A Estrada cierra el San Paio con 20.000 euros de coste, el 80% en prevención Covid

Fue un presupuesto "muy razonable" para unas "fiestas muy humildes", opinó el edil, reconociendo que fue posible gracias a que la Consellería de Cultura asumió el coste del concierto de María do Ceo y del segundo concierto de Luar na Lubre (el coste del primero lo asumió el concello abonando un pequeño suplemento).

Estas fiestas buscaban sobre todo una triple repercusión: promover la reactivación de la actividad artística para favorecer a "un sector muy castigado y con un horizonte muy complejo" demostrando que se pueden organizar eventos respetando las medidas de seguridad, favorecer la actividad de la hostelería y el comercio de A Estrada así como, finalmente, contribuir a que mejore el ánimo de los estradenses tras una situación inédita que ha sido difícil para todos.

En relación con la reactivación de la actividad artística, Gonzalo Louzao se felicitó de que el gobierno tomase la decisión de confiarle la organización de los eventos a Fernando Campos. Lo escogieron por su "buena reputación y trabajo" así como por el proyecto que presentó ante concellos como el de A Estrada tras efectuar un refundido de la normativa de espectáculos públicos al aire libre en el actual contexto que sacaron adelante Estado y Xunta. Lo que el gobierno local vio "viable" para definir una "programación al límite" con "eventos de apoyo a la cultura" supuso "una apuesta muy importante a nivel logístico para distribuir los eventos en distintas plazas para favorecer a la hostelería y el comercio de distintos ámbitos de la villa y diseñar la delimitación de sus perímetros para garantizar la seguridad. Los espectáculos registrados en estos recintos delimitados exigieron la movilización de 50 personas, como personal técnico encargado de diseñar los planes de contingencia y emergencia obligatorios por la legislación vigente en materia de espectáculos (se diseñaron hasta para los recintos más pequeños, como la Praza do Mercado o la Praza da Feira, y no solo para la Praza do Concello), el personal de seguridad, los trabajadores de control de aforos y acomodación o el personal de higienización (que se ocupó de desinfectar con solución hidroalcohólica todas las butacas, sulfatándolas y secándolas luego; además de limpiar barandillas, suelos y hasta los camerinos habilitados en la casa consistorial).

Garantizar la seguridad fue el objetivo en todos los eventos y contratar a firmas locales también. Al igual que, como ya se indicó, se optó por incorporar al cartel "un porcentaje muy alto de artistas locales", que acudieron "cobrando" como muestra de apoyo al sector, también se optó por contratar a firmas locales como suministradores de los servicios de sonido, iluminación, escenarios, sillas, seguridad y hasta hostelería. Solo se encargó a firmas de fuera lo que empresas estradenses no podían suministrar.

Este fue el caso de la gran carpa de 50 por 20 metros que las firmas locales no pudieron instalar por tener personal en ERTE y que, por tanto, se contrató a Carpas Pontevedra (cuyo personal procedió ayer a su retirada). Esta carpa fue contratada para garantizar que los conciertos con invitación previa programados para la Praza do Concello -de hasta 400 plazas de aforo- pudiesen llevarse a cabo a pesar de que la meteorología no ayudó. En las otras dos plazas preparadas para espectáculos no se programó porque se trabajó con la previsión de trasladar las actuaciones previstas al Teatro Principal si llovía, como se hizo con la presentación de los dos libros de Editorial Galaxia.

El edil de Eventos quiso felicitar a la empresa organizadora, a Xosé Lueiro de Cultura y a la Policía Local (que amplió efectivos y horas "de forma encomiable" por hacer posible que las fiestas se desarrollasen con seguridad). Y valoró también la actitud de Móvete y BNG por interesarse por el programa y los protocolos de seguridad, oponiéndola al uso partidista del PSOE, que respeta pero no comparte.