La obra de la rúa Areal se retrasará hasta enero por problemas en el alcantarillado

El deterioro de la red de saneamiento impide su aprovechamiento | Crespo confía en tener antes de la Feira do Cocido la reurbanización, que debía estar rematada este año

Crespo charla con Gosende durante su visita de ayer a la calle, con una acera prácticamente rematada.

Crespo charla con Gosende durante su visita de ayer a la calle, con una acera prácticamente rematada. / Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Xan Salgueiro

Lalín tendrá que aguardar al año que viene para ver terminada la reurbanización de la calle Areal, cuyo plazo de ejecución terminaba el próximo 31 de diciembre. Problemas en el alcantarillado retrasarán su finalización alrededor de un mes, es decir, hasta finales de enero de 2024. El alcalde, José Crespo, espera que la obra esté lista antes de la Feira do Cocido, que concidirá el 4 de febrero.

El regidor y varios concejales visitaron ayer los trabajos junto a la jefa de obra de la adjudicataria (Oresa), Begoña Abeledo, y el redactor del proyecto, José Gosende. El documento contemplaba la separación de aguas residuales, reutilizando la única canalización existente hasta ahora para las fecales y colocando una nueva para las pluviales. Así se hizo en el margen izquierdo –en sentido Lugo–, cuya acera está prácticamente acabada.

Pero del otro lado no se podrá hacer lo mismo, tras detectar la concesionaria Aquadeza un problema: La tubería existente se atasca con frecuencia, por lo que no podrá ser aprovechada para la conducción de las aguas residuales. Así que será necesario instalar las dos tuberías nuevas, tanto la destinada a pluviales como la de fecales. “Eso alargará la obra un mes, más o menos”, indicó Crespo, aunque no lo garantiza, porque en una obra “siempre puede aparecer algo”.

Oresa inició el 11 de marzo la reurbanización de Areal, con un presupuesto de 821.552 euros. La actuación abarca, además de la separación de aguas residuales, la renovación de la instalación de abastecimiento, el refuerzo de las redes eléctricas y de telecomunicaciones y del alumbrado y la ampliación de las aceras, ordenando la superficie de aparcamiento y dotando la zona de mobiliario urbano y jardinería. La ejecución se ha programado procurando mantener en servicio las aceras existentes en, al menos, uno de los márgenes de la calle todo el tiempo posible, dando prioridad al tránsito peatonal, y procurando no afectar al tráfico rodado, hasta el final de la actuación.

“Esta obra cambia la cara de una de las entradas y salidas principales de Lalín –valora Crespo–. Pasa de tener una configuración propia de una nacional a la de una calle más del casco urbano”. Añadió que es una actuación “muy compleja” por los servicios existentes, los accesos a garajes, las plazas de aparcamiento y las zonas de carga y descarga, pero también “muy necesaria y, por encima de todo, justa”, pues “los vecinos llevaban muchos años reclamándola”.

El alcalde aspira a obtener la cesión de este tramo urbano de la carretera N-640, aunque es consciente de que será difícil mientras no exista un vial alternativo. Por eso, se interesará en Madrid por el viejo proyecto de circunvalación entre Goiás y Lalín 2000.