscina fluvial de Pozo do Boi, entre las aguas crecidas. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela

Sin duda una de las imágenes que mejor describen el paso de esta borrasca por las comarcas había que buscarla en la jornada de ayer en Pozo de Boi, el área de la playa fluvial de Vilatuxe (Lalín). El río Deza aparecía en este punto desbordado, hasta el punto de que hacía ya impracticable el paso por una vía municipal y obligaba a algunos usuarios a volver sobre sus pasos para evitar que sus vehículos quedasen atrapados o pudiesen sufrir desperfectos.

El río también ofrecía estampas invernales en el paseo urbano del Pontiñas, en la capital dezana, con el curso fluvial también más revuelto y caudaloso y un importante manto de hojarasca y ramas arrancadas por las fuertes rachas de viento registradas durante la noche.

El río Deza, con mucha fuerza
y agua turbia en A Carixa
(Vila de Cruces) . 
  | FOTOS: EMERXENCIAS LALÍN

El río Deza, con mucha fuerza y agua turbia en A Carixa (Vila de Cruces) . | FOTOS: EMERXENCIAS LALÍN / Ana Cela

Este primer temporal otoñal deja, como queda avanzado, los ríos mucho más crecidos en las comarcas. De hecho, en el caso del Deza y el Ulla su caudal prácticamente de duplicó entre el miércoles y la mañana de ayer. En función los datos obtenidos por las estaciones meteorológicas de Meteogalicia, el miércoles cayeron en lalín 20,2 litros por metro cuadrado, elevándose en la mañana de ayer hasta los 25,2 litros por metro cuadrado. En día y medio llovió en Lalín la tercera parte de lo que llovió en todo el pasado mes de septiembre. Sin embargo, el mayor índice de precipitaciones de la zona lo registró Forcarei. Si el miércoles cayeron 45 litros por metro cuadrado, al mediodía de ayer eran ya 98,7 litros por metro cuadrado, mientras que en todo septiembre se registraron 137,9. De modo que en día y medio llovió lo que en un mes.

El temporal deja un reguero de árboles caídos e inundaciones.  | // LUCÍA ABELEDO

Un árbol caído en la vía pública en el municipio lalinense. / Emerxencias Lalín

Todo ello explica las crecidas de los ríos. En el caso concreto del Deza, el miércoles tenía un caudal medio de 24 metros cúbicos por segundo, mientras que al mediodía de ayer llegaba ya a los 48,9 m3/segundo. El nivel medio del cauce pasó de 2,1 a 2,525 metros. El comportamiento del Ulla –en base a los datos obtenidos en el punto de observación de Teo– fue similar. El caudal medio de agua era el miércoles de 28,8 m3/ segundo y ayer al mediodía ya subiera a los 54,7 m3/segundo. Su nivel medio había crecido el miércoles a los 2,8 metros y en la mañana de ayer se elevó hasta los 3,128.

Hojarasca en el paseo del
Pontiñas, en Lalín.

Corte de un árbol en el municipio lalinense. / Emerxencias de Lalín.

En Tabeirós, los integrantes de Emerxencias A Estrada tuvieron una tarde y una noche de miércoles complicadas, con salidas continuas para retirar árboles caídos sobre la red de viales municipales. El servicio tuvo que ir a cortar y apartar árboles en Tabeirós, Berres, Baloira, Vinseiro, la PO-222 y otros dos de los que fue avisado el GES estradense aunque localizados en Campo Lameiro. La labor continuó en la mañana de ayer, con ramas caídas sobre una carretera en Vinseiro y un árbol que se desplomó sobre la calzada e impedía la circulación en un vial de la parroquia de San Miguel de Castro.

En Silleda, la fuerza de Aline dejó, principalmente, inundaciones, árboles caídos y algún desprendimiento, incidencias todas ellas atendidas por el personal municipal. El primer temporal del otoño dejó árboles caídos en O Castro y Cortegada, así como inundaciones en varias calles de la capital de Trasdeza. En la tarde del miércoles la tromba de agua afectó al entorno del pabellón deportivo César González Fares, con una inundación en la calle que motivó la entrada de agua en las citadas dependencias municipales. Hubo también otro encharcamiento junto al acceso al auditorio del recinto ferial y volvió a registrarse un nuevo desplazamiento grande de tierra en Taboada procedente, según indican desde el Concello, de una finca con una gran pendiente. Las escorrentías llevaron el barrizal hasta una pista municipal y al salido de una vivienda.

Árboles caídos, inundaciones y barrizales

Trabajadores achicando una balsa de agua. / Emerxencias Lalín

Desde el Concello se explica que esta situación se registró también el pasado mes de mayo. El ayuntamiento resolvió levantar acta de lo sucedido mediante informe de la Policía Local. Además, operarios municipales se desplazaron hasta el lugar y en la jornada de hoy tienen programado continuar con la retirada de barro de la vía pública con ayuda de una pala. La intención del gobierno local es enviar a administraciones supramunicipales informes sobre esta incidente, que en la tarde de ayer había obligado a la limpieza de las cunetas hasta en tres ocasiones. Silleda registró también algún accidente de tráfico, como el ocurrido al filo de las 16.00 horas de ayer en la N-640, afortunadamente de carácter leve.

Árboles caídos, inundaciones y barrizales

El temporal deja un reguero de árboles caídos e inundaciones. / Lucía Abeledo

En Vila de Cruces el servicio de Protección Civil no tenía ayer registro de incidencias importantes, si bien las imágenes del paso del temporal por este municipio llegan en gran parte protagonizadas por el fuerte –y revuelto– caudal del río en el área recreativa de A Carixa.

También en Forcarei, una de las zonas en las que más llovió durante las últimas horas, hubo varias caídas de ramas de árboles en la zona del pabellón polideportivo y en lugares como Loureiro y Acevedo.