Pionero del sector de la manzana de sidra en A Estrada, fundador en su día de la cooperativa Ullama que hoy aglutina a los productores locales en ecológico, uno de los principales impulsores de la Feira da Sidra y actual presidente de la asociación Maceira e Sidra, José Antonio López Pampín es también uno de los mayores productores de manzana de sidra en el municipio. Está convencido de que el sector debe aprovechar la buena disposición del conselleiro de Medio Rural, José González, y del director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, el exalcalde cerdedense José Balseiros, a impulsar la creación de un polígono agrario en A Estrada para lograr que en él se emplacen una prensa de manzana y una almazara de aceituna.
Estima que disponer de esta maquinaria haría que los productores locales de manzana y también los de aceituna ganen en competitividad. Y, paralelamente, apunta, con los desperdicios resultantes del exprimido de la fruta para extraer el zumo de la manzana y de la oliva se podría beneficiar a la ganadería, creando sinergias ya plenamente vigentes en otras comunidades autónomas con gran tradición sidrera como, por ejemplo, Asturias o el País Vasco.
En el caso concreto de la manzana de sidra, apunta López Pampín, los productores locales tienen unos costes de producción, recogida y transporte muy elevados. Y muy superiores a los de otros territorios europeos que, si bien no le pueden hacer sombra a la manzana estradense por la extraordinaria calidad y la condición de ecológica de esta, sí que le están plantando una desigual batalla en mercados minoritarios de la fruta estradense que no absorbe la planta de Custom Drinks -del grupo Hijos de Rivera- de Chantada. Se refiere a sidrerías de Asturias o el País Vasco a las que el propio López Pampín -que habitualmente produce unos 500.000 kilos de manzana de sidra al año- le suele vender el 30% de su producción frente al 70% que ya tiene comprometida por contrato con Custom Drinks.
Productores de diversos países de Europa del Este como Checoslovaquia, Polonia y, aunque menos, también Rumanía cuya producción no tiene ni la misma calidad ni el mismo control sanitario que la fruta estradense -cuyas plantaciones se someten a continuas y rigurosas inspecciones del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega)- le plantean una desigual lucha. También se refiere a productores de Normandía y la Bretaña francesa, que tienen muy mecanizada la recogida de la fruta y que, por tanto, pueden ofrecer mejor precio que los productores de A Estrada. Estos asumen costes sociales muy superiores, que este año aun han sido mayores por el Covid (que obligó a hacerle pruebas PCR a los miembros de sus cuadrillas). López Pampín -que algunos años también vendió su fruta en Francia- hace ya dos que constata que la fruta estradense no es competitiva en precio. ·
"Nuestra manzana es artesana y la suya mazada y de muy mala calidad y sin revisión fitosanitaria" -dice en relación a Europa del Este- "pero, como la venden más barata, nos restan mercado", afirma. Disponer de una prensa de manzana, permitiría abaratar el transporte hasta las sidrerías. En vez de transportar las manzanas se podría transportar mosto refrigerado. De ese modo, estima que la manzana estradense no tendría rival y podría mantener sus viejos mercados e incluso abrirse otros nuevos.
