La operación contra el contrabando de tabaco que se saldó con cinco detenidos supuso la incautación de material valorado en unos dos millones de euros en la fábrica clandestina situada en el polígono empresarial Área 33, de Silleda. Así lo comunicó ayer, lunes, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones Conde, durante una recepción oficial que le brindó la Diputación de Pontevedra, al tiempo que confirmó que el operativo está “aún abierto”.
Efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desarrollaron el operativo en varias provincias de España, entre ellas, Pontevedra y A Coruña. A ellos trasladó Miñones su felicitación por el trabajo realizado. Tal como adelantó el domingo FARO DE VIGO en su edición digital, fue el sábado por la mañana cuando se intervino una factoría clandestina de tabaco en el polígono de Silleda y se practicaron cinco detenciones, entre ellas, las de dos personas con domicilio en Sevilla y otras dos en las localidades gallegas de Melide y Boiro.
El delegado gubernativo indicó que “la UCO y la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia siguen con nuevas inspecciones que tienen que hacer” relacionadas con la desarticulación de esta red de contrabando. “No tenemos más información al respecto”, respondió Miñones en su comparencia de ayer en Pontevedra. En esta línea se pronuncian desde la Dirección General de la Guardia Civil a preguntas de esta Redacción, al apuntar que la investigación continúa “bajo secreto de sumario” y que, por ello, no pueden aportar dato alguno.
Un amplio dispositivo de la UCO tomó la manzana en la que se encuentra el inmueble y las calles aledañas a primera hora de la mañana del sábado. Contó con el apoyo aéreo de un helicóptero, que aterrizó en las inmediaciones. Una vez en el interior de la nave, los agentes encontraron material de contrabando que habría alcanzado un valor en el mercado superior a los dos millones de euros, según Miñones Conde.
Recóndita
La actuación permitió la intervención del almacén clandestino de tabaco en una de las naves más recónditas de Área 33, ubicada en la calle G, en el lugar más próximo a Trasfontao y al pie mismo del Camino de Santiago. El propietario del edificio tiene alquiladas las instalaciones; la nave en cuestión está a nombre de una firma con sede en Melide, localidad en la que también tiene su domicilio uno de los arrestados. Ayer continuaba con los minúsculos precintos que le puso la Guardia Civil en ambos márgenes de su portalón metálico y en la puerta central de acceso peatonal.
Usuarios de negocios próximos indican que la nave registraba movimiento ocasional de vehículos, que entraban y salían discretamente de su interior, y que creían que se utilizaba como almacén de bacalao. “No tenemos información de lo que tienen a mayores”, señaló Miñones a preguntas de la prensa durante el acto de ayer en Pontevedra.
