La suerte se alió el pasado lunes con “Doce” y sus seis cachorros. Porque sin duda fue una suerte que Ofelia Lema saliese ese día a pasear con sus perros por montes de Lagartóns. Hacía cuatro meses que la familia no paseaba por esa zona cercana a su vivienda pero ese día su hijo le pidió ir por ese camino para enseñárselo a la familia de Ucrania que tienen acogida en casa. Esa suerte fue la que cruzó los destinos de la familia de Lema con la de Doce, uniéndolos de una manera especial.

El paseo comenzó en torno a las 17.30 horas pero en esta ocasión hubo algo raro. “Mis perros comenzaron a ladrar y nunca lo hacen. Mi hijo quiso ir con ellos y volvió diciendo que había encontrado una perra”, recuerda. Cuando llegó al lugar se encontró a Doce junto a sus seis cachorros. Estaban en una caja de cartón, con una manta vieja, una maceta llena de agua y tres paquetes de galletas sin abrir. “Intenté acercame a ella pero me ladraba. No quería que me acercase a los cachorros. Estaba suelta pero no se movía de su lado”, recuerda.

Lema se puso en contacto con asociaciones que gestionan perros abandonados en A Estrada pero en ese momento ninguno de los voluntarios podía acudir al lugar. La vecina decidió terminar la ruta para regresar poco después con el coche para llevarle algo de agua la perra. “En cuanto abrí la puerta, la perra se metió dentro. Cogí entonces un transportín de gato y metí dentro a los cachorros. Ella se quedó a mi lado en el coche todo el camino de vuelta. Les hice una cama en una caseta que tenía en casa con paja y pasaron allí la noche”.

Así fueron encontrados Doce y sus cachorros.

“Doce” se ha acostumbrado rápido a su buen hogar y se ha mostrado en todo momento como una perra muy dócil –de ahí el nombre que la familia escogió para ella–. Lema intenta gestionar ahora la adopción de los cachorros, aunque todavía son muy pequeños. “Es una perra tipo labrador. Puede que se usase para cazar y que ya no les sirviese”, explica Lema, muy molesta con la forma en la que el dueño de Doce trató a una perra tan noble como se está mostrando. “Ojalá alguien la reconozca y se pueda dar con la persona que hizo esto”, afirmó. Estima que la camada llevaba poco tiempo en la zona cuando la encontró, ya que la caja de cartón no estaba humedecida. Además, apuntó a que el lugar elegido para dejarlos no suele tener mucho tránsito de personas ni estaba pensando para que alguien los encontrase rápido.

Otras alternativas

La estradense además criticó la supuesta ayuda a la perra y a sus cachorros con tres paquetes de galleta María sin abrir. “Hoy en día hay muchas soluciones antes de llegar a este punto. Hay por ejemplo campañas para esterilizar a los perros y evitar que tengan cachorros no deseados. Si llega el caso, también se puede interrumpir el embarazo o se pueden dar en adopción acudiendo a una protectora de animales. Yo tengo varios perros y son todos adoptados”, afirmó.