A sus 63 años Ramiro Meilán reconoce que ya le queda poco en el negocio. Desguaces Meilán funciona hoy en día con ocho trabajadores y cada vez las responsabilidades están más repartidas. Muy atrás quedan ya los tiempos en que este empresario decidió lanzarse “a la aventura”, dejando el negocio de compra-venta de coches que tenía su padre en Vigo para poner en marcha un desguace en A Estrada. Los comienzos fueron complicados pero el tiempo terminó dando la razón a su proyecto. Su desguace es el único de la comarca de Tabeirós-Terra de Montes pero recoge coches desde Santiago a Pontevedra, pasando por Sanxenxo, por lo que no les falta trabajo.
Meilán recuerda con claridad sus primeros pasos en del desguace, hace ahora 36 años. Así, nos cuenta que el primer coche que llegó fue un Seat 127. “Antes se vendían muchos menos coches que ahora, así que también teníamos menos. Eran 127, 600, 124... pero entraban unos cinco o diez al mes. Ahora como mínimo llegan unos treinta”, explica el empresario estradense.
Desguaces Meilán es el único negocio de este tipo en la comarca de Tabeirós-Terra de Montes en la actualidad, aunque Meilán recuerda que no lo era al principio. Él trabajaba junto a su padre en un negocio de compra y venta de coches que tenía en Vigo. Un día sin embargo, el joven decidió poner en marcha su propio negocio. Lo hizo en una finca que alquiló junto las Colonias, donde por esa época no había nada a su alrededor. Meilán tenía competencia en sus primeros pasos con otro desguace que se encontraba en la zona de Toedo, justo al otro lado de la carretera del polígono industrial. Este terminó sin embargo cerrando años después, dejándolo como el único desguace de la zona. “Al principio eran los propios clientes o las gestorías los que nos llamaban para recoger el coche porque eran ellos los que se tenían que encargar por su cuenta de darlo de baja y todo el papeleo. Ahora de eso ya nos encargamos nosotros”, explica.
Lo que no ha cambiado casi en todos estos años es el proceso a seguir con los coches y las piezas más demandadas. “Los motores , los pilotos y piezas de defensa siempre tuvieron mucha salida, antes y ahora. Los coches viejos sin embargo se hacían para durar más. Si un coche tenía un golpe lo arreglabas con un martillo en casa. Ahora todo se cambia con piezas nuevas, son como de plástico. Ves coches en el desguace que solo tienen ocho o nueve años. Con un golpe ya no tienen arreglo”.
En estas más de tres décadas Desguaces Meilán ha ido creciendo al tiempo que iba aumentando el espacio que necesitaba para dar cabida a las docenas de coches que llegaban cada mes a sus puertas. El empresario recuerda que cuando abrió contaba con una finca de unos 300 metros cuadrados. Hoy en día ocupan 5.000 metros cuadrados. “Ya no tenemos más para donde seguir aumentando”, lamenta. Estima que en estos momentos habrá más de 600 coches en el desguace, algo que nunca imaginó cuando decidió lanzarse a esta aventura.
