A Estrada lleva años demandando una conexión de alta capacidad con la capital gallega, un vial de altas prestaciones que parte de Santiago pero que, a día de hoy, se detiene en A Ramallosa. La lucha por conseguir que se continúe la obra hasta llegar a tierras estradenses no es, ni muchos menos, nueva. Sin embargo, es ahora, al retomar el proyecto, cuando surge una contestación que, aunque considera legítima, no comparte el jefe del ejecutivo estradense. José López Campos aseguró que no piensa perder “ni un minuto” en entrar “en polémicas ni debates” que para él están “superados”. “Determinados colectivos prefieren destinar los 45 millones a otros lugares del territorio. Dejan claro los intereses que defienden “, sostuvo el alcalde, que defendió que la autovía AG-59 es una obra “fundamental para el futuro de A Estada” y para avanzar en la vertebración de la Galicia interior. “Parece que lo que buscan es menospreciar a A Estrada y decir que no es merecedora de esta infraestructura como lo es cualquier otro sitio del territorio gallego”, estimó.

“Estamos hablando de vertebrar el territorio, del gran mapa de las infraestructuras gallegas y de darle vida a un territorio que está marginado con respecto a grandes zonas urbanas”, defendió el mandatario local. No dejó de reconocer que hay que defender los valores medioambientales, pero señaló que “para eso se somete el proyecto a un informe de impacto”. “Pero también hay que proteger el futuro de generaciones venideras y, para eso, A Estrada tiene que tener comunicaciones”, añadió.

En este contexto, el mandatario estradense puso el acento en que esta obra ya tuvo un informe medioambiental favorable y subrayó que el proyecto que se propone ahora para su continuidad en dos tramos tendría “menos impacto todavía” al eliminar dos potentes entronque s. “Los enlaces son mucho más sencillos y la carretera tiene menos impacto”, observó. En esta misma línea, el alcalde recordó que el proceso es garantista y que contempla informes sectoriales como el de Aguas de Galicia o Patrimonio, entre otros. “El proyecto recogerá todas estas cuestiones, las incorporará y las mejorará. Si eso es así, lo que interesa no es ese debate; lo que interesa es castigar a A Estrada, que parece que tenemos que ser los hermanos pobres de Galicia”, sentenció López Campos.

“O vertebramos el interior de Galicia por vías de alta prestación o esa tendencia de que el 70% de la población viva en el 10% del territorio se perpetuará. Tendremos una Galicia protegida pero despoblada”, declaró el dirigente local. “El debate que hay que poner sobre la m esa es qué causa mayor impacto: convertir el territorio en zona desértica poblacionalmente o hacer una infraestructura que se integre en el entorno. Yo no tengo ninguna duda”, apuntó, señalando también la existencia de muchos mecanismos que permiten “garantizar que la infraestructura tenga el menor impacto posible”.

En cuanto al argumento que vincula la elevada inversión en esta obra a la reducción de cinco minutos en este trayecto, el alcalde de A Estrada estimó que ello supone considerar al municipio estradense como un ayuntamiento “de segunda”. Además, estima que señalar que el porcentaje de estradenses que se traslada diariamente a Santiago no es significativo es, a juicio del alcalde, un desconocimiento de la realidad local, subrayando la cantidad de vecinos que se desplazan a diario por trabajo a Compostela –área sanitaria, Xunta, universidad o múltiples empresas– además de por motivos académicos.