El salmón más grande que salió del Ulla

La Festa do Salmón de A Estrada cumple este año medio siglo de historia, tras aquella edición de 1974 que preparó 400 kilos

Filgueira Valverde lee el primer pregón de la fiesta, junio de 1974. | // FOTOS ULLA

Filgueira Valverde lee el primer pregón de la fiesta, junio de 1974. | // FOTOS ULLA / Ana cela

Ana Cela

Ana Cela

Nació en tiempos en los que ver un salmón saltando en las aguas del Ulla era un espectáculo habitual; en una época en la que los puestos desde los que tentar al monarca fluvial eran, sencillamente, el telón de fondo en los cotos de Couso, Sinde y Ximonde, famosos entonces por las visitas anuales que Franco les dedicaba. Los ribereños estaban acostumbrados –y casi podía decirse que cansados– de degustar la carne de un pescado que los más hábiles llevaban a su cesta con la frecuencia de lo cotidiano. Sin embargo, medio siglo atrás, alguien abrió los ojos y, sencillamente, vio el potencial de combinar aquel regalo que la naturaleza hacía a las tierras de A Estrada con el talento que existía en los fogones. Con mucha ilusión y un fuerte empujón, en aquel 1974 nacía la principal fiesta gastronómica de A Estrada.

Cuenta el estradense Ricardo Terceiro, autor de artículos que avivan la nostalgia de los estradenses bajo el título Historias do Adoquín, que fue José Nogueira –en aquel momento regentaba el Restaurante Nixon– el que despertó la inquietud por preparar y comercializar el salmón estradense, cuyo consumo estaba todavía poco extendido. El empuje de Nogueira llevaría al Centro de Iniciativas e Turismo (CIT), con los desaparecidos Manuel Docampo y Jesús Leis Camba a la cabeza, a poner en marcha la bautizada como Fiesta del Salmón, sumándola al calendario de fiestas gastronómicas de Galicia. Su apuesta permitió que este año los estradenses celebren el medio siglo de historia de un evento declarado en 2013 como Fiesta de Interés Turístico de Galicia.

Cocinero local, en la década de los 90, preparando el plato.

Cartel promocional de la primera edición de la fiesta. / Cedida

Cincuenta años atrás, justo por esta fechas, se preparaba ya a fuego lento la primera edición de una celebración que en aquel 1974 se fijaría en un 2 de junio, si bien con el paso del tiempo se estableció su convocatoria –ya a partir de la tercera edición– en el tercer domingo del mes de mayo. Recuerda Terceiro que en ese primer año se prepararon 400 kilos de salmón salido de la aguas del Ulla, algo que a día de hoy sería del todo imposible.

Desde el primer momento los impulsores de esta fiesta la concibieron como algo más que un evento de corte gastronómico. Fue por ello que ya desde sus inicios se quiso arropar el saber hacer de los cocineros estradenses con actividades de dinamización turística y cultural. Y así surgió la figura del pregonero, íntimamente ligada a esta celebración. De hecho, se decidió acuñar la insignia Salmón de Ouro para entregársela en los actos institucionales al pregonero, acompañado en este homenaje por otras personas a las que también se distingue con este reconocimiento.

El primero en pregonar la Festa do Salmón fue Xosé Filgueira Valverde, que leyó su discurso flanqueado por la Reina y las Damas de Honor de la fiesta. Y es que durante años el cartel de esta celebración incluía un concurso de belleza. Tras ser elegidas por el jurado del certamen, las tres participan en primera línea tanto de la lectura del pregón como de la imposición de las insignias. María Concepción de la Calle Blanco fue la primera de ellas. La actividad causaba gran sensación entre la sociedad estradense de la época –también había entonces reina de las fiestas de San Paio-– y continuó celebrándose hasta la década de los 90.

Cartel que anunciaba la celebración, hace ya 50 años.

Cocinero local preparando salmón, en los 90. / Cedida

Hoy la Festa do Salmón no se entendería sin la degustación popular, que comenzó a celebrarse desde la década de los 90, acercando el consumo de este plato al gran público. En sus inicios se organizaba la llamada “comida oficial” en restaurantes de la villa, un ágape al que asistía un nutrido grupo de autoridades y que también estaba abierta a la participación del público, previa retirada de invitaciones. Sin embargo, este formato no cuajó entre muchos ciudadanos y granjeó a la fiesta la fama de celebración “elitista”. Sin embargo, un nuevo diseño implicó a los hosteleros locales y abrió la degustación a toda la sociedad, con precios para todos los bolsillos, ofreciendo, a la vez una demostración del talento de la cocina local y de las miles de formas que existen de preparar el plato protagonista de esta cita gastronómica.

El Ulla siempre fue protagonista de esta fiesta, convocándose el primer concurso de pesca en sus aguas en 1976. Cierto es que la población de salmones nada tiene que ver con la que fue, una situación que llevó también a que el salmón que se degusta en esta fiesta no salga de los cotos locales. Sin embargo, la importancia de la pesca y toda la actividad turística que genera este natural y espectacular telón de fondo es el maridaje perfecto para la Festa do Salmón, que cumple medio siglo de historia con la voluntad de seguir dejando buen sabor de boca.

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