Liñares recibe a Antonio Maura

Un cuadro del político español vuelve a lucir en las paredes del pazo lalinense después de ser restaurado por el ayuntamiento

Montaje de la obra, ayer, en la casona municipal.

Montaje de la obra, ayer, en la casona municipal. / alfonso loño

El Pazo de Liñares de Lalín acaba de enriquecer sus fondos con la incorporación de un cuadro retrato del político español Antonio Maura y Montaner (Palma de Mallorca 1853-Torredolones 1925) que fue restaurado por el Concello después de ser recuperado de esta propia casona cuando se realizaron lanas obras de rehabilitación del inmueble municipal.

Se trata de una pintura al óleo de unos 50 x 60 centímetros del que había sido presidente del Consejo de Ministros hasta en cinco ocasiones durante el reinado de Alfonso XIII, encargándose de diferentes carteras en el primero tercio del siglo XX, diputado y presidente de la Real Academia Española desde 1903 hasta su muerte, en 1925.

El cuadro aparece firmado por M.T. Vázquez, que podría corresponder a Mariano Tito Vázquez Sánchez, pintor manchego que vivió en Compostela la finales del siglo XIX y en él también figura la indicación de ser hecho De fotografía. La pintura estaba en el salón principal del pazo en el primer piso, en mal estado de conservación, por lo que se encargó en su día la restauradora lalinense María Alejos su recuperación.

Antonio Maura fue coetáneo y amigo personal de Eliseo Loriga Parra (A Coruña 1869-Madrid 1959), padre de ilustre lalinense Joaquín Loriga Taboada. Ambos ocuparon importantes puestos al lado del monarca Alfonso XIII, uno como presidente del gobierno y ministro y el otro como profesor y mayordomo de la Casa Real hasta 1926, pasando luego a destinos militares en los que alcanzó la categoría de general de la Artillería, en el año 1931.

La cercanía y relación de ambos con el monarca de España en la Corte de Madrid podría explicar la existencia del cuadro de Maura en el pazo. Así lo afirma el escritor, investigador y Cronista Oficial de Lalín, Daniel González Alén, en un informe sobre esta pintura que fue expuesto en la comisión ejecutiva del Padroado Cultural, reunión en la que se acordó, a propuesta de González Alén, la instalación del cuadro que, tras ser restaurado estuvo resguardado en dependencias municipales, en la sala dedicada al aviador volviendo de este modo a su lugar originario.

La sala Loriga es un espacio dedicado a la memoria de Joaquín Loriga Taboada, hijo de Eliseo Loriga Parra e ilustre lalinense, nacido en este mismo pazo, y referente de la aviación española.