De “auténtica cacicada” califica Francisco Vilariño la compra de una casa en Moneixas por parte del Concello de Lalín. Pero el portavoz nacionalista y vecino en la parroquia pide que se dé marcha atrás a una operación que considera enmarca en “una compra de voluntades” con vistas a las elecciones municipales de 2023.

Estado que presenta la rectoral de Moneixas. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

La casa y una construcción anexa, ubicadas en las inmediaciones de la iglesia parroquial, estaban a la venta en una inmobiliaria por 65.000 euros, cuantía por la que finalmente se cerrará la adquisición, con los gastos administrativos y notariales, tal como adelantó FARO DE VIGO el pasado domingo. Las edificaciones serán rehabilitadas para convertirlas en centro social y local de ensayo de la banda de gaitas Os Dezas. “Ni siquiera es para los vecinos, sino para uso y disfrute de unos pocos, que son los que llevan el grupo”, critica el concejal.

Francisco Vilariño considera que el inmueble en vías de compra no reúne las condiciones, pues está en muy mal estado y que, por eso, estuvo diez años en venta. Es más, sostiene que hay un caso de “presunto amiguismo” para “beneficiar al propietario, que es el único que gana”. Pero en ningún caso a los vecinos, desconocedores en su mayoría de cómo se gestó el proceso.

“Llamaron a la alcaldesa de barrio el lunes por la mañana para que avisara a los vecinos a una reunión por la tarde bajo el anuncio de ampliación del local social”, expone el edil. A la decena de asistentes al encuentro –estima Vilariño– se les dio como “única posibilidad” la compra de la casa. “Justificaron la urgencia de la convocatoria en el mismo día en que había que comprarla ya”, dice. Pero su “sorpresa” es que “no solo no va al pleno del viernes, sino que ni siquiera hay un expediente hecho”.

El portavoz nacionalista entiende que existen otras opciones mucho mejores, como la ampliación del local social en el campo de la fiesta. En este sentido, recuerda que en su etapa de gobierno, él mismo había gestionado la adquisición del campo que hay al lado del centro social, incluido el cruceiro, restaurado. Otra opción sería comprar otras dos parcelas limítrofes. Y una tercera pasaría por la adquisición de dos casas que se venden junto al local. Vilariño asegura que el gobierno aguardó a que se vendiera uno de estos inmuebles, por 75.000 euros, para dar trámite a un acuerdo que “ya tenía cerrado con el propietario desde hace tiempo”.

“Nadie quiere esta casa, no era una opción para los vecinos”, alega el edil, que se hace eco de “un malestar muy grande” de la mayoría de los vecinos al enterarse de “esta cacicada”, que atribuye a la concejala Begoña Blanco. Su propuesta pasa por comprar la rectoral, una casona singular con jardín que acogió la Matanza Tradicional do Porco en 2018. Cree que sería el edificio idóneo para centro social y para crear un museo de la historia de Os Dezas, además de un espacio exterior para actividades culturales y del colectivo vecinal. Señala que los 400.000 euros que el gobierno pretende gastar bastarían para comprar y arreglar la rectoral.