No tiene rostro, pero tiene mil caras. No tiene ojos, pero sí lágrimas. No tiene nombre, pero se llama como muchas. No tiene voz, pero grita auxilio. No siente ni padece, pero su dolor es el nuestro. Ella es la mujer que viste de violeta, como la que crearon ayer los niños de la escuela unitaria de Donramiro, en Lalín, y que estará presente en la concentración que hoy se celebrará en la capital dezana. Sus ropas están bordadas con las “joyas” que muchos hombres regalan cada día a las mujeres que tienen a su lado. Eres parva, eres tonta, as túas ideas son absurdas... son retales que los escolares encontraron en las páginas de cuentos de Adela Turín y que les permitieron identificar conductas machistas y bordarlas con su letra en el vestido de una escultura que hoy se trasladará al Casino y, por la noche, se sacará a la concentración en la Praza da Igrexa.

Los alumnos de la escuela unitaria de Donramiro, pintando la escultura. Ana Cela

En Donramiro se trabajó ayer con intensidad, primero con libros y luego con mucho arte, en prevención. Los alumnos leyeron cuatro ejemplares de cuentos de temática coeducativa para analizar las conductas machistas de las personas protagonistas, creando después una escultura con forma de mujer sobre la que reflejaron estos comportamientos. Eres parva; eres tonta; as túas ideas son absurdas e ridículas; tes que estar na casa; non eres capaz de facer nada; que farías ti sen min; se non estás guapa ninguén quererá casar contigo; non podes ser ti mesma; nunca fas nada ben; estás para servirme... Unas se leen mejor que otras, pero absolutamente todas hieren. Y es que esta escultura de intenso color violeta representa a toda las mujeres que soportan a diario cualquier tipo de violencia machista, tanto la que provoca marcas como la que deja cicatrices bajo la piel.

Esa mujer que viste de violeta

También en las aulas del IES Laxeiro se trabajó con arte en la concienciación contra la violencia machista, con un hermoso cartel en el que el color violeta también es protagonista y que se acompaña del lema Por unha vida sen violencia.

El 25-N estará de nuevo hoy muy presente en las aulas. En el IES Antón Losada Diéguez el lema escogido este año es: No Losada non miramos para outro lado. El centro participará en la Estación da Igualdade promovida por el Centro de Información á Muller (CIM) en la Fundación do Moble. A las 12.25 habrá una concentración de la comunidad educativa en el patio posterior del centro, con lectura de un manifiesto. A partir de esta hora, se desarrollará un concurso de diseños para el alumnado de cuarto de la ESO, charlas en las diferentes tutorías; distribución de adhesivos conmemorativos y una mesa violeta en la entrada del centro con publicaciones en torno a la igualdad.

Murales

Niños y madres colaboraron ayer en la elaboración de un mural en el colegio estradense de Lourdes, con pintura de manos y frases en contra de la violencia machista, una actividad diseñada por la ANPA. Los escolares de Soutelo de Montes y Forcarei se reunirán esta mañana en el pabellón forcaricense para configurar, también, un gran mural con las siluetas de sus manos.

En Lalín y Silleda habrá concentraciones a las 12.00 horas delante de los consistorios, con la correspondiente lectura de manifiestos. Por su parte, Azos Feministas tienen convocada otra concentración a las 20.30 horas, en la Praza da Igrexa, con una performance en la que se recordará a las víctimas de la violencia de género. También se hará en A Estrada, en este caso a las 20.00 horas, junto al Concello. En Cruces, los actos convocados por el 25-N se concentrarán en el Auditorio Xosé Casal, a partir de las 11.45. Se leerá un manifiesto institucional, al que seguirá la actuación infantil de Os piñeiriños.

Manifiestos como el de Lalín incide en que la violencia machista es todavía un “fenómeno en plena expansión”, que “adquiere nuevas formas y alcanza nuevos grupos de edad”, que traspasa fronteras, culturas, étnicas, edades o niveles socioeconómicos. Recuerdan que en 2022 fueron asesinadas en España 38 mujeres y dos menores víctimas de la violencia de género. Dejan huérfanos a 26 menores. Y esto es solo la punta del iceberg. El color tiene que seguir siendo el violeta, pero nos urge a todos cambiar el vestido.