Luis Gil Pita, aunque no nació en Cerdedo, se considera de aquí. Estudió arquitectura y se graduó en 1977 por la Escuela Superior de A Coruña. Actualmente trabaja en sus despacho Gil Pita-Nieto Peñamaría. Ha publicado artículos participado como editor en diferentes publicaciones sobre arquitectura.
-¿Cómo ha recibido el premio?
-Somos dos socios, Cristina Nieto y yo, pero este trabajo en concreto lo he llevado más yo, pero ambos estamos muy contentos. Sobre todo porque se les da premios a obras de pequeña escala, que están en espacios públicos en restauración, algo es poco habitual. Normalmente los premios son para arquitecturas de escala mayor como edificios, pero que sean para obras como estas es muy satisfactorio. Se reconoce que lo pequeño también es importante para la ciudadanía y el espacio público.
-¿Por qué resaltan la importancia de los oficios tradicionales en la elaboración de esta pieza?
-Estas fuentes son de carácter histórico y culto. Cuando propusimos el trabajo integramos que estuvieran realizadas por las personas de esos oficios, los herreros y canteros, personas que tienen un reconocido prestigio. El herrero y el trabajador de la piedra trabajan en la catedral, no solo por eso, sino porque conocen muy bien las técnicas profesionales de sus áreas. Hay que restaurar con los oficios de siempre, por lo que tiene un doble valor.
-¿Es un premio conjunto?
-Es lo bonito de este premio. En Galicia hay unos premios generales de la arquitectura del Colegio y luego estos, Gran de Area, que son de las delegaciones de Vigo, Ourense y Pontevedra que reconocen esa asociación entre el proyecto de los arquitectos, el promotor que en este caso fue el Concello de Caldas con la ayuda de la Diputación y otros técnicos y constructores que trabajan en él. En otra ocasión, nos lo dieron a una casa en la que el trabajo de carpintería tenía una enorme importancia y el encargado de recogerlo fue el propio carpintero. Además es un premio bonito porque no hay clasificación, lo recogemos los 14, o los que sean, que el jurado ha considerado con un valor importante. También es recogido por los que forman la obra, el arquitecto es una parte, más o menos importante, pero una más. En este caso, es muy claro que el trabajo de oficiales en la restauración fue valorizado.
-Esta pieza está incluida en un proyecto más amplio, ¿cuándo empezó con él?
-El programa lo empezamos hace unos tres años. El premio fue para esta obra, pero el proyecto engloba otras tres fuentes en Caldas de Reis. Esta era la tercera y ahora estamos en la cuarta. Es un proyecto continuo, vas elaborando el diseño mientras se está construyendo la obra anterior. Son elementos de pequeña escala que están espaciados por unos 150 metros en la villa de Caldas con lo cual el impacto es poco visible, pero perceptible. Los proyectos se demoran un año mientras discurres lo que quieres hacer y tienes respuestas en los papeleos.
-¿Aspira a más premios?
-En los proyectos que estamos ahora mismo cualquiera puede optar. Si consiguen un mínimo de cualidades lo presentaremos. Consideramos que es un premio muy serio y muy transversal y con gran altura, por lo que elegimos muy bien que presentar.
