"Si le abrimos la puerta ya nos entra en la cocina para comer el caldo con nosotros". Herminia Rey está indignada. Y desesperada. Esta vecina de Cerdedo asegura que ya no sabe a dónde recurrir para que alguien la ayude a hacer frente al jabalí. Como ella, otros vecinos del municipio de Cerdedo-Cotobade ven cómo el animal salvaje arrasa, con total impunidad, sus cultivos y la hierba de los campos que ha de servir de alimento para sus animales.

"¿Para dónde llevo las vacas?", se pregunta esta vecina, ante una finca en Folgoso en la que el jabalí ha disfrutado de lo lindo. Los vecinos aseguran que el último mes ha sido una sucesión de destrozos. "Los animales gritan y después de lo de esta noche ya nos desesperamos", explica Herminia, que compara la acción del jabalí en uno de sus prados con la que correspondería a un tractor "volviéndose local con una grade de disco".

La hierba no fue lo único que esta especie se llevó por delante. Hermina recuerda que el jabalí tiene tendencia a arrasar con sus visitas a sus fincas el maíz que también utiliza para la alimentación del ganado. Asegura que tuvo animales desde siempre y lamentó desde una profunda desesperación que la situación que se vive ahora con la acción del jabalí sea una "epidemia". "Ya no sabemos qué vamos a hacer", subraya, antes de añadir que los afectados se ven en la obligación de ir tocando "de una puerta a otra" sin obtener una solución a la problemática que todos ellos comparten.

Vecinos de Cerdedo se reconocen cansados de encadenar denuncias sin que surtan efecto. Remarcan que luchan por poder seguir adelante con su actividad ganadera pero que la acción incontrolada de este animal les pone las cosas realmente difíciles. "Acaba con el alimento de los animales y lo estropea todo. No sabemos qué hacer". "A este no hay quien le ponga freno", remarcan. "Es todos los días", continúan los afectados, deseosos de que se les ofrezca una solución para que el jabalí deje de rebozarse a sus anchas en las tierras que ellos trabajan con esfuerzo.