I-Radia Crea es una de las promotoras de referencia del sector cultural gallego, con especial presencia dentro de la programación de artistas internacionales, así como en el desarrollo de proyectos de medio y gran formato, o proyectos vinculados a la educación y el arte. Desde hace casi una década se fue posicionando dentro del sector cultural con propuestas de gran calidad. Al frente se encuentra el lalinense Carlos Montilla Cortizo.
–¿Ha sido difícil conformar un cartel tan interesante como el de este año en el Ribeira Sacra?
–Bueno, vamos a ir poco a poco. Este año va a ser difícil porque tenemos aún las restricciones de público. La pena es no poder contar con más aforo porque con ese cartel seguro que vendría mucha más gente. A ver cómo va la cosa y que nos dejen trabajar. Será en el mes de julio, aunque ahora mismo fuera de la parte musical estamos con otros proyectos y fuera con un par de cosas en Valencia y otras programaciones que están previstas para el año que viene si todo sale según lo previsto, evidentemente.
–¿Cómo se lleva una etapa como esta en el sector de la organización de eventos culturales?
–En I-Radia nos pilló en un momento especialmente difícil porque y a contrapié con una ampliación de la empresa que tuvo lugar a principios de año. La pandemia nos bloqueó completamente sobre todo porque ya teníamos una plantilla un poco grande debido a la cantidad de proyectos que teníamos en marcha. Lo que hicimos fue un compromiso para mantener a ese equipo y gracias a eso pudimos afrontar nuevos proyectos en otros sitios. De todas formas, lo pasamos y lo estamos pasando francamente mal, en especial con las innumerables cancelaciones que hubo.
–En el fútbol y en el baloncesto parece que vuelve el público a cuentagotas. ¿Cuándo podremos ir a un concierto como antes?
–Yo creo que queda otro verano sin poder a ir a un concierto en condiciones. Este verano va a ser muy complicado y pensar lo contrario es algo muy poco realista. En general, creo una segunda fase sería volver a lo que fue el año pasado, aunque nos pilló en una situación muy desconocida para todos. Se tomaron muchas medidas de restricciones por desconocimiento porque había una situación de crisis sanitaria mucho más elevada y este año lo veo con cierto optimismo porque nosotros pudimos mantener un festival como el Ribeira Sacra demostrando que los conciertos culturales son espacios seguros que nos van a facilitar que tengamos experiencia acumulada. Y supongo que, después, entraremos en una tercera fase que espero sea la de la vuelta a la normalidad.
–¿No cree que la gente sigue teniendo miedo a este tipo de citas a pesar de adoptar todas las medidas, como pasó en Barcelona?
–Por supuesto. Está por ver que la vuelta a la normalidad cuente con la confianza del público, sobre todo a los festivales más multitudinarios. Hay festivales más experienciales que la gente los visualiza como espacios de menos masificación. Sin embargo, aún va a haber un período en que la gente vuelva a recuperar la confianza en asistir a recintos de interior y similares. La recuperación pasa porque la vacuna funcione y que la gente se recupere emocionalmente. Sin olvidar también una recuperación desde el ámbito económico porque todavía desconocemos el alcance real de la crisis económica. Después de más de un año con muchos sectores parados es evidente que eso va a afectar al consumo y en particular al ocio y a la cultura.
–¿Tiene algún proyecto en Lalín o la comarca dezana para cuando todo esto vuelva a la normalidad?
–De momento, no. Sí que es cierto que antes de la pandemia estábamos trabajando en algunas ideas que se quedaron un poco aparcadas a la espera de ver cómo evoluciona la situación. De todas formas, seguro que a lo largo del año si hubiera oportunidad de organizar algún acto relevante, nos pondríamos manos a la obra. La pandemia nos tiene a todos pendientes de lo que pase. Tenemos intención de participar de forma muy activa en la programación del Xacobeo durante este año y, también, el próximo. Evidentemente, si organizamos algo en Lalín sería con la idea clara de que sea algo que tenga una repercusión incluso mayor. Para eso, necesitamos ya un poco que el público se acostumbre a los eventos y que se genere cierta movilidad. Esperemos que sea lo antes posible.
