El único caballo capturado en Forcarei que no es de O Santo pero que también se derivó a Sabucedo.

“Somos los primeros interesados en querer reconducir el problema y darle una solución”, aseguró ayer el presidente de la Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo en relación a la problemática planteada en Montillón por los daños y la falta de pasto ocasionados por la irrupción de reses cuya titularidad atribuyen a Rapa das Bestas en fincas cerradas con cierres de cuatro alambres de picos en la zona de As Lamas, la irrupción de un caballo ligado a la yeguada de O Santo dentro del cierre de una finca de Enviande en la que un propietario particular tenía pastando a dos yeguas de su propiedad y la indignación generada entre vecinos de Montillón y directivos de las cuatro sofores constituidas para impulsar la gestión conjunta de sus fincas –A Toxeira-Montillón, Carballeira de Parga, Chorima de Xubrei y Nosa Señora da Saleta–por las declaraciones de Paulo Vicente en relación con las primeras quejas por daños en fincas de las que se hizo eco esta Redacción en los últimos días. En una mañana complicada en ese sentido, la alcaldesa de Forcarei, Verónica Pichel, anunciaba que el centro de acogida de Sabucedo –impulsado por ella misma y por Rapa das Bestas para

A Vicente no le duelen prendas en pedir disculpas si no se explicó bien o si sus declaraciones se prestaron a equívoco. En ningún momento quiso culpar a los vecinos ni mostrar una postura “prepotente” al aludir al derecho de pastoreo de las reses de O Santo. Admite que él mismo, si fuese ganadero y sufriese daños en sus pastos o en sus propietarios, estaría indignado. Lo entiende . Y tiende la mano, mostrándose dispuesto a asumir los daños cuando se constate que han sido los caballos de O Santo los que han causado los daños ya que, apunta, en montes de Souto también viven caballos de propietarios privados. No sería la primera vez que Rapa das Bestas envía rollos de hierba a propietarios que han perdido pastos por sus yeguas.

Reitera que la pandemia ha venido a complicar la respuesta que el colectivo siempre intenta dar en caso de que reciba un aviso por daños. Son muy pocos los socios de Rapa das Bestas que residen en Sabucedo. La mayoría viven donde están sus trabajos: Madrid, Santiago, A Coruña o Cedeira, por ejemplo. Y ello limita mucho su capacidad de reacción de quienes velan todo el año por las reses de O Santo. No pueden violar los cierres perimetrales impuestos a sus respectivas zonas de residencia y ello dificulta poder estar allí donde quieren. No obstante, Vicente ya habló el martes con los vecinos de Montillón que denuncian daños y pidió ayer a un integrante de la Rapa que fuese a ver la yegua muerta, para ver si es de la Rapa, que no tenía constancia de su existencia.

Pero Vicente va más allá de una solución a corto plato. Convencido de que los intereses de la Rapa y de los propios vecinos pueden ser complementarios, ofrece el mismo diálogo que siempre ofertó Bazal. Su postura es exactamente la misma que la de su predecesor. Ambos ven en el cierre y en más desbroces la solución que puede evitar que se produzcan nuevos daños. Muestra su mano tendida para intentar reconducir la situación y está dispuesto a mantener con los vecinos las reuniones que haga falta.

La opción que defienden ambos pasa por la construcción del citado cierre, en el monte obteniendo “los permisos que nos permitan llevarlos a cabo. Estamos en un punto clave, de informes técnicos y de proyecto”, afirma. “Pensamos que ese cierre puede arreglar gran parte de la problemática”, dice, admitiendo que las fincas son de titularidad privada y que, por tanto, los propietarios tienen mucho que decir. La Rapa quiere escucharles y buscar un consenso que favorezca a ambas partes.

Efectuar más desbroces en el monte también contribuiría a reducir daños, señala. Por eso, la Rapa ha apostado estos últimos años por un ambicioso plan anual de desbroces que le ha llevado a desembolsar el año pasado 7.000 euros y el anterior 10.000 “para desbrozar montes que no son nuestros”. Allí donde se hacen, el resultado es muy positivo: los caballos permanecen en los pastizales y se evita que bajen a los pueblos y haya daños. Sabe que aun hay mucho por hacer en esa línea. La Rapa hace un llamamiento a las administraciones para apoyarles con una doble finalidad: reducir carga combustible en los montes para minimizar el riesgo de incendio y, a la par, favorecer la creación de pastizales que le den alimento a las reses de O Santo y, de este modo, garanticen la pervivencia de la única Fiesta de Interés Turístico Internacional de que dispone A Estrada y que atrae cada año al municipio, a la provincia y a Galicia a miles de visitantes.

Pero la Rapa es mucho más que el curro. Dura los 365 días del año. Y evitar daños y asegurarse del bienestar animal son dos de los objetivos del colectivo que dirige Vicente. Y en esa línea cabe situar el centro de acogida de Sabucedo impulsado conjuntamente por la alcaldesa de Forcarei, Verónica Pichel, y Rapa das Bestas –y a la que la Xunta dio luz verde hace 10 meses– de abrir un centro de acogida de caballos salvajes en Sabucedo. La regidora local confirmó ayer que la iniciativa empieza a dar sus primeros frutos. Seis yeguas de la propia asociación le fueron devueltas a la entidad y una más, sin dueño conocido, pasó también a estar a su cargo al tiempo que se abre el período preceptivo de reclamación.

Los siete caballos en cuestión fueron apresados en Carballeira, tras varios avisos vecinales sobre la presencia de caballos sin control cerca de fincas privadas. Limitaciones derivadas del control del coronavirus complicaron enormemente el proceso, señaló Pichel. Al final se logró y se activó la colaboración pionera con Sabucedo, que busca evitar que los caballos mostrencos sean sacrificados, una de las tres alternativas marcadas en el procedimiento tradicional de actuación que tenía anteriormente Forcarei si nadie reclamaba su titularidad: llevarlos directamente al matadero, a puja o entregarlos a un centro de acogida. Esta es ahora la opción elegida, gracias al acuerdo entre el gobierno y Rapa das Bestas.

Seprona ve los daños y al garañón e insta a elegir perito a los afectados, en contacto con el colectivo

Fuentes vecinales de Montillón ligadas a las sofores y a los afectados por los daños en sus fincas y por la irrupción de un caballo que vinculan a la yeguada de O Santo en una finca en la que pastaban dos de sus yeguas le trasladaron ayer a esta Redacción que, al fin, empiezan a ver pasos que consideran positivos para encauzar la situación creada. Según explicaron, uno de ellos acudió a primera hora de la mañana de ayer al cuartel de A Estrada y supo que Seprona se personaría poco después en las fincas que han sufrido daños y a visitar al garañón en el cierre a cuyo interior saltó él mismo. Seprona también se acercó a comprobar el estado de la yegua muerta. Y le pidió a los afectados por daños que designen perito y abogado para acompañar la denuncia por daños. Pero estos particulares también han mantenido conversaciones con la Rapa en los últimos días y, como las sofores, se muestran abiertos al diálogo. Todas las partes muestran voluntad de entendimiento.