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“Aquí la gente quiere peinados con más volumen, al contrario que en Venezuela”

“Después de 35 años de experiencia me decidí a establecerme en Lalín” | “En el caso de los hombres, tanto aquí como allá les gusta arreglarse y cortar el pelo con frecuencia”

Vicente Curini, ayer, en su recién estrenada peluquería de la lalinense calle Penatoares.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Vicente Curini, ayer, en su recién estrenada peluquería de la lalinense calle Penatoares. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ángel Graña

La oferta del sector peluquero de Lalín cuenta desde hace unos días con un nuevo establecimiento. El bajo del número 12 de la calle Penatoares acoge una nueva peluquería unisex regentada por el venezolano retornado Vicente Curini García. Tras varios años trabajando por cuenta ajena, Curini ha dado el paso de establecerse por su cuenta en el casco urbano lalinense.

–¿Es este un buen momento para tener una peluquería propia?

–Tengo que decir que de hecho soy peluquero desde hace unos 35 años porque en Venezuela era a lo que me dedicaba con una peluquería propia allá. Tanto mi padre como mi madre son peluqueros de profesión y cuando se jubilaron en Venezuela yo me hice cargo de la que teníamos en aquella tierra. Lo que pasa es que, como sabes, por motivos que tienen que ver con la situación por la que atraviesa aquel país, emigramos para España junto a mi esposa y dos hijos. Llegué en el año 2016 y fue cuando comencé a trabajar en una peluquería en Lalín. Después, al año y medio, me cambié para otra, en la que estuve unos cuatros años y medio. La jefa de esa peluquería se jubiló, que es Isabel González, a la que ustedes le hicieron una reseña en FARO. Entonces, estuve en la disyuntiva de seguir trabajando como empleado o buscar un local y establecerme como autónomo. Después de tantos años de experiencia y haber llevado una peluquería en Venezuela durante 15 años, decidí montar aquí mi propia peluquería. Y así nace “Vicente Peluquería & Barbería”.

–¿Es muy distinta la peluquería europea de la que se realiza en un lugar como es Venezuela?

–Sinceramente, en líneas generales, varía poco la cosa. Por supuesto, hay ciertas cosas que distinguen a una u otra pero no cambia tanto. Como pasa siempre en sectores como el de la peluquería, lo que cambia básicamente es el estilo de la gente. Allá la gente es más morena y los cabellos son más rizados. Aquí la gente es más blanca y los cabellos se llevan más lisos. Me refiero a ese aspecto en concreto porque me parece lo más distinto. Entonces, claro, tienes que amoldarte a las circunstancias del país en el que vives y a su población porque son tus posibles clientes. Quiero decir, que al final más o menos las tendencias suelen ser las mismas.

–¿Se encuentra cómodo trabajando con los dos sexos?

–La verdad es que estoy a gusto tanto con mujeres como con los hombres porque desde hace ya un buen tiempo la peluquería casi no distingue de sexos, en el sentido de que hay que saber trabajar con ellos y ellas. Igual trabajo los cortes estos que son degradados como las barbas tipo “hipster”, que son las que más se están llevando últimamente y que cada vez más se dejan los hombres. Incluso se piden mucho los tintes de hombre junto a los habituales de las mujeres.

–¿Fue complicado adaptarse a los gustos específicos de una clientela como la dezana?

–Como te decía antes, no notas diferencias tan grandes como las que podrías pensar en un principio. De hecho, me sorprendió gratamente comprobar que no iba a ser tan difícil el período de adaptación a la nueva situación. En Venezuela, al tener el cabello rizo, la gente tiende a alisar más, a que no se expanda tanto el cabello. Sin embargo, aquí es a la inversa porque como los cabellos son más lisos la tendencia es querer tener más volumen y tienes que trabajando de otra forma.

–¿Dónde hay más coquetería en uno y otro lado del charco?

–Para coquetas, las venezolanas. Son impresionantemente coquetas las venezolanas. Hoy en día la situación del país, en líneas generales, no te da para tanto por razones obvias pero la que es coqueta allá es mucho más que aquí. En el caso del hombre pienso que está la cosa más pareja. En caballero tanto aquí como allá se ve a un hombre arreglado, que se corta el pelo de manera frecuente y seguida. Hoy en día el hombre se cuida mucho más que hace unos años. Por eso, aunque de momento pienso estar solo en la peluquería, espero que mi esposa me eche una mano porque también se crió en una peluquería.

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