La Consellería de Medio Rural asegura que las explotaciones bovinas de leche afectadas por la supresión de las ayudas por zonas con limitaciones naturales se verán compensadas con el incremento de la prima asociada a la producción. Cabe reseñar que alrededor de un millar de granjas de Lalín, Silleda, Vila de Cruces, Rodeiro, Agolada y A Estrada se quedarán sin estas subvenciones, que el año pasado les habían supuesto ingresos por valor de 986.000 euros.

La línea de ayudas destinadas a zonas con limitaciones naturales en áreas de montaña, que comprenden los territorios de Dozón, Forcarei y Cerdedo, sí se mantiene. La que “se reasigna”, según la terminología empleada por Medio Rural, es la dedicada a las áreas distintas de montaña. Este tipo de aportaciones llegaban, en su mayor parte, a explotaciones de vacas de leche de carácter intensivo. Y este tipo de granjas son las que, con la nueva PAC, se verán beneficiadas con una prima láctea que se incrementa en un 30%, de modo que, en palabras de la consellería, “seguirán percibiendo ayudas”. En definitiva, las explotaciones con limitaciones naturales que hasta ahora recibían estas ayudas se verán beneficiadas por esta prima asociada a la producción de leche de vaca.

Desde la consellería aclaran que los fondos asignados a la línea de ayudas que ahora se retira “se van a reasignar a otras partidas presupuestarias que precisan un pequeño incremento”. Entre ellas, menciona las aportaciones para el fomento de las razas autóctonas, la apicultura o los cultivos sostenibles y en riesgo de erosión genética.

Por tanto, Medio Rural descarta dar marcha atrás en los cambios de las ayudas de la PAC, como le pedía el Sindicato Labrego Galego, que considera que la eliminación de las aportaciones por zonas con limitaciones naturales causarán un gran impacto en las explotaciones afectadas. Vaticina que incluso supondrá un aumento del abandono de la actividad agropecuaria, que pretende combatir, precisamente.

“Estoy supercontenta con el premio, pero si me lo dieran cuando era joven sería un empujón”

La Consellería de Medio Rural falló, dio a conocer y entregó el pasado miércoles los Premios Exceleite 2022 y, entre la veintena de medallas de oro y de plata, figura una sola explotación dezana: la dirigida por María del Pilar Iglesias Golmar en la parroquia lalinense de Busto. Después de haber obtenido una plata hace dos años y dos diplomas por haber sido finalista en sendas ediciones más, ahora le ha correspondido el oro en la categoría de ganadería intensiva de pequeño tamaño.

Pilar no cree tener ningún secreto que le haga merecedora de un galardón que reconoce la calidad higiénico-sanitaria en la producción de leche cruda. “Será la suerte, porque imagino que como yo harán los demás. Todos tenemos mucho cuidado con la limpieza, especialmente con las ubres”, afirma la mujer. Se muestra muy orgullosa con el reconocimiento a su trabajo diario. “Estoy supercontenta. Entre tantos ganaderos, que te escojan a ti es para estar orgullosa, claro. Pero llega tarde –dice, sin perder la sonrisa–. Si me dieran estos premios cuando era más joven, todavía me daban un empujón”. Después de “toda la vida” entre vacas, a sus 62 años y con su marido jubilado de la construcción, Pilar no tendrá el relevo que ella dio a su madre en su día. El suyo es un establo antiguo que ha ido menguando su cabaña a medida que se acerca a la edad de la jubilación. Ahora tiene doce reses. “A mi me llegan bien”, confiesa. Y eso que la subida del precio de la leche en los últimos meses es un aliciente.