Un grupo de mujeres de Agolada estaba citado ayer, viernes, para acudir a la unidad de detección precoz del cáncer de mama, situada en el Hospital Gil Casares. Este programa de la Consellería de Sanidade dispone de un servicio gratuito de autobús para los desplazamientos a Santiago de Compostela, pero ayer no llegó, sin previo aviso.

Como de costumbre, había establecidos dos turnos: Las mujeres convocadas en el primero tuvieron que presentarse a las 7:30 horas en la Praza do Concello, como se les informaba en las cartas que habían recibido: “El Programa Galego de Detección de Cancro de Mama pone a su disposición un medio de transporte gratuito para facilitarle el acceso desde Agolada hasta la Unidad de Exploración Mamográfica, situada en el Hospital Gil Casares, y también el viaje de vuelta al concello”. Pero el autocar no apareció, ni a la hora convenida ni más tarde.

Cuando abrió el consistorio, una hora después, personal municipal intentó contactar con el servicio a través de distintos teléfonos, porque en el que figuraba en la carta el horario de atención al público empezaba a las 9:00, por lo que las afectadas tampoco habían conseguido hablar con nadie a esa hora. Pasada esa hora y después de intentarlo varias veces, una trabajadora municipal logró contactar con el responsable del servicio, quien le comunicó que el bus “no podía venir, sin dar más explicaciones”. Eso sí, esta persona confirmó al Concello que tampoco habría vehículo en el segundo turno, previsto para las 11:45 horas. Y le trasladó que quien quisiera podía acudir ayer a realizar la mamografía por su cuenta, a pesar de que la hora de citación ya había pasado; en caso contrario, las volverían a convocar para otro día.

Esta situación produjo un “gran malestar” entre las agoladesas que estuvieron esperando dos horas, sin tener aviso de los responsables del servicio, y también porque algunas no pudieron ir a trabajar. Asimismo, al menos tres mujeres del segundo turno se presentaron a su hora en la plaza consistorial, ya que tampoco las habían avisado de que no había autobús; otras no lo hicieron tras ser alertadas por vecinas.

La trabajadora social municipal redactó una reclamación colectiva que en el mismo momento ya firmaron trece afectadas y que estará a disposición de otras que quieran hacerlo en el ayuntamiento durante las próximas jornadas. Entre las dos convocatorias podían estar citadas alrededor de treinta mujeres, pues algunas van en sus coches.